Durante los más de 70 años de vida política hegemónica del México posrevolucionario, todos los problemas de seguridad nacional, desde los surgimientos de grupos armados, actividades del crimen organizado, movilizaciones independientes o de organismos políticos y de cualquier asunto de seguridad interna, fueron resueltos, con mayor o menor eficiencia, por un sistema de "inteligencia" que dependía en línea directa del jefe del Ejecutivo y funcionaba en la clandestinidad y al margen de la ley.
Fueron incontables las tropelías que se hicieron en silencio durante el largo periodo del priismo en México, pero se alcanzó un cierto grado de pacificación que permitió el desarrollo de la economía del País durante las tres décadas de crecimiento sostenido sin inflación de 1936 a 1968. Después de este periodo vino la decadencia de dos décadas en las que no creció la economía, por falta de buenos dirigentes políticos que no detectaron el proceso de globalización y aislaron a México del resto del mundo. No obstante, el sistema de "inteligencia" siguió funcionando con gran eficacia y mayor impunidad.
El fraude electoral de Carlos Salinas en 1988 y su ilegítimo ascenso al poder produjeron una asociación política con el PAN que le permitió dejar en el camino a la izquierda de aquel entonces y gobernar en sociedad con la fuerza política que representaba a la mayoría de los grandes capitalistas de viejo cuño del País. Desde ese momento, el sistema mexicano de "inteligencia" dejó de funcionar, por la sencilla razón de que los espías no pueden estar al servicio de dos amos sin causar un distanciamiento entre ambos.
La instalación de un funcionario empresarial como Presidente de México en el 2000 trajo como consecuencia una mayor polarización en la sociedad, ya que el Estado dejó por completo su actividad empresarial e incumplió sus responsabilidades constitucionales de invertir en la infraestructura del País...
Fueron incontables las tropelías que se hicieron en silencio durante el largo periodo del priismo en México, pero se alcanzó un cierto grado de pacificación que permitió el desarrollo de la economía del País durante las tres décadas de crecimiento sostenido sin inflación de 1936 a 1968. Después de este periodo vino la decadencia de dos décadas en las que no creció la economía, por falta de buenos dirigentes políticos que no detectaron el proceso de globalización y aislaron a México del resto del mundo. No obstante, el sistema de "inteligencia" siguió funcionando con gran eficacia y mayor impunidad.
El fraude electoral de Carlos Salinas en 1988 y su ilegítimo ascenso al poder produjeron una asociación política con el PAN que le permitió dejar en el camino a la izquierda de aquel entonces y gobernar en sociedad con la fuerza política que representaba a la mayoría de los grandes capitalistas de viejo cuño del País. Desde ese momento, el sistema mexicano de "inteligencia" dejó de funcionar, por la sencilla razón de que los espías no pueden estar al servicio de dos amos sin causar un distanciamiento entre ambos.
La instalación de un funcionario empresarial como Presidente de México en el 2000 trajo como consecuencia una mayor polarización en la sociedad, ya que el Estado dejó por completo su actividad empresarial e incumplió sus responsabilidades constitucionales de invertir en la infraestructura del País...
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