LA SEMANA EN COSA PÚBLICA Y OTRAS NOTAS DE JALISCO

Esta semana, el programa Cosa Pública de Radio Metrópoli/Notisistema se dedicó principalmente a tratar el caso de las consecuencias de la tormenta que cayó sobre Guadalajara el domingo pasado, que a la postre ocasionó 7 muertes, llegó a inundar el 80% de algunas colonias del sur de la ciudad, a hacer necesaria la demolición de varias fincas, así como a inundar una gran cantidad de pasos vehiculares e interrumpir por más de una hora el funcionamiento de la línea 1 del Tren Ligero. Para que vean que no sólo en el DF se dan los desastres naturales.

Lo interesante de este caso es que grupos ecologistas locales advertían desde hace más de 5 años que la avaricia de los desarrolladores inmobiliarios tendría estas consecuencias, pero no se les hizo caso. Había 67 millones de pesos para la atención de desastres, pero fueron destinados mejor a financiar a Televisa y su evento Espacios 2007. Ahora, resulta que están escarbando para conseguir dinero para atender a los damnificados, y resulta también, que no existe la procuraduría estatal del Medio Ambiente - que potencialmente habría conocido de los hechos del pasado domingo- porque no había en las arcas del gobierno los 40 millones de pesos necesarios para instalarla. Algunos radioescuchas se preguntan -con razón- ¿cuántas alcantarillas y colectores se habrían podido limpiar y renovar con 67 millones de pesos? ¿Cuántas vidas se pudieron haber salvado?

Los periodistas Rubén Martín y Agustín del Castillo analizan la relación que hay entre empresarios inmobiliarios>campañas políticas>autoridades estatales y municipales>corrupción>impunidad>inundaciones a lo largo de la semana. Muy buena la discusión, perfecta para amenizar la plática con aquellos que siguen defendiendo al gobierno de Fox porque se construyó una enorme cantidad de casas en su sexenio, pero que prefieren ignorar la baja calidad de las construcciones, las dimensiones minúsculas de las casas, y por si fuera poco, la construcción de éstas en zonas de alto riesgo, no sólo para los bienes sino también para la vida de sus habitantes.

Además de este asunto, se tratan las clases de Biblia católica en Casa Jalisco (Residencia oficial del Gobernador del Estado) y el exhibicionismo de Emilio González Márquez, la constante participación de éste en eventos religiosos, las violaciones a la ley de parte de Francisco Ramírez Acuña, y la defensa del gobernador del ahora ex-jefe de la Policía Rural estatal, a quien González Márquez quería sostener ilegalmente en el puesto a pesar de estar impedido -por ley- para ocuparlo por haber sido sentenciado como cómplice en un homicidio en Zapopan. El gobernador en los hechos acusó al reportero que dio a conocer la noticia de trabajar para el narcotráfico. Esperemos que al gobernador en sus clases de biblia pronto lo instruyan en los 10 mandamientos, porque parece que todavía no se ha enterado que está mal a los ojos de Dios dar falso testimonio. Amén.

Para descargar los programas, se pueden utilizar los siguientes enlaces:
Podcast Genérico
Podcast iTunes

Para escucharlos en stream, se encuentran en la sección Programas Notisistema: Cosa Pública

Aquí hago un paréntesis para recordar el caso del proyecto inmobiliario Tierra Mojada, impulsado por Francisco Ramírez Acuña, para ser construído en el lecho de una antigua presa, otro caso más de corrupción panista, sólo que resulta que el lugar, es probablemente uno de los más importantes cementerios prehistóricos del país, además que se descubrió que un patrocinador del PAN está detrás del negocio, que además los terrenos se compraron a sobreprecio, y por si fuera poco, que el proyecto representa más daños al erario público. El partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina interpuso ante la PGR una denuncia por estos hechos (el PRD estatal, hoy como ayer, sigue en la cómoda posición de ser una oposición cómoda). Un extracto del segundo enlace:

El Salto es uno de los ocho municipios hacia donde se desborda la zona conurbada de Guadalajara; uno de los más contaminados de Jalisco con aguas negras a cielo abierto, empresas sin control de descargas, basureros, y ahora también uno de los cementerios prehistóricos más importantes del país.

