La mezcolanza.
Jesús González Schmal.
12 de agosto de 2006.
La colusión (confabulación, complot para engañar a alguien) que no coalición (confederación, unión momentánea) del PRI y del PAN para hacerse del poder en Chiapas, provocó que Andrés Manuel López Obrador invocara la memoria de los fundadores de Acción Nacional, de los que dijo: "Tenían principios y que si alguno de ellos reviviera, con seguridad moriría de vergüenza por esos actos...". La mención lopezobradorista se ubica en el pronóstico que desde hace ya más de una década (al arribo del grupo Amigos de Fox al PAN) hizo el brillante politólogo Luis Sánchez Aguilar y que retoma en reciente libro Manú Dornbierer: El PRIAN. Un partido bicéfalo, en el que advierte que los fragmentos pragmáticos de ambos partidos, tenderán a unirse para mantener la línea tecnócrata de derecha en la conducción del país.
Tiene razón Andrés Manuel en denunciar la decadencia de la política (como medio de convivencia en el orden y la justicia) por la amenaza que se cierne sobre México si la facción de Elba Esther Gordillo del PRI y la de Felipe Calderón del PAN, como obligado sucesor de Fox y diligente aprendiz para aliarse a lo más negativo de sus adversarios políticos (recordemos que lo mismo hizo Fox desde un principio con Leonardo Rodríguez Alcaine), se consolida para apropiarse de Chiapas que, al fin y al cabo, es la tierra de la profesora que no puede arriesgarse a dejarla en manos de lo que puede ser el principio del fin de su hegemonía sindical.
Esa misma colusión la vivimos en la Cámara de Diputados en 2004 con la elección de Luis Carlos Ugalde como consejero presidente del Instituto Federal Electoral, cuando siendo la profesora Gordillo lideresa de la bancada del PRI y Francisco Barrio de la del PAN, se coludieron para nombrar a quien hoy tiene en vilo la credibilidad del IFE en los resultados electorales. Antes ya se había dado ese prianismo cuando hicieron que en la Cámara Juan de Dios Castro, a la sazón presidente de la misma, se retractara del curso que le había dado al desafuero de Ricardo Aldana, tesorero del sindicato de Pemex, que recibió el dinero de la empresa para la campaña, a cambio de que en el IFE quedara en una simple multa la recepción de los fondos oscuros en su origen de la campaña Amigos de Fox.
Decía el maestro Manuel Gómez Morín en 1939 (citado por Luis Calderón Vega, en Memorias del PAN, editorial Jus): "...Una postulación de la moral y del derecho, como fuente y cauce de la acción política y ésta, no mero cambio de personas, sino reforma de estructuras políticas y sociales, para gestionar el bien común," y agregaba al proponer un verdadero régimen plural de partidos, que los concebía como: "Una organización permanente de todos aquellos, que, sin prejuicios ni resentimientos y venidos de todos los rumbos de México, quieran hacer valer en la vida pública su convicción en una causa clara, precisa, definida, coincidente con la naturaleza real de la nación y conforme con la dignidad eminente de la persona humana".
La vertiente más significativa del nacimiento del PAN lo fue la lucha desplegada por uno de sus principales fundadores, Manuel Gómez Morín (de la generación del 15) como rector de la UNAM (1931-1933) para preservar su autonomía, entendida ésta como el derecho irrenunciable a la libertad de cátedra; su lema "austeridad y trabajo" preservó la capacidad de autogobierno universitario que pudo prescindir incluso de subsidio público para remontar el ataque a su independencia por parte del gobierno.
De igual valor fue la aportación de Efraín González Luna, que estaría también contra el actual neoliberalismo rampante del foxismo-calderonismo, cuando señalaba: "Sólo en una política absurda, antisocial, suicida, ha hecho posible que aquí, como en otras partes, lleguen a contemplarse como enemigos irreconciliables el hombre persona y el hombre formación social. El hombre y el Estado se necesitan recíprocamente... lo que los reconcilia, lo que los une orgánicamente es la noción del bien común...". Hoy, en otra afortunada expresión, "el bien de todos". Lo cierto es que esta mezcolanza de lo peor del PAN y del PRI acecha la vida de la nación con tal voracidad y falta de escrúpulos que los resultados pueden ser catastróficos. La sola resistencia al recuento voto por voto, constituye la negación de la doctrina básica del PAN y los postulados revolucionarios que hubiera podido tener el PRI, para ser hoy un frío aparato partidista para alcanzar el poder a cualquier precio.
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sábado, agosto 12, 2006
LA CONFABULACION PRIANISTA.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 5:46 p.m.
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