LUIS A. ECHEVERRÍA
ALFONSO MARTÍNEZ DOMÍNGUEZ
CARLOS ALBERTO MADRAZO
En La Herencia, su autor, Jorge G. Castañeda Gutman, [Ex- Secretario de Relaciones Exteriores], le preguntó al ex-presidente Luis Echeverría:
— ¿Alfonso Martínez Domínguez tenía aspiraciones [a la Presidencia 1970-76]?
—Se sabía como el más político de México. Realmente comenzó una política de principios muy nobles, con poca escuela, en el DDF, y pudo hacer un grupo muy importante en las relaciones con el sindicato. Alemán lo utilizó y ahí salió diputado. Luego lo trajo el señor Ruiz Cortines, López Mateos lo volvió a exaltar y lo recogió Díaz Ordaz, que había tenido muchas dificultades con todo el gabinete en tiempo de López Mateos. Se fueron agrupando todos alrededor de Donato Fonseca; cuando sale candidato Díaz Ordaz coge a grupos nuevos y entonces hace presidente del partido a Alfonso. Porque cuando tomó posesión Díaz Ordaz, me encomendó a mí, secretario de Gobernación—es un antecedente—, invitar en su nombre al licenciado Carlos Madrazo a ser presidente del partido.
Estoy viendo la escena. Había gente en mi despacho, llegó Madrazo, se sentó en el salón verde de espera del secretario de Gobernación. Salí: “Señor licenciado, mucho gusto.” “A sus órdenes,” me dijo. “Me encomienda el señor Presidente Díaz Ordaz invitarlo a usted a ser presidente del partido.” “Yo no acepto.” “¿No?,” le dije, ser presidente del partido es muy importante.” “Bueno, acepto por usted,” y fue presidente del partido. Las personas que predominaron en distintos escalones del partido no le dieron su colaboración, sino al contrario, y el Presidente puso entonces al doctor Lauro Ortega. Comenzaron a socavar todas las tendencias de renovación, la forma de trabajar de Madrazo; eso duró un año. Entonces Madrazo dice: “Vamos a escoger candidatos no de dedazo desde aquí, sino lo que nuestra gente quiera.” Así provocamos la auscultación, manifestaciones, mítines, y después salía el que Madrazo quería, porque decía que era el popular, porque él pensaba que la gente lo había pedido. Estaban con Madrazo, [Manuel] Bartlett de asesor o secretario, Rodolfo Echeverría de jefe de los jóvenes que se habían conquistado y ahí estaban [Manuel] Camacho con Rodolfo y [Patricio] Chirinos, y otros más que después hicieron carrera, adorando a Madrazo. Todos contra Madrazo, de Lauro Ortega para abajo, y los jóvenes renuncian y sale Bartlett del partido y se quedó Lauro Ortega como secretario general. Después, en una convención ya quedó Alfonso; le estoy hablando de la habilidad política de Alfonso, desde muy joven en el DDF. “Él siempre abrigó la esperanza de ser candidato.”
LUIS A. ECHEVERRÍA ALVAREZ
RICARDO MARGÁIN ZOZAYA
EMILIO AZCÁRRAGA MILMO
En septiembre de 1973, un comando de la Liga Comunista 23 de Septiembre intentó secuestrar al magnate Eugenio Garza Sada, cabeza del grupo Monterrey. Los guardaespaldas repelieron el asalto y en la balacera murió el industrial. Los secuestradores fueron atrapados y el presidente Echeverría asistió al sepelio de Garza Sada en Monterrey, y allí pudo constatar hasta qué punto se hallaban enconados los ánimos de los hombres de negocios regiomontanos en contra del gobierno. Echeverría tuvo que soportar un ambiente hostil y un discurso pronunciado por el Lic. Ricardo Margáin,* representante del grupo Monterrey, inusitadamente duro y virulento (“se ha propiciado desde el poder el ataque deliberado al sector privado, sin otra finalidad aparente que fomentar la división y el odio entre las clases sociales. Secuestros, atentados dinamiteros, asaltos bancarios, universidades convertidas en tierra de nadie, destrucción y muerte, eso es lo que tenemos que sufrir en carne propia”) que, además, fue repetido íntegramente varias veces en todo el país por TELEVISA con un gran despliegue, pues por primera vez en su historia el cuasi-monopolio de la televisión también se hallaba en contra del gobierno y en plan retador. Esa noche, desde la Presidencia intentan en vano de interrumpir la transmisión del regaño. Azcárraga no acepta la exigencia, y por un tiempo se distancia de Echeverría... Nota completa aquí
ALFONSO MARTÍNEZ DOMÍNGUEZ
CARLOS ALBERTO MADRAZO
En La Herencia, su autor, Jorge G. Castañeda Gutman, [Ex- Secretario de Relaciones Exteriores], le preguntó al ex-presidente Luis Echeverría:
— ¿Alfonso Martínez Domínguez tenía aspiraciones [a la Presidencia 1970-76]?
