ESTOS SON HECHOS, NO CALUMNIAS.

El editorial de la Jornada Hoy:

Ausencia de filtros.
Con información que poco a poco ha proporcionado la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) se ha configurado el perfil delictivo de los dos pilotos adscritos a la dirección general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que fueron detenidos el pasado lunes en el aeropuerto de Ciudad del Carmen, Campeche, tras el decomiso de 5.5 toneladas de cocaína, cargamento de un DC-9 con bandera de Estados Unidos procedente de Venezuela.

Fernando Poot Pérez, subgerente de coordinación de vuelo, y Marco Aurelio Pérez de Gracia, subgerente coordinador de tripulación de vuelo en la Conagua, ambos ex militares, son los detenidos. El primero ya había estado en prisión en 1999, acusado de delitos contra la salud por trasladar droga en una aeronave, y fue hasta 2000 cuando un juez lo dejó en libertad.

No obstante, ese antecedente penal no figura en su expediente laboral porque, al parecer, la Secretaría de la Función Pública (SFP) tampoco lo tiene registrado. De Poot Pérez, originario de Quintana Roo, se conoce además que fue director de Seguridad Pública de Chetumal a principios de los años 90, durante el gobierno de Miguel Borge Martín, quien se vio obligado a retirarlo del cargo por presiones del Congreso local. Los legisladores de Quintana Roo acusaron a Poot de estar involucrado en corruptelas y abuso de autoridad. Fue piloto de Borge Martín y después del ex gobernador Mario Villanueva Madrid, ahora preso en La Palma por sus vínculos con el cártel de Juárez. La SIEDO investiga los presuntos nexos del piloto con ese grupo de narcotraficantes, así como con el cártel de Sinaloa, de Joaquín El Chapo Guzmán.

Ante los primeros resultados de las investigaciones es inevitable preguntarse, y particularmente preguntar a la SFP, cómo fue posible que pilotos con antecedentes de trasiego de drogas hayan ocupado cargos en el círculo más cercano al director general de la Conagua, Cristóbal Jaime Jáquez, debido a que eran personas que tenían acceso permanente a las aeronaves, hangares y aeropuertos que utiliza ese funcionario del gobierno federal; a qué se debe que ambos pilotos cuenten con un expediente "limpio" si, como en el caso de Poot Pérez, existen antecedentes de un dudoso desempeño como servidor público.

El caso ha evidenciado que la SFP carece de los mecanismos de control para detectar la intromisión en el gobierno de personas presuntamente vinculadas al crimen organizado y, por lo tanto, está incumpliendo la tarea de advertir al respecto a las dependencias oficiales.

Al mismo tiempo se ha reactivado la urgencia de aprobar el reglamento de la Ley de Seguridad Nacional, proceso que quedó estancado en noviembre del año pasado por la polémica que desataron algunas disposiciones, como la aplicación periódica de pruebas antidoping y de polígrafo a funcionarios, así como evaluaciones sicológicas y acciones de estrecha vigilancia.

Pero más allá de la polémica, es urgente que el gobierno federal cuente con mecanismos de control que, en el marco de la ley y el respeto a los derechos fundamentales, evite que se infiltren criminales en el gobierno.

Y esta es la nota de los reporteros de La Jornada:
El historial laboral preparado por la SFP indica que es un funcionario "limpio".
Tendría viejos nexos con narcos uno de los pilotos de Conagua detenidos .
GUSTAVO CASTILLO Y JAVIER CHAVEZ REPORTERO Y CORRESPONSAL

A pesar de que el expediente oficial de Fernando Poot Pérez, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), indica que es un funcionario "limpio", su historia laboral en Quintana Roo y su detención en 1999 por delitos contra la salud lo vinculan con integrantes del cártel de Juárez, como el ex gobernador de Quintana Roo Mario Villanueva Madrid, y del cártel de Sinaloa que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán Loera, revelaron fuentes gubernamentales.
Poot Pérez, relacionado con la incautación de 5.5 toneladas de cocaína el pasado lunes en el aeropuerto de Ciudad del Carmen, Campeche, fungió como director de Seguridad Pública en Chetumal a principio de la década de los noventa, aunque formalmente también sirvió como piloto (de 1987 a 1993) del entonces gobernador Miguel Borge Martín y luego del mandatario quintanarroense Mario Villanueva Madrid (de 1993 a 1999).
Este jueves, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) detuvo en el aeropuerto de Toluca, estado de México, a Orlando Flores Rueda, otro piloto supuestamente relacionado con la droga incautada en un avión DC-9 propiedad de la empresa estadunidense Fly.

De manera lenta han surgido a la luz pública datos sobre la identidad y el trabajo que desarrollaban en la Conagua los dos pilotos mexicanos detenidos en Ciudad de Carmen, información que, según altos funcionarios del gobierno federal, fue conocida tras haber sido capturados, pero que no fue dada a conocer por la Procuraduría General de la República (PGR) ni por la Secretaría de la Defensa Nacional.

