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martes, abril 25, 2006

ENCUESTA DE EXCELSIOR-PARAMETRÍA

A ver; que expliquen los del Reforma por que sus números discrepan tanto de los números de la nueva encuesta de Excelsior-Paramtría:



Y aquí la nota:

Electores, entre el debate y la descalificación

Por Francisco Abundis Luna y José Alberto Vera/Parametría 25-04-2006

A 68 días de la elección presidencial, los mexicanos parecen no estar muy interesados en escuchar a los candidatos, quienes siguen desacreditándose y dejando de lado las propuestas


Conforme se acerca el día de las elecciones la pelea por la Presidencia se vuelve cada vez más reñida. De acuerdo con la más reciente encuesta de Excélsior-Parametría, Felipe Calderón se encuentra a sólo dos puntos de alcanzar a Andrés Manuel López Obrador, cuyo primer lugar en las preferencias, que había mantenido en todas las mediciones anteriores, se tambalea.

Los resultados indican que la campaña del candidato del PAN tuvo un ascenso relevante, pues luego de mantenerse estancado durante meses en los 30 puntos, en tan sólo un mes logró sumar cuatro unidades a su favor, para pasar del 29% de las preferencias al 33%.

Por el contrario, el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, perdió en 30 días el 5 % de las simpatías electorales y se coloca ahora en su nivel más bajo desde octubre de 2005, con tan sólo 35 puntos.

A pesar de que se mantiene en el tercer lugar de las preferencias y de que perdió un punto entre marzo y abril, el candidato priísta Roberto Madrazo puede considerarse aún dentro de la pelea, pues la distancia que lo separa del perredista es ahora de sólo 7 unidades.

Aunque el debate presidencial ha despertado pocas expectativas en la población, pues sólo dos de cada diez mexicanos saben que hoy se llevará a cabo, la controversia desatada por la negativa de López Obrador a asistir a él sí tuvo efectos: cerca de la mitad de los mexicanos consideran que debe acudir al encuentro, mientras que sólo un poco más de la tercera parte opina que su posición debe respetarse.

En contraste, la silla vacía que los cuatro candidatos restantes acordaron colocar en el escenario del debate, como testigo de la ausencia de Andrés Manuel, dividió la opinión de los mexicanos, pues la proporción de quienes piensan que fue una actitud acertada de los demás contendientes es similar a la de los que consideran que es una provocación pero que deberían dejarla, y lo mismo va para los que piensan que es una actitud incorrecta de los otros cuatro aspirantes y los que opinan que deberían retirarla.

A pesar de que la mayoría de los electores considera que la contienda se ha caracterizado más por los agravios personales que por las propuestas, la factura no está siendo cobrada a todos los candidatos por igual. De acuerdo con Francisco Abundis, director de Parametría, resulta paradójico que aun cuando la campaña del PAN ha sido una de las más agresivas, el electorado no percibe a Calderón tan provocador como a López Obrador y Madrazo. En su opinión, la caída del perredista revela que el argumento de la deuda de la Ciudad de México ha sido de gran impacto.

Percepción del encuentro


La teoría de la comunicación política sugiere que, mensaje que no se responde termina por ser asumido. En los últimos dos meses hemos visto como el candidato del PRD ha sido atacado por lo menos con tres argumentos: primero, una premisa proveniente del candidato del PRI en el que lo llama “cobarde” por no asistir al debate; segundo, un argumento de “intolerante” por callar al presidente, y un tercero de crítica a su gestión en el que se cuestiona la forma en que financió los programas del Distrito Federal con deuda.

Estos ataques los podemos dividir en personales y sobre su gestión. Éste último rubro, dice la teoría, suele ser más legítimo y por ello de más efectividad. De hecho los ataques personales son los que tiene mayor posibilidad de revertirse o tener un efecto bumerán.

Por ello es fácil explicar porqué la campaña del PAN continúa enfatizando el tema López Obrador. El argumento de la deuda de la Ciudad de México ha sido de gran impacto, y por esta razón Calderón lo seguirá nombrando, sobre todo durante el debate.

Con estos preceptos teóricos en mente y la evidencia registrada, es posible explicar un cambio de tendencias como el que estamos observando en la última medición previa al debate. Del lado de la evidencia se observa una clara caída de la imagen de López Obrador, aún por debajo de la que tuvo durante los videoescándalos (de 24% contra 21%).

