Pensionados precoces

En Pocas Palabras / Mario Di Costanzo / Pedro Echeverría / Marcela Gómez / Francisco Rodríguez / Celso Hernández

Por: Eduardo Ibarra Aguirre

Agustín Guillermo Carstens Carstens, coordinador del área económica del entonces equipo de transición de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, hizo la siguiente declaración, el 18 de octubre de 2006, a los medios de comunicación social:

“Si uno toma en cuenta la deuda, los pasivos contingentes que tiene el gobierno a través del sistema de pensiones, pues sí es una deuda que hay que tomar muy en serio. Preocupa para el largo plazo y por lo mismo tenemos todavía tiempo de enfrentarla, pero hay que empezar a hacerlo ya” (Fortuna 57, X-07, pp. 16-21).

El juicio no contiene ninguna novedad que no sea el compromiso con el continuismo de las políticas y proyectos sobre el régimen de pensiones del gobierno de la tristemente célebre y, todo indica, corrupta pareja presidencial.

Rescato el juicio porque el enérgico crítico de los pasivos generados por el régimen de pensiones y decidido promotor de la reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, tres días antes dejó de cobrar su pensión vitalicia del Banco de México por 151 mil 500 pesos mensuales, equivalentes a lo que percibe un secretario de Estado como sueldo neto, en el gobierno del empleo y de las manos limpias.

El tenaz crítico del sistema de pensiones que no protege a las mayorías nacionales sino a minorías que sólo tienen garantizada una miserable jubilación, se ganó el derecho al retiro precoz con sólo 15 años de trabajar en el Banco de México, sin contar las becas que para cursar y obtener la maestría y el doctorado también le financió.

De acuerdo con información recabada por Nancy Flores, reportera del mensuario que dirige Miguel Badillo Cruz, Comunicación Social de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público reconoce que cuando el hoy titular se desempeñó como subsecretario, de diciembre de 2000 a agosto de 2003, el erario le pagó doble sueldo: como pensionado del Banxico y como funcionario.

Se comprende perfectamente. El doble pago se lo ganó a pulso, pues desde la subsecretaría de Hacienda y Crédito Público impulsó ejemplarmente el carpetazo a las investigaciones del Fobaproa-IPAB –el despojo a la nación del siglo XX-, coadyuvó decididamente a la generalización del Impuesto al Valor Agregado a todos los bienes y servicios, además de que puso a la orden del día el terrorismo fiscal. Y los servicios prestados al sistema tricolor y blanquiazul, el del PRIAN realmente existente y dominante, se pagan puntual y espléndidamente.

El caso de Agustín Carstens no es la excepción sino la norma que rige en el banco central y entre sus beneficiarios se encuentran Ernesto Zedillo Ponce de León y Miguel de la Madrid Hurtado, José Francisco Gil Díaz y Jesús Silva (Herzog) Flores, Guillermo Ortiz Martínez y Francisco Suárez Dávila, de acuerdo a información del exdiputado Agustín Miguel Alonso Raya. Además, los sueldos del primer círculo de funcionarios del banco superan al que formalmente percibe Calderón Hinojosa y que es de 151 mil 969 pesos mensuales.

Los pensionados precoces y de lujo -tipo José Angel Gurría Ordóñez, quien también cobra como presidente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos- forman parte exclusiva y por lo visto inalterable del régimen de pensiones para el primer círculo gubernamental de hoy y de hace varios ayeres.

Paradójicamente aquellos jubilados son los críticos más acérrimos del régimen pensionario en vigor, aunque en buena medida cercenado por el economista y abogado que con seguridad aspira a obtener, el 1 de diciembre de 2012, una pensión precoz y de lujo.

¡Ah! Pero eso sí, las Afores han hecho el negocio de su vida con 101 mil millones de pesos de ganancias en una década.