ChequN esta nota de Proceso sobre la silla vacía y la torpeza del PRIAN:
El que no fue a La Villa
México, D.F., 20 de abril (apro).- La frustración abulta la frente de algunos comepejes y la mandíbula de otros, que en vez de calderonistas o madracistas deberían ser lombrosistas. Una vez logrado su acuerdo de “exhibir” la ausencia de López Obrador en el debate que tendrán –dicen ellos— “entre pares”, todas las noticias electorales de esta semana han girado en torno del único candidato cuyo padre no lo alimentó del erario.
cuauhtémoc arista/ apro
Calderón debatirá con la silla del “Peje” para tratar de conservar el segundo lugar en el que arrancó y Madrazo tendrá la oportunidad de hablarle de frente a alguien, siempre y cuando no se le interrogue acerca de su fortuna, sus mapacherías pasadas y presentes, sus relaciones peligrosas con empresarios no estrictamente limitados por la ley u otros temas intrascendentes para la democracia. Porque ya se sabe, la esencia de ésta es el debate, no el respeto al voto.
En Roberto Campa y Patricia Mercado radica la posibilidad de que ese debate no se convierta en uno de esos “diálogos” de Espacio Televisa. Sería bochornoso que López Obrador ganara el round sólo porque su silla no hizo el ridículo.
Porque ridículo será que Madrazo prometa democracia, cuando la ha perseguido en su partido; que hablara de honestidad cuando aun sus correligionarios se protegen la cartera cuando se reúnen con él; que proponga una política exterior cuando hace poco no podía entrar en Estados Unidos; o incluso que critique la gestión de López Obrador en el gobierno capitalino sin mencionar aunque sea uno de sus propios logros como delegado hankista en Magdalena Contreras. Digo, hablando de temas de los que puede hablarse en televisión.
Por su parte, Calderón podrá darse gusto en responder todas las dudas de los ciudadanos. Su cuñado Juan Ignacio Zavala dice que el debate servirá para rendir cuentas, así que Calderón podrá aclarar si su petición de castigo para los delitos cometidos durante el rescate a los banqueros lo incluye a él mismo. Calderón se burlaba del “Peje” porque, decía, su pretensión era “darle pamba” a los empresarios que maniobraron ilegalmente para no pagar créditos millonarios y endosárselos al erario. Si el candidato oficial confiesa que operó la aprobación de esa barbaridad por consigna política, y no por un interés económico personal, entonces sí bastará que ofrezca esa cabeza suya –elocuentemente definida por Manuel Espino en uso de su libertad de expresión— para recibir pamba.
También podría explicar por qué sabotea su propia campaña presidencial. Es decir, cómo es que si comparte sólo algunas políticas públicas del candidato espejo Vicente Fox, incorpora a su responsable de políticas públicas Eduardo Sojo a su equipo. Y por qué niega el uso del padrón de programas sociales para su proselitismo, cuando hasta Fox le copió el esquema en su visita a Uruapan de la semana pasada.
Inevitables son también las preguntas que todavía puede hacerle el propio Madrazo: por qué miente acerca de los hechos y los dichos de su rival perredista y se enoja cuando se lo demuestran. Por qué señala a los expriistas que se van al PRD y pretende santificar a los transpriistas que llegan al PAN (el “PRI” renovador, lo llama Jorge Fernández Menéndez...). Por qué se burla de los salinistas de López Obrador, si sus mentores espirituales lo formaron a él en el amor a Salinas, y lo demostraron con sus obras.
Calderón puede aprovechar su tiempo al aire para admitir que a su asesor Dick Morris no le interesa cómo quede el panorama político mexicano después de la guerra sucia panista y, de paso, aclarar con qué cabeza piensa Dick.
O informar si alejó al primer calderonista de la campaña, el exteleviso Francisco Ortiz Ortiz, debido a la información de que su sueldo como titular del Consejo de Promoción Turística de México fue suficiente para adquirir una millonaria propiedad en Miami y una colección de autos (dice Jorge Castañeda que sí alcanza).
Y ya de paso, podría demostrar que eligió a Ortiz como primer coordinador de campaña por su probada eficacia, no importa que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reporte anomalías en su gestión, como el fracaso en la promoción turística en Europa, Latinoamérica y ese lejano país llamado México (con aburridas cifras, por supuesto).
Y si le parece que eso quedó muy en el pasado, entonces puede responder a una cuestión relacionada con sus descalificaciones a la errática legislación perredista en materia de transparencia en el Distrito Federal: ¿Ya les informó Calderón a los panistas de a pie, en caso de que los haya, que él tomó la decisión de que la Secretaría de Energía fuera la única dependencia federal que intentara ampararse contra la Ley Federal de Acceso a la Información Pública Gubernamental, con el pretexto de que afectaría el patrimonio de la institución? Hace dos semanas, la Sener y Felipe perdieron ese amparo.
Y aunque suene a acertijo, hay que plantearle a Calderón, quien propone la continuidad económica para que México sea mejor que ayer –y, supongo, mejor que hoy, hoy, hoy--: A partir del dato de que México encabeza la recepción de inversión extranjera en América Latina, ¿también va a la vanguardia en desarrollo social y crecimiento? No es lo que dice el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En fin, la apuesta de los estrategas calderonistas por exhibir la ausencia de López Obrador en el debate será eficaz, sin duda. Lo que falta ver es a quién le convendrá eso, pues –para que lo entiendan los jefes apaches perredistas-- se siente o no se siente, “El Peje” estará presente
El candidato Fox
El 9 de marzo de 2003 apareció en Proceso (edición 1375), la siguiente información de Antonio Jáquez y Pascal Beltrán:
“Durante la campaña electoral de 2000 y en las semanas posteriores a las votaciones del 2 de julio (el secretario de Gobernación de Ernesto Zedillo, Diódoro) Carrasco debió responder a varias acusaciones de haber ordenado escuchas telefónicas y otras formas de espionaje contra el equipo del candidato de la Alianza por el Cambio.
“Las más resonantes las hizo el propio Vicente Fox, el mismo día que el entonces diputado (Enrique) Jackson subió a la tribuna de la Comisión Permanente para exhibir copias de documentos bancarios que detonaron el escándalo político que continúa casi tres años después.
“Entrevistado desde Cuernavaca, en el noticiario de Joaquín López Dóriga, Fox acusó directamente a Gobernación de haber filtrado los documentos al PRI (La Jornada, 22 de junio de 2000).
“Molesto, Fox dijo que su campaña había sido objeto de un ‘espionaje continuo’ y que legisladores priistas estaban ofreciendo hasta ‘un millón de pesos’ en Guanajuato a quienes dieran información sobre su vida.
“Atacó: ‘Nos trasculcan, nos espían, nos conectan los teléfonos y se averigua todo lo que uno dice; van y sacan ilegalmente cheques o copias de cheques, pero además ni siquiera los muestran con claridad y construyen historias para perjudicar a ciudadanos. Eso, les puedo asegurar, no va a pasar jamás en nuestro gobierno’.”
Una razón más para votar por el peje y por el PRD para el congreso en el 2006.
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