Antes de que los spots de Roberto Madrazo fueran abiertamente anti-peje, los spots de Madrazo alegaban y cacareaban que su fuerte es el combate a la inseguridad. ¿Ah sí? ¿Entonces por que tiene de asesor en su campaña al ex-jefe de la polcía de Tijuana (el que puso Hank Rohn) que no logró bajar el crimen en Tijuana? Esto sigue es de Proceso:
El asesor de Madrazo
Alejandro Gutiérrez Designado como secretario de Seguridad Pública de Tijuana por Jorge Hank Rohn,
Ernesto Santillana
fracasó en su encargo, pues la delincuencia e inseguridad siguieron prevaleciendo en esa ciudad fronteriza. Recientemente, este policía con fama de "duro"
renunció a su puesto para incorporarse a la campaña presidencial de Roberto Madrazo. Un análisis de su
currículum revela sus nexos con grupos policiacos de la vieja guardia, que encontraron acomodo en el nuevo gobierno del Estado de México.
El 4 de agosto de 2004, Jorge Hank Rhon, entonces virtual presidente municipal de Tijuana, dijo a los reporteros que buscaba a un jefe de la policía con el perfil de "mi general" Arturo El Negro Durazo. Cuatro meses después, con el arranque de su gobierno, designó a Ernesto Santillana Santillana en el cargo. En sólo 15 meses, este exprocurador del Distrito Federal, exfuncionario de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Procuraduría de Justicia del Estado de México (PJEM) dio muestras sobradas de que el alcalde acertó en su decisión.
Sus fracasos para combatir la inseguridad en esa frontera fueron palpables, pues "no atacó la relación estructural que ha tenido la policía municipal con el crimen organizado", advirtió Víctor Clark, presidente de la Comisión Binacional de Derechos Humanos, vía telefónica desde Tijuana.
Peor aún, varios de los 20 o 30 policías judiciales del Distrito Federal y del Estado de México que Santillana llevó a Tijuana se vieron implicados en secuestros y presuntamente en ejecuciones de empresarios ligados al narcotráfico, como lo ha documentado el semanario Zeta y publicado Proceso (número 1491). "Sólo vinieron a hacer un relajo", dice Jesús Blancornelas.
Esos policías conocidos como el "comando negro" van encapuchados, utilizan uniforme tipo comando y armas de grueso calibre. Durante 2005, perpetraron los secuestros de varios empresarios señalados por las autoridades como ligados al cártel de los Arellano Félix. Después aparecieron muertos. En febrero de ese año, este grupo fue denunciado por David Solís Jusiano, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de Tijuana, quien los señaló como presuntos responsables de los secuestros.
Sin embargo, Santillana salió de Tijuana para integrarse como "asesor" en materia de justicia y apoyar la campaña de Roberto Madrazo, candidato presidencial de la Alianza por México. Este poblano de 62 años es un hombre muy ligado a Humberto Benítez Treviño, actual secretario general de gobierno del Estado de México con Enrique Peña Nieto.
Mediante un extraño comunicado emitido primero el día 24 de febrero y de nueva cuenta el día 27, el diputado Manlio Fabio Beltrones, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) dio a conocer que Santillana se incorpora como asesor en materia de "justicia" para apoyar la campaña, lo mismo que hará ese sector del PRI en otras materias, como desarrollo económico, social y medio ambiente.
"Los mencionados tendrán como principal tarea apoyar las tareas (sic) de campaña del abanderado presidencial Roberto Madrazo", plantea el comunicado titulado Incorpora la CNOP a cuadros nacionales.
Con base en las fichas biográficas de Santillana y Benítez, y mediante consultas con dirigentes del PRI en el Estado de México, se logró establecer que su vínculo político se inició en 1981, cuando Benítez Treviño fue delegado en Benito Juárez en sustitución del hoy diputado federal Emilio Chuayffet Chemor, quien entonces dejó esa demarcación para ir a competir por la presidencia municipal de Toluca, durante la regencia del profesor Carlos Hank González, padrino político de esta corriente. Entonces, Santillana ocupó el puesto de subdelegado.
Un documento de inteligencia, copia del cual obtuvo Proceso, confirma esa liga con Benítez Treviño, incluso después de su paso por la delegación Benito Juárez. Durante la regencia de Óscar Espinoza Villarreal (91-94), "Santillana suplió a Benítez Treviño como procurador de Justicia del Distrito Federal, en mayo de 1994, todo ello en el último año de gobierno de Carlos Salinas de Gortari". Por su parte, Benítez pasó de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) a la PGR.
Abogados que litigan asuntos penales y frecuentan la Procuraduría capitalina califican como "sin pena ni gloria" el paso de Santillana por la dependencia. No obstante, en ese período la procuraduría recibió al menos dos recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. La primera de ellas con el número 8/1994, fue emitida el 13 de junio de 1994, y se refiere a la "denuncia de golpes, extorsiones y detenciones arbitrarias contra las personas que ejercen la prostitución en lugares públicos del Distrito Federal".