Ante esta situación el PRD no tiene más alternativa que entrar a la campaña mediática. La pregunta que queda en el aire es cómo reaccionará a estos embates.

Por todo esto, la decisión del viernes pasado del IFE de colocar un atril vacío puede haber sido la más importante de esta contienda. Lo interesante de la medición del mes de abril de Parametría es que, si bien Felipe Calderón sube cuatro puntos respecto a la medición anterior, se encuentra ligeramente por arriba del último dato de una elección federal donde el PAN obtuvo 32% de la votación. Por otra parte, la baja de López Obrador es evidente. El escenario que se presenta es muy similar al que se vivió electoralmente durante los meses discusión de los videoescándalos. La diferencia en esta ocasión es que se está a la mitad de una campaña electoral.

Es interesante ver también que el tránsito de posibles votos, que en principio abandonan al candidato puntero, no emigran totalmente a su principal competidor, sino que fortalece a los otros cuatro partidos, los cuales no sólo suben en imagen y conocimiento (alrededor de 45%), sino que también crecen en el nivel de preferencia.

Las preferencias electorales se están moviendo cada fin de semana en función de los eventos más recientes. Es importante mencionar que el candidato de la coalición Por el Bien de Todos ha registrado un punto de resistencia entre los 34 ó 35 puntos porcentuales, que aún durante el periodo de los videoescándalos no se vio rebasado. Sin duda, la resistencia en este punto dependerá de circunstancias futuras y de la capacidad de reacción de López Obrador y su equipo.

Con el virtual empate que se registra en esta medición no queda claro, si esto se convertirá en tendencia o simplemente es un golpe con efecto temporal. Si es lo primero, la posibilidad de cruzar al ganador es real; si es un golpe de imagen, la recuperación será natural. Probablemente no a los niveles y con la ventaja que se venía observando. Lo que es cierto es que mientras el PRD no responda con la efectividad y frecuencia que se requiere hay mayor probabilidad que se convierta en tendencia.

El saldo de las campañas negativas

En opinión de los electores, las actuales campañas electorales se han caracterizado más por las agresiones entre los candidatos que por las propuestas. Incluso para seis de cada diez ciudadanos, las campañas del 2006 son más agresivas que las del 2000.

Pero esta percepción de belicosidad en la contienda no se asocia con todos los candidatos ni de la misma manera. Curiosamente, a pesar de que la campaña de Acción Nacional ha sido una de las más agresivas, a su aspirante a la Presidencia no se le percibe tan provocador como sucede con los abanderados del PRI y PRD. Es decir, pareciera que la estrategia “del partido golpea y el candidato propone” le ha dado resultados favorables a Felipe Calderón y a Acción Nacional.

En esta elección presidencial se ha puesto gran atención a los debates de los postulantes a la Presidencia. Sin embargo, este primer debate no ha generado demasiadas expectativas en la población, pues sólo 21% está enterado que hoy habrá una mesa de discusión entre los candidatos y únicamente 23% dice estar muy interesado en este evento.

Respecto a la postura de López Obrador de no participar en el debate, las opiniones de los mexicanos se parten. Es así que 35% de la gente señala que la decisión del aspirante del PRD es respetable (coincidiendo con la intención de voto), y la mitad de los mexicanos menciona que aunque el tabasqueño tenga derecho a no participar debería hacerlo.

El otro tema que ha generado una gran controversia en este debate es el asunto del atril vacío. Sobre esta cuestión, la postura de los electores se encuentra dividida en quintos. Algunos creen que dejar el espacio que ocuparía López Obrador es una actitud correcta de los demás candidatos; otros consideran que es una provocación, pero que deben dejarlo. Hay quienes piensan que es una provocación y por lo tanto deberían quitar ese atril, y finalmente algunos más mencionan que es una actitud incorrecta de los otros cuatro aspirantes.


¿Y así pretende el Reforma que les creamos? ¿Ragalándole 5 puntos INEXISTENTES a fecal? Sí, como no.

Lo dijimos en Diciembre cuando el Reforma manipuló las encuestas y lo decimos ahora: el Reforma MIENTE. Por que a menos de que se inventen una muy buena explicación para justificar un cambio tan brusco en las encuestas a favor de fecal cuando al que PEOR le fue en Abril fue precisamente al PAN, sus números simple y sencillamente NO SON CREIBLES.

Más detalles sobre esta encuesta en la página de Parametría.

Una razón más para votar por el peje y por el PRD para el congreso en el 2006.

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