Familiares de Brad Will aluden a foto como prueba

Familiares de Brad Will aluden a foto como prueba
Los padres del camarógrafo argumentan que la imagen de Excélsior contradice la hipótesis usada por la procuraduría de Oaxaca






Por: Marcela Turati y Patricia Briseño24/03/2007
Una de las evidencias en las que la familia de Brad Will fundamenta su alegato de que el periodista estadunidense no fue asesinado camino al hospital, por miembros de la APPO, es la fotografía que Javier Otaola tomó para Excélsior el día del asesinato.
Es la única imagen conocida que documenta que el cuerpo del periodista de Indymedia recibió dos impactos durante la balacera ocurrida el 27 de octubre del año pasado, en la colonia Calicanto del municipio de Santa Lucía del Camino, conurbado a Oaxaca.
Durante los cinco días de su visita a México, que hoy concluye, el padre, la madre, los hermanos de Brad y su abogado, Miguel Ángel de los Santos, han insistido ante la Procuraduría General de la República que esa fotografía demuestra que es errónea la hipótesis en la que se basó la investigación.
La herida difundida por las imágenes publicadas durante esos días es la que tiene debajo del esternón. La que no se conocía es la que presenta en el costado derecho.
"Con esa foto se puede limpiar la investigación de cualquier prejuicio que hubiera, en el sentido de que el disparo del costado pudo haber sido producido después de que levantaron a Brad del lugar donde se llevó a cabo la confrontación, es una de las evidencias gráficas de antes de subirlo al Volkswagen que lo traslada a la Cruz Roja.
"Porque una de las hipótesis de trabajo que la Procuraduría de Justicia del estado siguió, sin sustento, fue la de sugerir que sólo había recibido un disparo en Santa Lucía, y que el segundo se pudo haber producido cuando lo trasladaban a la Cruz Roja", dijo en entrevista el abogado De los Santos.
"Sí entró esa segunda bala, sí se internó y luego se redireccionó para alejarse en la zona ilíaca, ¡sí entró! La autopsia revela las dos heridas y en el cuerpo encontraron las dos ojivas", agregó.
Los Will insisten en que a Brad lo asesinaron las personas que, en la acera de enfrente, se enfrentaban contra los integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, y que posteriormente fueron identificados como funcionarios del ayuntamiento de Santa Lucía.
Dos de ellos fueron encarcelados —el regidor Abel Santiago Zárate y el policía municipal Orlando Manuel Aguilar Coello—, pero en diciembre salieron libres por desvanecimiento de pruebas.
Estos días de visita a México insistieron, ante los funcionarios federales con los que se entrevistaron, en que se reiniciará la investigación del asesinato.
La muerte del camarógrafo que realizaba un documental del conflicto político-social provocó que el gobierno federal mandara a Oaxaca a la Policía Federal Preventiva.
El miércoles la Procuraduría General de la República atrajo las investigaciones del asesinato.
"La PGR recibió la investigación, ellos la continúan y nosotros queremos que la PGR tenga clara la circunstancia. Ayer le dijimos a la procuraduría que si los videos lo documentan y una fotografía, no es posible seguir sosteniendo la hipótesis anterior", dijo el abogado.
PGR hace inspección ocular
En tanto, en Oaxaca, elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), de la delegación de la Procuraduría General de la República, realizaron ayer la inspección ocular y de reconocimiento del lugar en donde murió el camarógrafo estadunidense.
Al frente de la diligencia, la agente del Ministerio Público federal de Delitos contra periodistas en Oaxaca Silveria López Martínez, acompañada por peritos en balística, fotografía y planimetría, acudió a la calle Benito Juárez, de la colonia Calicanto.
Al lugar también acudieron los padres de Brad Will y los cinco testigos que rindieron su declaración ante el Ministerio Público federal.
El padre del periodista dijo que la familia "está muy contenta" porque la PGR tomó las investigaciones "con una exhaustiva jornada de trabajo".
Pues, subrayó, la labor de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) "fue incompleta, inepta, basada en prejuicios e irracional".
Además, se quejó de que la titular de la dependencia, Rosa Lizbeth Caña Cadeza, no permitió que tuvieran acceso a la investigación y a las evidencias físicas del crimen.
"Nos dijeron que ya estaban empaquetadas, que no nos las podían enseñar; no pudimos ver la playera ni las balas", lamentó.
La diligencia ministerial duró más de cinco horas, tiempo en que fueron acordonadas unas diez calles a la redonda, obstruyendo el tránsito vehicular, no así el peatonal.
De acuerdo con una de las testigos, el lugar de la agresión con arma de fuego al periodista de la agencia Indymedia presenta considerables alteraciones, porque uno de los lugares "clave" ahora es una oficina del programa federal denominado Habitat.
Al lugar, fue llevado el automóvil color blanco que sirvió para trasladar al estadunidense lesionado por impacto de bala.
Gilberto Hernández Santiago, abogado de la APPO, no descartó que se pueda hacer una reconstrucción de los hechos, aunque es difícil, toda vez que se necesita presentar una situación parecida a la ocurrida el 27 de octubre de 2006, dijo