"Los agentes (...) deben concretarse a intervenir, siempre bajo la dirección y por instrucción del Ministerio Público", exigía la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) frente a la extorsión documentada por sus visitadores.
Otra recomendación es la 10/1994 del 1 de agosto de ese año, en la que se acusa a agentes judiciales bajo el mando de Santillana que mantuvieron a Esperanza Ortega, de 77 años, detenida durante 24 horas antes de ser consignada a un juez. El ombudsman Luis de la Barreda Solórzano señala en dicha recomendación que el 3 de enero de 1994 el hijo de la señora Ortega, Jorge González Ortega, señala que su madre "falleció el 27 de noviembre de 1993, con motivo de la detención de que fue víctima, como consecuencia de ese procedimiento penal".
El documento de inteligencia aludido señala que al director de la Policía Judicial del Distrito Federal que designó Santillana, "se le relaciona como encargado de realizar escoltas a gente relacionada con el narcotráfico, tanto en la capital del país como en la ciudad de Tijuana y varios estados de la República".
Si bien no se menciona el nombre, Santillana designó a Isidoro Reza Valdés como jefe de la Policía Judicial capitalina; se trata de un policía ligado al grupo de Benítez Treviño y de Hank González. A este jefe policiaco "se le ubica como protector de las casas de juego Caliente, propiedad de Hank Rhon en Tijuana y el Distrito Federal".
La ficha biográfica de Santillana señala que es abogado egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), priista desde 1981; fue agente del Ministerio Público Auxiliar en la Procuraduría General de Justicia de Tlaxcala, de 1971 a 1972; jefe de la Unidad Administrativa de Productos Químicos Vegetales Mexicanos de 1975 a
1977.
Así mismo, se desempeñó como asesor de la Dirección General Jurídica en la Secretaría de Comercio de 1978 a 1980, antes de ser subdelegado en la Benito Juárez. Durante la gestión del doctor Sergio García Ramírez en la PGR, Santillana fungió como visitador general adjunto (1983-1984), titular del Ministerio Público Federal (1984-1986), coordinador de la Campaña Contra el Narcotráfico en Tamaulipas (1986-1987) y en el Estado de México (1987-1988).
En 1990, fue asesor del procurador en la PJEM, en la etapa de Benítez Treviño, director de Averiguaciones Previas de 1990 a 1991 y subprocurador de 1991 a 1992. En 1993, regresó a la PGR como director general de Averiguaciones Previas, durante la gestión de Jorge Carpizo McGregor.
Miembro del Colegio de Abogados del Estado de México, Ernesto Santillana ha ejercido su profesión en esa entidad. Por ejemplo, en 2002 ocupó la representación legal del alcalde de Atizapán con licencia, el panista José Antonio Domínguez Zambrano, acusado de estar detrás del homicidio de la regidora de su partido, María de los Ángeles Tamés Pérez, asesinada en septiembre de 2001.
De hecho, la procuraduría mexiquense abrió una averiguación previa contra el alcalde con licencia y su abogado, Ernesto Santillana, "por el delito de amenazas contra servidores públicos, ya que amenazaron a los agentes que les notificaron el arraigo", consigna el reportero Francisco Gómez de El Universal (8 de marzo de 2002).
A partir de este escándalo, autoridades de la PGR y de la PJEM identificaron a Atizapán como una comunidad en cuyo aeropuerto manejaban cargamentos de droga del cártel de Tijuana.
En la frontera
El 6 de diciembre de 2004, el nombramiento de Ernesto Santillana fue oficializado por la mayoría del PRI en el cabildo de Tijuana. Los seis regidores del PAN se abstuvieron de ratificar ese nombramiento y, por medio del regidor Raúl Pompa Victoria, anunciaron que se mantendrían vigilantes del desempeño del policía.
La administración del polémico Hank Rhon tenía seis días y en la ciudad ya se habían registrado ocho homicidios con signos de ser ajustes de cuentas del crimen organizado, pese a que el presidente municipal había advertido que no iba a permitir que "Tijuana se convierta en tiradero de cadáveres".
Santillana aseguró que activaría a "todo mundo, para quedarse con la gente que trabaja y eliminar a los que no lo hacen", pero pronto dio muestras de que sus métodos no distan mucho de los de Arturo Durazo Moreno, exdirector de la policía capitalina, cuyo período estuvo marcado por excesos de toda índole, corrupción y homicidios de delincuentes.
Víctor Clark dijo a Proceso que "en estos meses con Santillana en la policía, no se generó un ambiente de lealtad de los elementos, porque él llegó con su grupo de policías del centro del país; eso no gustó a los policías ni a los sectores locales, los cuales no se sintieron identificados con ese grupo, y eso no generó lealtades dentro del cuerpo policiaco.
"Adicionalmente, por cuestiones políticas, el municipio no tiene coordinación con el gobierno estatal o el federal", dice el defensor de los derechos humanos.
