DE CRIMINALES A CRIMINALES.

Alvaro Delgado en Proceso:

La “criminal” sinergia Fox-Calderón
Álvaro delgado/apro

México, D.F., 3 de abril (apro).- Tiene razón el ciudadano presidente Vicente Fox cuando afirma que, quienes se niegan a dialogar con personas de pensamiento diferente, están condenados a vivir en la soledad de las ideas fijas. “Resulta muy equivocado dividir, peor aún, confrontar. Es criminal promover violencia y conflicto en la sociedad.”

Sí, a Fox le asiste la razón en su perorata de este lunes en Oaxaca, sólo que, para censurar tales conductas y pedir armonía entre los mexicanos, es preciso tener autoridad moral y política.

Y él hace mucho que, en los hechos, la perdió.
Sin la integridad política y moral que supone ostentar la investidura de jefe de las instituciones republicanas del país, no sólo del Ejecutivo, Fox, con esas palabras, describe la caricatura de sí mismo, hombre de frases fijas que ni siquiera llegan a ideas.

Esta no es, tristemente, una acusación gratuita que se tipifique como ultraje y que implique sanción a quien la profiere, como se ha extendido en la práctica. El país ha sido testigo durante casi seis años de una conducta patológica del jefe del Ejecutivo, desde su misma toma de protesta, empeñado en hacer prevalecer la misma visión maniquea que critica con ardor.

Se equivocan los panegiristas de gobierno cuando afirman que los derechos ciudadanos de Fox están a salvo cuando, de manera facciosa, se involucra en el proceso electoral. Es un principio general de derecho que la autoridad, Fox en este caso, sólo puede hacer lo que la Constitución y las leyes le confieren, al contrario de los ciudadanos, que pueden hacer todo, menos lo que vulnere el marco constitucional y legal.

Fox ha dejado, a lo largo del sexenio, una estela de pruebas de desafío y desacato a la ley. Tantas veces lo ha negado, al tiempo que han aparecido evidencias contundentes de esa conducta hipócrita y cínica. Hoy aparece una nueva: la colusión, ilegal e inmoral, entre el gobierno que encabeza y la campaña de Felipe Calderón.
Al discurso con el que quiere salvar su ya acreditado fracaso, Fox pasó a los hechos, en una mecánica idéntica en la historia política del empleado de la Coca Cola que, repentinamente, se erigió en el paladín de la libertad y la democracia.

El ilegal financiamiento de su campaña tardó, pero se supo: no sólo rebasó los topes legales, sino que incurrió en violaciones a la Constitución y a la ley por recibir recursos del extranjero. Las ambiciones de Marta Sahagún por suceder a su marido, por la vía del uso del aparato del Estado, al final quedaron exhibidas, junto con la complicidad de él.

Los diputados panistas, primero, y luego el gobierno, intentaron negar la ilegal transferencia de 30 millones de pesos a Provida, organismo de fachada de la ultraderechista Organización Nacional del Yunque, y ahora está debidamente acreditada. Los promocionales de radio y televisión en que aparecía como publicista de sí mismo violaron la ley, como lo tuvo que reconoce Carlos Abscal, y la mayor prueba es la ratificación, hoy, por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Lo que se negó como favores a los consorcios de radio y televisión, particularmente Televisa, en el decreto de octubre de 2002, se documentó, igual que los permisos autorizados por Santiago Creel para que esa empresa opere garitos, lo mismo que la mayoría de los tres mil millones de pesos anuales de publicidad gubernamental y, en el descaro, se aprueba reformas que complementan tamaña abyección.

Ahora, la tantas veces negada intervención del gobierno en la campaña de Calderón --otro personaje que súbitamente se dio cuenta de que no era él--, queda evidenciada con el documento que publica el semanario Proceso en la edición que está en circulación sobre la complicidad gobierno-PAN-Calderón para usar los programas y recursos públicos con propósitos electorales. Y esto sí es criminal.

Ya empezaron a trinar los jilgueros del gobierno y del PAN --los charlatanes políticamente correctos-- como paso previo a negar o hacerse los desentendidos de la autenticidad de la información, con base documental, de la colusión para hacer que Calderón gane las elecciones del 2 de julio.

Y, en efecto, el candidato del PAN puede ganar. De hecho ya sedujo a la mayoría de los mexicanos según la visión de GEA-ISA, cuyo registro de los súbitos cambios en el ánimo de los ciudadanos --empate en enero, 11 puntos en febrero y ventaja de dos en marzo-- nos tiene postrados como país sin remedio.

Sí, Calderón puede ser el próximo Presidente de la República, pero igual que su antecesor: desprovisto de autoridad moral y política.

Esa es, también, una conducta criminal de los señoritingos de la legalidad.

Apuntes

Hay a quienes les hace gracia Xóchitl Gálvez por la irresponsable conducta, que toman como creativa puntada, de apostar con el gobernador de San Luis Potosí, Marcelo de los Santos, la construcción de un puente en un partido de futbol. La aplicación del presupuesto público, estatal o federal, no está sujeto a caprichos ni a frivolidades, menos a prácticas de garitos. Gálvez puede hacer con su dinero lo que le venga en gana, pero no con los recursos de la sociedad, que le paga para hacer bien su trabajo. Tamaño despropósito exhibe el degradado comportamiento del grupo gobernante, empezando por el ciudadano Presidente... En Puebla, Mario Plutarco Marín sigue maniobrando para sostenerse, mediante cosméticos cambios en su gabinete. Ostenta el cargo, sí, pero no la autoridad. Como todos los sátrapas…

Comentarios: delgado@proceso.com.mx y www.proceso.com.mx


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