La última característica no combina con las primeras: Marisol Montejano relató que en su experiencia jamás una excavación había sido suspendida a causa de la contaminación. Hace unos días el INAH tomó muestras del agua de la presa para conocer qué contaminantes tiene, cómo conservar el esqueleto y cómo proteger a las personas que trabajarán ahí.

No cabe duda, el lugar perfecto para contruir miles y miles de viviendas. En un lugar altamente contaminado, que lleva cientos de miles de años inundándose, llamado El Ahogado, en medio de una zona industrial es donde los panistas, empezando por Ramírez Acuña, quieren hacer el negocio de sus vidas.

Este es el valor que le conceden el PAN y su comparsa Sandoval Íñiguez a la vida de sus súbditos: NADA.

Para rematar, va la columna de Rubén Martín tratando estos asuntos, que atinadamente se titula:


EL INTERÉS PRIVADO MATA


Octubre de 2003. Sesión de ayuntamiento en Tlajomulco. Los regidores analizan la autorización de un fraccionamiento en la zona del Valle, entre la cabecera municipal y el aeropuerto de Guadalajara. El entonces vicepresidente pidió que no se aprobara, puesto que el lugar donde se construirían las casas era una salida natural de la cuenca hidrológica. Sería un crimen aprobar dicho fraccionamiento, porque claramente la zona se inundaría en el primer temporal. Apelaba, más que a su autoridad, a su conocimiento detallado de la región, como agricultor de toda la vida que era.

Ante la contundencia del argumento, uno pensaría que el resto de los regidores rechazarían la solicitud para levantar más de cuatro mil viviendas. No fue así. Las advertencias fueron calificadas de alarmistas y algunos regidores repitieron los argumentos de la constructora. Como previno el vicepresidente, el fraccionamiento Villas de La Hacienda se inundó en el temporal de 2004, 2005 y 2006

La anécdota cobra vigencia ahora que la tormenta del domingo terminó con la vida de seis personas y ocasionó la inundación de al menos una docena de colonias y fraccionamientos. Y no fue lo único. Dejó daños que ya habitualmente acompañan las tormentas en Guadalajara: árboles caídos, suspensión de la energía eléctrica, choques, accidentes, inundaciones, embotellamientos y un trastorno mayúsculo en el ritmo de vida urbana.

El saldo en vidas humanas ha aumentado la exigencia de respuesta a las autoridades. Algunos, como el presidente de Tlaquepaque, Hernán Cortés, respondieron que la intensidad de la lluvia no se puede anticipar. Tiene razón a medias, no se puede anticipar con exactitud cuándo ni cuánto lloverá. Pero los registros históricos permiten hacerse una idea del potencial destructivo que pueden tener. Los desastres naturales nunca son solamente “naturales”, siempre hay una intervención social, una participación de agentes humanos que se combinan para producir un resultado lesivo.

Esto quiere decir que las muertes, las tormentas y los cuantiosos daños que ocurrieron el fin de semana no cayeron del cielo con la lluvia; son resultado de decisiones u omisiones de la autoridad, más el juego de los intereses particulares.

Hay responsables. Cuatro de las seis muertes ocurrieron en las calles de Santa María Tequepexpan, un poblado viejo de Tlaquepaque. No es la primera vez que se inunda ahí, pero cada vez la situación se pone peor, han contado en estos días los vecinos. ¿La razón? La autorización para construir fraccionamientos y especialmente el centro comercial en Periférico y Colón modificó el curso natural de las aguas. Eso se podía prever. Pero las autoridades aprobaron dichas licencias. Si lo hicieron a sabiendas de que eso iba a ocurrir es criminal; si no, es una incompetencia mayúscula. La tercera alternativa es que se aprobó porque los empresarios compraron la autorización sobornando autoridades. No sería la primera vez.

Las autoridades cada vez se están rindiendo ante los intereses privados, ignorando o pasando por encima de los intereses colectivos. Lo hacen por omisión, negligencia o corrupción. Y muchos empresarios sin escrúpulos venden casas a sabiendas que se va a inundar o sin tomar las precauciones para que eso no ocurra. Con tal de obtener ganancias en sus inversiones, lo otro no les importa.

No podemos permitir que en aras del interés privado se siga deteriorando la calidad de vida de la ciudad y ocasionando la muerte de personas.

El interés privado en el desarrollo caótico de la ciudad, en materia de transporte o del desarrollo industrialista que daña el medio ambiente, nos está matando de una u otra manera. Es inadmisible.