Añade: "En su gestión colocó cámaras en la ciudad, muchas no operan, aumentó 400 elementos en la corporación, anunció que subiría en 100% las percepciones de los policías en un año, pero el equipo de Hank se subió 200% el sueldo, entonces eso no se vale. Fuera de eso, no hay más que rescatar de su actuación".
La primera polémica con el gobierno del estado se registró cuando policías estatales detuvieron a los policías municipales César Arturo Moreno Acosta y Tomás Herrera Atilano, luego de que asesinaron a dos presuntos distribuidores de droga y alteraron la escena del crimen para inculpar a éste.
Por órdenes del comandante de la Policía Municipal de Tijuana, Genaro Carrillo Elvira, brazo derecho de Santillana, un comando de agentes de esa corporación fue a rescatar en forma indebida a los dos policías, tal y como lo denunció el coordinador de la Unidad de Homicidios Dolosos de la Procuraduría bajacaliforniana, Francisco Castro Trenti.
En otro hecho por separado, la Policía Estatal capturó a una banda de secuestradores encabezada por el policía local Ampelio Flores López, comisionado a la delegación de Otay, según corroboró el semanario Zeta. Sin embargo, Santillana argumentó que el policía había sido dado de baja.
Entre los casos que se atribuyen al "comando negro" está la desaparición de Iván Escobosa, empresario de casas de cambio a quien la autoridad había vinculado con los hermanos Arellano Félix, quien fue "levantado" en el interior del exclusivo Club Campestre de Tijuana. Días después, Escobosa fue encontrado muerto con una bolsa de plástico en la cabeza y huellas de tortura (Proceso 1491).
En su edición 1617, Zeta señala que el comando negro tiene la orden de "matar delincuentes", y que esos elementos policiacos arribaron "por el secretario de Seguridad Pública, Ernesto Santillana, con autorización del alcalde Jorge Hank Rhon".
También están acusados de "levantar" a Adolfo Fragoso Eibek, propietario del restaurante Carnitas Quiroga, presuntamente vinculado con los Arellano Félix.
Un comando similar operó en el homicidio de Carlos Bowser Miret, director de la Policía Municipal de Playas de Rosarito, en el secuestro de Alejandro Ruiz Arretche, delegado de la policía en La Mesa y en la ejecución de Raúl Silver Quintana, en plena fiesta de 15 años de su hija, celebrada en el salón Mezanine de Tijuana.
A finales de octubre de 2005, la Unidad de Homicidios Dolosos de la Procuraduría encontró en el interior de una camioneta el cuerpo de Enrique Fuerte Mateos, de 39 años, exescolta del alcalde Jorge Hank Rhon. La procuraduría dio a conocer que el jefe policiaco había sido estrangulado.
El secretario de Seguridad Pública del municipio informó que este policía estaba en la lista de agentes municipales que solicitaron incapacidades médicas para ausentarse del trabajo, según publicó el diario Reforma el 1 de noviembre.
En su colaboración en el semanario Zeta, Carlos Resa Nestares al referirse a la salida de Santillana de la policía de Tijuana, plantea algunas cuestiones acerca de la muerte de Fuerte Mateos, que "fue sacado de la jefatura de La Presa y meses después apareció ejecutado con enervantes. Agentes municipales comentaron que tuvo un pleito a gritos en las oficinas de la calle Ocho con Ernesto Santillana".
En una de sus últimas acciones como jefe de la policía en Tijuana, Santillana ordenó un operativo en el que se desplegaron más de 150 agentes policiacos, incluso en azoteas, para brindar seguridad al candidato de la Alianza Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, cuando acudió el 26 de enero a Tijuana.
Con el antecedente de que a Luis Donaldo Colosio, candidato priista, lo asesinaron en esta ciudad, la gente de Santillana dio una detallada explicación sobre el operativo a Nicolás Mollinedo, el inseparable colaborador de López Obrador; después, Santillana aseguró que era responsabilidad de su secretaría preservar la seguridad de los candidatos, sin importar de quién se trate.
"Al final de su actuación, hasta los periódicos simpatizantes de Hank Rhon ya le estaban pegando a Santillana, y algunos de los policías con los que llegó acabaron en La Palma, pero ya ves que se va como asesor de la CNOP para la campaña de Madrazo", dice Blancornelas.
Víctor Clark explica que "Santillana anunció que al dejar su encargo en Tijuana, venía a ocupar un cargo en la CNOP o bien que ocuparía la Procuraduría del Estado de México a la salida de Alfonso Navarrete Prida".
Un exfuncionario de la procuraduría mexiquense consultado para la elaboración de este texto, señala que Humberto Benítez Treviño pretende dar de alta al equipo de policías de Santillana en la PJEM, "pero si se concreta, Wilfrido Robledo -secretario de Seguridad Pública estatal- va a actuar contra ellos, porque siente que esa presencia le afecta a su grupo policial, por lo cual la gente de Santillana podría ser perseguida por la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) que dirige el alumno de Wilfrido, Genaro García Luna". l
¿Esos son los "resultados" de los que tanto cacarea Madrazo? ¡Por favor!
Una razón más para votar por el peje en el 2006.
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