Y ASÍ LO VE RENTERÍA.

Opinión México: Comentario a tiempo

¡Y se pusieron de acuerdo!

Por: Teodoro Rentería Arróyave
(especial para ARGENPRESS.info)
(Fecha publicación:26/12/2006)

De insólito es el calificativo más adecuado a la última actuación de todas las bancadas partidistas, tanto del Senado de la República como de la Cámara de Diputados y de estas con el Ejecutivo Federal, al ponerse de acuerdo en todo el paquete económico que se ejercerá en el 2007, primer año del presidente, Felipe Calderón Hinojosa, que será crucial en su objetivo de legitimarse.

El calificativo no es exagerado, un Congreso de la Unión que era exactamente lo contrario de lo que ordena la Constitución, terminó el año entre abrazos, bromas y chascarrillos. Seguramente el espíritu navideño hizo el milagro, ¡y se pusieron de acuerdo!

En efecto, después de los meses y días de crispación que vivió el país como resultado de un sexenio de errores y fracasos, que más que registrar la historia debiera olvidar para siempre el periodo foxista para ejemplo del presente y el futuro, termina este dos mil seis, con una señal muy positiva y trascendente para la vida de la nación.

Nos referimos al muy importante signo que envío el Congreso de la Unión, al ponerse de acuerdo todas las bancadas partidistas y estas con el Ejecutivo, para sacar adelante los ejes fundamentales para el primer año de exclusiva responsabilidad de la administración que comienza.

La Ley de Ingresos y el Presupuesto federal, con las adecuaciones que se hacían necesarias de acuerdo con los distintos intereses que cada partido adoptó como bandera de lucha, como el apuntalamiento a la educación pública superior, se logró lo que parecía imposible.

Existe una enseñanza que debe de asimilar cabalmente el Partido Acción Nacional, por primera vez en el poder, esto siempre lo afirmamos simple y llanamente porque Vicente Fox Quesada fue un arribista, un intruso que jamás le importó el PAN, ni le importó el país, ni le importó nada, sino que su único interés fue el poder por el poder mismo y su endiosamiento principalmente ante su familia y sus cuates.

Ahora son más los panistas que aceptan esta realidad. Es de preguntarse, ¿porqué entonces apoyó al panismo y a su candidato Felipe Calderón Hinojosa, que desde luego no era el suyo y por todos los medios trató de nulificarlo, inclusive corriéndolo de su Gabinete? También aquí la contestación es sencilla, porque cree que se ha blindado para su futuro, sin embargo no son pocas las investigaciones y auditorias a su extinto gobierno que se iniciarán en breve.

La enseñanza para el Partido Acción Nacional, es que entendió que sólo representa una gran minoritaria, por eso mismo se dieron los cambios en el paquete que originalmente envío el presidente Calderón Hinojosa, que no son pocos y como se quiera son muy importantes.

Se impuso la decisión de una oposición unida, principalmente entre los partidos de la Revolución Democrática y del Revolucionario Institucional, sin dejar de que reconocer que todos ganaron.El Partido Acción Nacional demostró que sabe negociar y cuando existe esa disposición en las discusiones se ganan y se pierden posiciones.

Se acabó la orden del todo o nada, que fue el holocausto del foxismo. El Partido Revolucionario Institucional, como se esperaba, se convirtió hábilmente en el fiel de la balanza para los acuerdos.

Hemos dejado al Partido de la Revolución Democrática al final porque es de reconocerle que fue el que más ganó, demostró que sabe estar a la altura de las circunstancias, que eran de crisis llegando a la crispación misma.

Sin dejar al margen la figura simbólica del Presidente Legítimo, demostró el PRD que sabe negociar y que no es el partido bronco y rudo que sólo busca el enfrentamiento, como se le ha querido etiquetar. Su aportación a los rubros sociales se le reconoce.

El hubiera no existe, como dijeran los clásicos, pero sí era necesario el impuesto a las refresqueras, que es un capítulo no cerrado y del cual todavía va a salir mucha leña verde que prender; también es de no aceptarse el magro presupuesto a la educación pública general aunque se reparó el entuerto contra la universidad pública, un golpe mortal que pretendía dar esa ultraderecha privatizadora y de criterio vano.

El balance es positivo, por eso mismo aún se oye en los pasillos y recovecos de los recintos parlamentarios, el eco de una frase repetida mil veces por insólita al final de la última votación: ¡Y se pusieron de acuerdo!