El chamaco berrinchudo

Lo que Televisa nos ofreció la mañana de ayer durante la "entrevista" que Carlos Loret de Mola le hizo a Andrés Manuel López Obrador, fue una muestra clara de hasta dónde están dispuestos a llegar los grandes capitales de este país y del extranjero en su odio ciego hacia el líder de izquierda.

La consigna era clara: tenderle a AMLO una celada hecha a base de diatribas, burlas, interrupciones y francos insultos, "estrategia" barata que en mi opinión les dio resultado solo a medias, porque la persona que eligieron para llevarla a cabo dejó mucho que desear.

Carlos Loret no pudo llenar el espacio que sus patrones le asignaron como el "periodista incómodo" que en teoría haría vacilar y ver mal a López Obrador. En su lugar vimos a un júnior pagado de sí mismo, prepotente, tratando de suplir ignorancia con manoteos, y sobre todo, colérico.

Loret de Mola se vio enojado, fastidiado, frustrado ante la indiferencia de un López Obrador que de manera condescendiente dejó pasar muchas de las invectivas lanzadas por el muchachito que ha sido reconocido como "líder global" y que ayer se rebajó al nivel de bravuconcito de barriada. En mi opinión AMLO debió haberle respondido con varios estatequietos, pero si su estrategia era evidenciar el servilismo y la mala fe de Televisa y sus merolicos para con el régimen, entonces creo que logró su objetivo: ayer Loret de Mola no hizo sino escupir hacia arriba, embarrando a Televisa aun más en su suciedad.

Loret es celebrado desde ayer con bombo y platillo por los panistas que están acostumbrados a que el grito y el sombrerazo sustituyan a las ideas. Por aquellos subnormales que otorgan un valor más alto a la injuria "chistosa" que a los argumentos. Por quienes celebraron en su momento la "objetividad" con que se entrevistó a Mouriño en todos los espacios, donde ni por error se le trató de la manera grosera y corriente que el chamaquito berrinchudo Loret utilizó ayer. Ayer Loret paseó por los suelos el apellido, deshonrando la memoria de don Carlos Loret y de Rafael Loret, abuelo y padre respectivamente del escuincle petulante y sobrado de ego que trabaja como merolico televisivo.

Cuando Loret de Mola era estudiante de Economía en el ITAM, escuela donde conoció a su hoy esposa, eran célebres sus desplantes autoritarios de junior hijodepapi. Por lo que vimos ayer en cadena nacional, esa soberbia adolescente aun no se le quita.

Gracias Televisa, por reafirmarnos en nuestra lucha. Ahora más que nunca sabemos que el cáncer duele, mina, consume, destruye a su paso. Pero también se le puede eliminar. También debe ser extirpado. Nuestra lucha es contra el cáncer de la vida democrática de este país. En ese camino seguimos, con orgullo hoy más que nunca.