Lo anterior, a pesar de que en la conferencia en la que se difundió la incautación de las 5.5 toneladas de cocaína también se informó de la captura de otro presunto narcotraficante, del cual sí se dieron pormenores de identidad y situación laboral, mencionando que se trataba de un empleado del Gobierno del Distrito Federal de "menor nivel", como lo calificó el subprocurador federal Gilberto Higuera Bernal.

Al continuar las investigaciones relacionadas con el decomiso de cocaína, la SIEDO ya tramita un arraigo por 90 días en contra de los pilotos mexicanos Poot Pérez, Marco Aurelio Pérez de Gracia y Flores Rueda, así como del venezolano Miguel Vázquez Guerra.

Respecto de Flores Rueda, la PGR informó que su captura obedeció a que "el pasado 9 de abril viajó de la ciudad de Toluca a Ciudad del Carmen a bordo de la aeronave tipo Falcón con matrícula XB-IYK, la cual también se encuentra relacionada con los hechos investigados".

Flores Rueda fue aprehendido por personal de la SIEDO en el aeropuerto internacional de Toluca cuando pretendía trasladarse en una camioneta marca Jeep, modelo Grand Cherokee, placas de circulación HEG-2707 del estado de Guerrero.

Según las fuentes consultadas, la SIEDO mantiene detenidas a más de 13 personas, la mayoría funcionarios del aeropuerto de Ciudad del Carmen, para deslindar su responsabilidad en la comisión de delitos contra la salud, ya que presuntamente habrían tratado de impedir que efectivos del Ejército Mexicano revisaran la aeronave.

Para obtener mayor información del avión DC-9 matrícula N900SA de bandera estadunidense, la SIEDO ya solicitó -por conducto de Interpol- al gobierno de Venezuela su colaboración para avanzar en la indagatoria, sobre todo luego de obtener información de que Poot Pérez viajó recientemente a esa nación.

El ex militar y piloto mexicano Poot Pérez fue señalado por el Congreso quintanarroense como un funcionario involucrado en actos de corrupción y abuso de autoridad, por lo que solicitaron al gobierno estatal su destitución.

Como se dijo, Poot Pérez fue piloto de los ex gobernadores Miguel Borge Martín y Mario Villanueva Madrid. Ambos ex mandatarios se transportaban ocasionalmente en un avión Cessna Caravan, que la Procuraduría General de la República (PGR) cedió en comodato al gobierno de Quintana Roo a finales de la década de los ochenta.

Poot Pérez se convirtió en el piloto permanente de Borge Martín y se ganó la confianza del mandatario priísta, quien lo instaló al frente de la dirección de Seguridad Pública del Estado en Chetumal. Tras su caída como encargado de seguridad pública, Borge lo envió de nuevo al hangar de gobierno como piloto emergente, exclusivamente asignado al Caravan.

Al asumir la gubernatura, Mario Villanueva desmanteló la mayor parte del equipo de su sucesor, pero Poot Pérez fue habilitado de nuevo como piloto.

Sin embargo, desapareció de Quintana Roo cuando la PGR intensificó sus investigaciones en contra de Mario Villanueva, por sus presuntos vínculos con el cártel de Juárez, en particular con Ramón Alcides Magaña, alias El Metro.

Posteriormente Poot Pérez se dedicó a pilotear en aerolíneas comerciales con sede en Toluca, hasta que fue contratado por la Conagua como subgerente de coordinación de vuelo en 2003, a pesar de sus antecedentes como policía en Quintana Roo y su ingreso a prisión en 2000 por su presunta responsabilidad en la comisión de delitos contra la salud.

Según Blanca Alicia Mendoza, subdirectora general jurídica de la Conagua, en el expediente de Poot Pérez existe una constancia emitida por la Secretaría de la Función Pública en la que no se le atribuye la comisión de ninguna acción ilegal.

Y este es el inciso 9, de la columna de Luis Javier Garrido, también en la Jornada:

9. El actual es un escenario muy turbio. La pregunta que se escuchó en los noticieros radiales aparece vinculada al proceso electoral: ¿hasta dónde se halla metido el gobierno de Fox en el narcotráfico? El mismo día en que Manuel Espino buscó vincular absurdamente con el PRD a un trabajador del gobierno capitalino arrestado en el aeropuerto por posesión de droga, estalló el nuevo escándalo del gobierno de Fox: dos pilotos, que son altos funcionarios de la Comisión Nacional del Agua, dirigida por Cristóbal Jaime Jaquez, ex compañero de Fox en Coca-Cola y su amigo personal, fueron detenidos en un operativo confuso, y acaso por error, en Ciudad del Carmen con uno de los mayores cargamentos de cocaína de la historia, con valor de 180 millones de dólares.


Estos son HECHOS no jaladas ni calumnias como las que quiso propalar Espino. A ver, señores panistas, que tienen que decir de estas realidades concretas.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.