—Se sabía como el más político de México. Realmente comenzó una política de principios muy nobles, con poca escuela, en el DDF, y pudo hacer un grupo muy importante en las relaciones con el sindicato. Alemán lo utilizó y ahí salió diputado. Luego lo trajo el señor Ruiz Cortines, López Mateos lo volvió a exaltar y lo recogió Díaz Ordaz, que había tenido muchas dificultades con todo el gabinete en tiempo de López Mateos. Se fueron agrupando todos alrededor de Donato Fonseca; cuando sale candidato Díaz Ordaz coge a grupos nuevos y entonces hace presidente del partido a Alfonso. Porque cuando tomó posesión Díaz Ordaz, me encomendó a mí, secretario de Gobernación—es un antecedente—, invitar en su nombre al licenciado Carlos Madrazo a ser presidente del partido.
Estoy viendo la escena. Había gente en mi despacho, llegó Madrazo, se sentó en el salón verde de espera del secretario de Gobernación. Salí: “Señor licenciado, mucho gusto.” “A sus órdenes,” me dijo. “Me encomienda el señor Presidente Díaz Ordaz invitarlo a usted a ser presidente del partido.” “Yo no acepto.” “¿No?,” le dije, ser presidente del partido es muy importante.” “Bueno, acepto por usted,” y fue presidente del partido. Las personas que predominaron en distintos escalones del partido no le dieron su colaboración, sino al contrario, y el Presidente puso entonces al doctor Lauro Ortega. Comenzaron a socavar todas las tendencias de renovación, la forma de trabajar de Madrazo; eso duró un año. Entonces Madrazo dice: “Vamos a escoger candidatos no de dedazo desde aquí, sino lo que nuestra gente quiera.” Así provocamos la auscultación, manifestaciones, mítines, y después salía el que Madrazo quería, porque decía que era el popular, porque él pensaba que la gente lo había pedido. Estaban con Madrazo, [Manuel] Bartlett de asesor o secretario, Rodolfo Echeverría de jefe de los jóvenes que se habían conquistado y ahí estaban [Manuel] Camacho con Rodolfo y [Patricio] Chirinos, y otros más que después hicieron carrera, adorando a Madrazo. Todos contra Madrazo, de Lauro Ortega para abajo, y los jóvenes renuncian y sale Bartlett del partido y se quedó Lauro Ortega como secretario general. Después, en una convención ya quedó Alfonso; le estoy hablando de la habilidad política de Alfonso, desde muy joven en el DDF. “Él siempre abrigó la esperanza de ser candidato.”
LUIS A. ECHEVERRÍA ALVAREZ
RICARDO MARGÁIN ZOZAYA
EMILIO AZCÁRRAGA MILMO
En septiembre de 1973, un comando de la Liga Comunista 23 de Septiembre intentó secuestrar al magnate Eugenio Garza Sada, cabeza del grupo Monterrey. Los guardaespaldas repelieron el asalto y en la balacera murió el industrial. Los secuestradores fueron atrapados y el presidente Echeverría asistió al sepelio de Garza Sada en Monterrey, y allí pudo constatar hasta qué punto se hallaban enconados los ánimos de los hombres de negocios regiomontanos en contra del gobierno. Echeverría tuvo que soportar un ambiente hostil y un discurso pronunciado por el Lic. Ricardo Margáin,* representante del grupo Monterrey, inusitadamente duro y virulento (“se ha propiciado desde el poder el ataque deliberado al sector privado, sin otra finalidad aparente que fomentar la división y el odio entre las clases sociales. Secuestros, atentados dinamiteros, asaltos bancarios, universidades convertidas en tierra de nadie, destrucción y muerte, eso es lo que tenemos que sufrir en carne propia”) que, además, fue repetido íntegramente varias veces en todo el país por TELEVISA con un gran despliegue, pues por primera vez en su historia el cuasi-monopolio de la televisión también se hallaba en contra del gobierno y en plan retador. Esa noche, desde la Presidencia intentan en vano de interrumpir la transmisión del regaño. Azcárraga no acepta la exigencia, y por un tiempo se distancia de Echeverría... Nota completa aquí
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