MADRAZO PIERDE EDOMEX.

De el Universal:


Salvador García Soto.
El Universal.
Lunes 17 de abril de 2006 grafico.
Roberto y Emilio, la ruptura.

Emilio Chuayffet no es el único madracista que se dice "traicionado" por el candidato presidencial del PRI. Son varios, quizás demasiados, los políticos que, después de haber sido cercanos a Roberto Madrazo y colaborar con él largo tiempo, hoy forman una lista de resentidos que acusan al tabasqueño de mentirles, de no apoyarlos o de traicionar la confianza y la lealtad que le tuvieron.

Pero de todos esos, quizás el que resulte más costoso para el candidato priísta es Chuayffet. Porque de ser un problema con un político que, aunque importante, al final sólo representaba a sí mismo, el conflicto con Chuayffet, por una extraña decisión del candidato, tuvo un efecto carambola que terminó por dañar la relación con el poderoso Grupo Atlacomulco, al que Madrazo le negó la candidatura de Alfredo del Mazo al Senado y desairó así al gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto. Las consecuencias de ese desaire se verán el próximo 2 de julio y, aunque no haya gritos ni estridencias del gobernador, los efectos de aquella determinación pueden ser letales para el candidato priísta.

Pero ¿cómo ocurrió el desencuentro entre Chuayffet y Madrazo que dio pie al distanciamiento con el grupo mexiquense?

Alrededor del 20 de marzo Roberto mandó llamar a Emilio y le planteó que encabezara la primera fórmula de mayoría al Senado por el estado de México. "Necesito que me ayudes Emilio, te pido que vayas en la fórmula y que saques bien la elección en tu estado", le pidió el candidato al diputado. La respuesta de Chuayffet fue un no rotundo.

"Yo sí quiero ir al Senado, pero creo que por la posición que tengo, donde tú me pusiste no se vería bien que yo hiciera campaña, sobre todo, porque otros políticos llegarán sin hacer campaña", argumentó el ex secretario de Gobernación.

A Madrazo no le gustó nada la respuesta, pero disimuló su molestia y, sin cuestionar a Emilio, le pidió entonces acelerar la elaboración de la plataforma de gobierno, de la que se encargaba en la campaña.
Ante la negativa de Chuayffet, se definieron, con el aval del gobernador, los nombres de los dos candidatos de mayoría al Senado: Rebeca Godínez y Jaime Vázquez. Días después, cuando Madrazo empezó a negociar las senadurías plurinominales habló nuevamente con el mandatario para consultarle sobre el espacio que le correspondía a esa entidad.

" Enrique, te propongo que en el espacio de ustedes vaya Emilio", sugirió el candidato. Pero la reacción del gobernador fue inmediata. "No. En ese lugar va Alfredo del Mazo. Además, tú mismo me dijiste que Emilio no aceptó la candidatura que le ofreciste", contestó Peña. Madrazo no insistió por Chuayffet y aceptó la propuesta del gobernador.

Ahí comenzó el enfriamiento a Emilio que después llegaría a la ruptura pública. Madrazo no sólo había privilegiado al poderoso gobernador mexiquense, a quien sin embargo después desairaría, sino que además, había elegido, de entre dos de sus operadores que hace meses sostienen una guerra a muerte, a Manlio Fabio Beltrones.

Después de todo el propio Chuayffet se excedió cuando, a sabiendas de que las constantes ausencias de Beltrones a sus labores como diputado eran por la campaña, había ordenado al personal administrativo de la fracción priísta no aceptarle ningún justificante más a Manlio y que, cualquier inasistencia le fuera contada como falta y se le descontara. Fue esa acción de Emilio lo que motivó la licencia temporal que Beltrones pidió a su cargo.

Ese fue quizás el colofón de una larga cadena de hechos, actitudes y decisiones que desencadenaron en la ruptura de una alianza política que nació al calor de aquella revuelta golpista contra Elba Esther Gordillo en San Lázaro. Hoy quizás se pueda entender por qué Madrazo se distanció de Emilio Chuayffet. Lo que parece inexplicable fue por qué lo hizo del gobernador Peña Nieto y del Grupo Atlacomulco. Porque poner en riesgo una entidad decisiva como el estado de México parece un acto suicida para alguien que, aún con su tercer lugar en las encuestas y los golpes que no cesan dentro y fuera de su partido, sigue diciendo que será Presidente.

