Michel Balivo y J. Kalvellido
(Terremotos de hechos sacuden los sueños)
Hay momentos, coyunturas particulares de la historia en que la acumulación de tensiones del tropismo dialéctico social, llega a umbrales de tolerancia y opera como un efecto lupa en el cristal de la conciencia. Entonces vemos, sentimos y vivimos magnificada la resultante del modelo que guía nuestras conductas cotidianas y que habitualmente pasa desapercibido para nuestros hábitos y creencias, que de paso no son sino la resultante de tal ejercicio ingenuo de vida.
Termino de leer que la guerra de EEUU contra Iraq, ya acumula 180.000 combatientes clandestinos, mercenarios contratados por corporaciones particulares, 20.000 más que los 160.000 soldados regulares. En otras palabras ya estamos en capacidad de afirmar que es una guerra privada que defiende intereses particulares. Todos estos capitales y hechos son ajenos a lo estatal, no están bajo su control ni responden a leyes nacionales ni tratados internacionales. No podemos creer ingenuamente que esto pueda ser un hecho aislado.
Si observamos los negocios y empresas en los que trabajamos notaremos que “el dueño” toma las decisiones que le parecen pertinentes sin consultar ni tomar en cuenta para nada a sus empleados, ni preocuparse por como o cuanto esto afectará sus familias y formas de vida. La ley así lo establece y posibilita, dice que eso es correcto y justo, que puede realizarse impunemente.
Se me ocurre preguntarles si uds. creen que hayan sido los trabajadores asalariados o jornaleros los que hayan hecho tales leyes, ¿ tal vez el azar, o a lo mejor los dioses? También podríamos preguntarnos si en última instancia los ejecutivos o capataces que controlan los esclavos para que sirvan fielmente “al buen amo” están en una mejor condición que sus inferiores situacionales.
Pues yo no veo diferencias salvo de proporción y magnitud en como manejamos nuestros negocios privados nacionales o internacionales. No fue ayer que empezaron a operar la ONU, la OEA, el FMI, el BM, la OMC, etc. Tampoco fue ayer que un paragobierno controlado por los capitales transnacionales comenzó a desplazar a los gobiernos nacionales y todos los logros de las luchas en pro del bienestar social, para privatizar toda materia prima, producción y servicio, sujetàndolos a sus intereses sin ningún tipo de responsabilidad social ni ambiental.
Así pues como muchas veces repito lo sorprendente no es lo que está sucediendo. Porque es el férreo encadenamiento de nuestra historia, es el guión que se repite una y otra vez en el que alternan dialécticamente los avances y retrocesos de lo humano. Es el modo en que vamos poniendo en evidencia lo que somos y conociéndonos en relación con las respuestas que damos a nuestro entorno, en que nos vamos haciendo concientes.
Leer nota completa: eljustoreclamo.blogspot.com
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