Así como hace poco la Secretaría de Salud federal puso al aire una campaña con el lema “Fumar mata”, para combatir la adicción al cigarrillo, debemos crear una campaña general para advertir que el interés privado mata.

Interpretación

La semana pasada escribí en esta columna que en la UdeG hay una situación de conflicto al interior de su grupo dominante. En un párrafo, dije que el grupo que encabeza el rector Carlos Briseño seguramente ha discutido el escenario de la sustitución de Raúl Padilla, y mencioné directamente al vicerrector Gabriel Torres. Fue una interpretación personal, no declaración literal de funcionario alguno.

rmartin@publico.com.mx

Otra muestra más (como si hiciera falta) del desprecio por la vida que tienen los panistas, es que se reporta además que el agua que quieren proporcionar a Guadalajara -con el negocio/proyecto de la presa de Arcediano, plagado de irregularidades, ilegalidades y violación a dictámenes judiciales-, esa agua que quieren dar de beber a Guadalajara es simplemente tóxica.

No es sólo su excremento y el mío. También son heces de cerdos y de aves. Y ojalá sólo fuera eso. Pero no: hay metales pesados ¿Le suenan el plomo y el mercurio? Y cianuro. Y aguas tóxicas. El resultado es un río medio vivo, el Zula y un río semimuerto, el Santiago.

Caudalosos, sí, pero podridos.

No es un cuento de los organismos ecologistas: bueno fuera. Es el resultado de una investigación que una dependencia del gobierno de Jalisco, la Comisión Estatal del Agua (CEA), mandó hacer a la empresa AyMA Ingeniería, durante el estiaje de 2006. Los resultados están en la página www.ceajalisco.gob.mx.

La investigación reveló un mundo… raro: que muchas de las llamadas plantas de tratamiento de aguas residuales municipales (PTARM) arrojan a las afluentes el agua sin tratar. Que algunas de las industrias trasnacionales de esa región arrojan a las afluentes el agua sin tratar. Que en otros casos, el agua “tratada” es tóxica.

No es sólo su excremento ni los únicos afectados son los habitantes de El Salto y Juanacatlán. En algunos casos, el agua podrida sirve la regar las legumbres y hortalizas que usted (tapatío) se come.

Así que ya pueden preguntarle a sus amigos panistas si están dispuestos a beber agua envenenada y con heces Fecales, porque eso es lo que el nuevo partidazo quiere que beban. Ese es el agradecimiento que le tienen a la ciudad más panista del país.

¡Agua Fecal, porque envenenar sus mentes no fue suficiente!


Para cerrar, está también la noticia de que Jalisco y el DF son las entidades con el mayor índice de delitos federales, y que éstos aumentaron el 21% en el primer semestre del año (prácticamente, en el primer semestre de gobierno Fecal), con todo y operativos patito.

Durante el primer semestre de 2007 se han cometido 66 mil 571 delitos del orden federal, lo que significa que con respecto al mismo periodo de 2006 se incrementaron en 21.4 por ciento. El año pasado se registraron 11 mil 757 delitos menos.

Destaca que, como lo publicó MILENIO a principios de junio, Jalisco es la entidad con mayor índice delictivo, pues en los primeros seis meses de este año se han cometido 12 mil 216 ilícitos en ese estado contra los 7 mil 92 perpetrados el años pasado. Es de considerarse que en todo 2006 en Jalisco se contabilizó 14 mil 184 delitos, de los cuales 9 mil 182 estuvieron vinculados con delitos contra la salud.

La segunda entidad con mayor número de delitos es el DF donde hasta el 30 de junio se tenía un registro de 9 mil 872. En el último año del sexenio de Vicente Fox, la capital era la entidad con mayor número de ilícitos.

Naturalmente, hay que tomar en cuenta que en el DF viven -de acuerdo con el INEGI- 1,968,803 personas más que en Jalisco (17% más, aproximadamente), y que buena parte de las 14 millones de personas que viven en Edomex, lo hacen en la zona conurbada con la Ciudad de México. Aún así, el la tierra del Yunque hay un 23% más de delitos federales que en el DF. Y eso que en Jalisco la gente supuestamente tiene más temor a Dios que en el DF, ¿se imaginan si no lo tuvieran?