Esto que está ocurriendo en el Estado de Mexico es contundente para la pérdida de votos que resiente el priísta Madrazo, por eso en su columna de ayer Berrueto -uno de los analistas que más sabe del PRI-dice:
Las noticias no son buenas para los analistas que de una inflexión leyeron una fatal catástrofe para el tabasqueño. Significativo de esta medición es que en las últimas dos semanas Madrazo perdió más de cinco puntos, Felipe se estabilizó y López Obrador incrementó lo que el PRI perdió. Esos son los hechos y su interpretación es desafío. Además, se advierte un creciente interés en la elección: votaría 60 por ciento del electorado, arriba de 40 millones.
Si consideramos que el padrón electoral mas grande del país los representa el Edomex, y le sigue el D.F., y que AMLO será el receptor de la mayoría de esos votos, ya el PEJE tiene en la bolsa, la mitad de los votos que necesita para ganar la elección el dos de julio.

Independientemente de lo que digan las encuestas, -que a mí en lo personal no terminan de convencerme-, porque creo que de una manera u otra "la gente que no quiere perder los privilegios", le está poniendo mucho dinero a todos los medios en general, aunque haya periodistas y analistas honestos que no aceptan "chayote" en sus nóminas, y que les aceptan sus posiciones ante la realidad para no enseñar todo el cobre. Como es el caso de el Universal que no sería la primera vez que se somete al poder, (recordemos hace poco que le renunció todo el cuerpo editorial de La Revista, porque Ealy Ortiz no los dejó publicar un artículo, que a la semana siguiente publicó Proceso, entre los periodistas que renunciaron recuerdo a Pascal Beltrán del Rio).

Resumiendo, yo no le creo a la encuesta del Universal, para mí esa empresa no es confiable, no así algunas plumas que colaboran en el medio editorial, y cito ejemplos: Ricardo Rocha, Porfirio Muñoz Ledo, Manuel Camacho Solís, Ricardo Raphael,el mismo Jorge Zepeda Patterson, Carlos Monsivais, y dos o tres mas que se escapan a mi memoria.

Pero en fin, que cada quien con su pan y se lo coma, lo único que yo veo es que la gente, el pueblo de México, ya no comulga con ruedas de molino y el dos de julio lo demostrará.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.


UP DATE.

A este asunto de la Revista del Universal me refiero lineas arriba, y por eso sostengo, que es dificil confiar en medio alguno en estos tiempos de canibalismo electoral:

INDICADOR POLITICO
Censura en diario por proteger a los Fox.
Rarezas de un director; ayer no, hoy sí.
Carlos Ramírez.

Como ha ocurrido a finales de casi todos los sexenios, la censura de prensa promovida desde las altas esferas del poder se ha convertido en un elemento más de la crisis de la política de comunicación social de los gobiernos en turno. Ocurrió con los priístas y ahora se explaya con el primer gobierno panista: la mano dura ha buscado inhibir la libertad de expresión.

Los casos se multiplican: el acoso contra la revista Proceso y la periodista argentina Olga Wornat por haber publicado el documento en el que la señora Marta Sahagún revela las desventuras de su primer matrimonio para buscar la anulación religiosa, ahora se suma lo ocurrido en la publicación La Revista, semanario del periódico El Universal. Por presiones de los Fox han ocurrido ceses y conflictos que tienen que ver con la falta de libertad para escribir y con los compromisos de editores con el gobierno foxista.

El caso de La Revista tiene, por lo demás, su propio ingrediente. La revista Etcétera, fundada por Raúl Trejo Delarbre y ahora bajo la dirección de Marco Levario Turcott, dedicó páginas de de sus números de septiembre y ahora de octubre a revisar sin pasiones lo ocurrido en ese semanario de El Universal, sobre todo porque su presidente y director general, Juan Francisco Ealy, no pierde oportunidad para leer discursos a favor de la libertad absoluta de expresión, además de que es vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, un organismo dedicado a denunciar y defender la libertad en los medios.

La cobertura de Etcétera va hasta el fondo. Y descubre que no todos son héroes ni todos villanos. El conflicto comenzó a mediados de julio y terminó prácticamente a mediados de septiembre: el director en funciones, Ignacio Rodríguez Reyna, fue obligado a renunciar y en su lugar se designó a Raymundo Riva Palacio. Los motivos de la caída fueron las órdenes de Ealy para que nada se publicara contra los Fox ni contra los amigos del editor.

