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viernes, abril 14, 2006

CARAMBAZOS MENTIROSOS.

Miguel Angel Granados Chapa en el Reforma:




Miguel Ángel Granados Chapa.
Carambazos.

El candidato de Acción Nacional Felipe Calderón y Manuel Espino, presidente ese partido, mienten. En sus embates contra el perredista Andrés Manuel López Obrador aprovechan la desinformación del público para atacarlo con aseveraciones cuya naturaleza infundiosa no ignoran. Calderón y Espino fueron diputados en la LVIII Legislatura y en tres ocasiones estuvieron entre los que aprobaron el techo de deuda del DF durante el gobierno de López Obrador. Saben que no pudo ocurrir nada digno de escándalo

El partido que fue encabezado por Manuel Gómez Morín, por Adolfo Christlieb Ibarrola, por Efraín González Morfín, es hoy presidido por Manuel Espino, un oscuro militante que ganó la dirección panista desde su cargo de secretario general, donde se apoderó de los hilos de la burocracia partidista. A diferencia de aquellos ilustres dirigentes de su partido, no es capaz de escribir una línea sobre la doctrina de Acción Nacional. Su talante lo aleja de las ideas y lo aproxima a la acción directa, al ataque, a la inteligencia. Es partidario de la línea dura, de los carambazos, como llama a los hechos de que se compone la campaña de su semejante, Felipe Calderón, que en la misma trayectoria declinante del liderazgo panista también fue jefe del panismo.

Calderón y Espino están en apariencia distanciados, pero los une un mismo furor contra sus adversarios, dentro o fuera de su partido. Hace ya mucho tiempo que dejaron de embatir al PRI, el partido que subyugó al PAN por décadas, porque desde hace 15 años las metas y los modos de ambos partidos se hicieron gemelos, van en paralelo al mismo lugar.

Por eso su combate frontal es contra Andrés Manuel López Obrador, el candidato distinto a los semejantes Roberto Madrazo y Felipe Calderón.En su sostenida campaña contra el ex jefe de Gobierno, Calderón y Espino incurren a menudo en mentiras.

Ciro Gómez Leyva preguntó al corresponsal de su periódico en Caracas sobre media docena de afirmaciones salidas de la boca de Calderón acerca de la vida pública venezolana, que son parte del esfuerzo por construir el espantajo del López Obrador equivalente a Hugo Chávez. El periodista venezolano, que no es partidario del presidente de su país, desmintió casi todas las versiones dolosas de Calderón, que incluían algunas tan aberrantes como decir que se está negando pasaporte a los ciudadanos de aquel país para cruzar sus fronteras.

También se refirió al dizque apoderamiento de los medios de comunicación por Chávez, y al clima contrario a las inversiones propiciado por el ex militar golpista (Milenio, 12 de abril). Calderón debe saber (un candidato presidencial no debería ignorarlo) que el hombre más rico de México, Carlos Slim, ha hecho recientemente fuertes inversiones en Venezuela, acción que obviamente no tomaría un financiero que percibiera un clima adverso a su dinero.

Calderón y Espino han hecho de la denuncia al endeudamiento del gobierno capitalino uno de sus temas de batalla. Aprovechan la desinformación del público al que se dirigen para escandalizarse por los montos de la deuda adquirida por la administración de López Obrador.

Debe recordarse que, conforme a la Constitución federal, el gobierno de la Ciudad de México, que padece varias limitaciones a su autonomía, no puede manejar directamente su endeudamiento, una técnica financiera a que acuden en todo el mundo todos los gobiernos y en México todas las entidades federativas. El gobierno del Distrito Federal, por ese acotamiento de su personalidad jurídica, no puede pedir prestado lo que le parezca conveniente ni dedicar los montos obtenidos a lo que le plazca. Está obligado a solicitar autorización, a través del gobierno federal, a la Cámara de Diputados, que le fija un tope, un techo más allá del cual no le es permitido moverse. Y a través de la Secretaría de Hacienda, la propia Cámara recibe informes trimestrales sobre el comportamiento de la deuda de la administración capitalina.Calderón y Espino no ignoran que tal es el procedimiento para la obtención de créditos por el gobierno de la Ciudad de México.

No sólo conocen tal procedimiento sino que han participado en él. Si fuera verdad que el endeudamiento del gobierno de López Obrador es irresponsable y sus montos escandalosos, Calderón y Espino habrían tenido parte activa en la gestación de ese fenómeno. Ambos fueron diputados en la legislatura número 58 y ambos junto con sus compañeros votaron invariablemente en favor del techo solicitado por el gobierno de la capital.

Aunque ambos se fueron de sus curules antes de concluir su trienio, en pos de ocupaciones mejor remuneradas, lo hicieron así en los tres diciembres de su ejercicio legislativo en que aprobaron los límites de la deuda para 2001, 2002 y 2003.

La Secretaría de Hacienda presenta cuatro veces al año a la Cámara informes "sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública", que incluyen las cifras correspondientes al Distrito Federal. En la página 82 del más reciente, referido al cuarto trimestre del año pasado, puede leerse lo siguiente: "Como parte de una estrategia explícita para reducir la volatilidad en el servicio de la deuda, el gobierno del Distrito Federal realizó operaciones financieras con el objetivo de fijar el pago de intereses de una parte de la deuda, de tal forma que el equivalente al 27.3 por ciento del saldo actual paga tasa fija". Ese saldo se publica diariamente en internet."Al cierre de 2005 -añade el informe trimestral- el saldo de la deuda del gobierno del Distrito Federal registró una disminución en términos reales de 0.44 por ciento respecto al cierre del ejercicio anterior. Con lo cual, el saldo de la deuda cerró en 43 mil 527.4 millones de pesos. Este resultado se debe a un endeudamiento neto de 1 mil 246.4 millones de pesos, ya que al cierre del 2005 se (colocaron) 4 mil 99.3 millones de pesos y el monto de las amortizaciones de capital fue de 2 mil 853 millones de pesos".

Los carambazos de Espino contra López Obrador hacen añicos la verdad.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.

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