Pero el asunto encontró otra derivación interesante que Etcétera incluyó como "paradoja", aunque en todo caso incongruencia: Raymundo Riva Palacio había renunciado a la dirección de Milenio Diario hace tres años y había publicado cartas denunciando presiones de la señora Marta Sahagún. Hoy, paradójicamente, Riva Palacio asumió la dirección de una revista cuyo director había sido cesado por haber querido publicar reportajes contra la señora Sahagún y Fox. Para reforzar su aportación, Etcétera incluye tres párrafos de la anterior carta de renuncia de Riva Palacio. "La paradoja es que (La Revista) la dirigirá un periodista que hace tiempo también fue víctima de la censura por cuestionar a Vicente Fox y a la señora Sahagún".

La crisis en los medios de comunicación ha comenzado a preocupar. No se trata sólo de políticas represivas en los medios, sino de una verdadera política de comunicación para cerrar los espacios del ejercicio de la crítica independiente. La acusación contra Proceso es un acto absolutamente intimidatorio por parte de la señora Sahagún, quien no es solamente esposa del presidente de la república sino que fue vocera de la presidencia y directora de comunicación social de Los Pinos. Estos cargos ahora le pesan en una demanda para ocultar la parte de su vida privada que tiene efectos en sus posiciones políticas y públicas. Y la acusación contra la periodista argentina Olga Wornat coloca a Fox en un parecido a Carlos Menem, el presidente argentino que acosó a la prensa para estrechar la crítica.

La crisis en La Revista no tiene que ver nada más con esa publicación o con El Universal sino que ofrece indicios preocupantes de la censura de prensa que ocurre cada final de sexenio. Lo grave de la censura ocurre cuando los intereses políticos de funcionarios se cruzan con los de los editores. El trabajo de investigación de Etcétera en su edición de septiembre exhibió toda la agitación en la redacción, ofreciendo nombres y fechas de los involucrados. Luego de que Ealy ordenó la no publicación de un reportaje sobre Creel y los amigos beneficiados con los permisos de casas de juego, el director Rodríguez Reyna hizo los arreglos para aceptar y darle causa a la censura. Las cosas se salieron de cauce y semanas después Rodríguez Reyna cayó de la dirección de La Revista.

Los problemas de los medios con el poder ya no tienen que ver solamente con el problema de la publicidad del Estado, sino también con los intereses de los funcionarios y los de algunos editores. Como en el viejo Estado priísta, en el foxismo se ha privilegiado la manipulación del poder gubernamental para incidir sobre las políticas informativas de los medios, ya sea con privilegios o con recursos.

Ahora mismo el gobierno de Fox ha comenzado a jugar políticamente con editores y propietarios de medios electrónicos para intercambiar lealtad y disminución de la crítica, a cambio de incluirlos en las posibilidades de entrega de concesiones de radio y de televisión. Pero a las manipulaciones del poder se han sumado los juegos de intereses de concesionarios y editores para acceder a mayores partes del negocio de la comunicación concesionada.
La censura contra profesionales de la información no es gratuita. Tiene que ver con la utilización, por parte del primer gobierno de la alternancia, de los instrumentos del poder para someter las políticas editoriales de los medios. Estas expresiones autoritarias ocurren casi a finales de sexenio, cuando los presidentes de la república tienen que operar su sucesión presidencial pero siempre en condiciones estrechas de debilidad. De ahí los manotazos autoritarios.

Los medios de comunicación y la crítica editorial fueron una de las principales conquistas de la democratización política arrancada al Estado autoritario. El papel de los medios en el debilitamiento del sistema político priísta autoritario fue activo contra la figura presidencial intocable. La crítica al poder logró ablandar el despotismo presidencial que ahogaba las posibilidades de la democracia. De ahí que todo acto de censura, ya sea del presidente de la república y su esposa como de los edirtores y hasta de gobernantes dictatoriales como el gobernador sonorense Eduardo Robinson Bours, es un atentado contra la transición a la democracia. Así de simple.

Y sigo insistiendo en que la mejor opción es AMLO y la mayoría perredista al Congreso.