DISCURSO DEL PRESIDENTE LEGÍTIMO DE MÉXICO, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR,
DURANTE LA ASAMBLEA DE LA COMISIÓN NACIONAL EN DEFENSA DEL PETRÓLEO,
REALIZADA EN LA PLAZA DE LA CONSTITUCIÓN
Amigas y amigos:
Gracias, muchas gracias, por acudir de nuevo y participar en esta asamblea
para la defensa del petróleo.
Ustedes; hombres, mujeres, jóvenes, niñas, niños, ancianos respetables,
junto con muchos otros que no pudieron venir, son de lo más valioso que
tenemos, lo mejor de nuestro movimiento, una de las grandes vanguardias de
la sociedad mexicana.
Con ustedes y con la autoridad moral de nuestro movimiento, enfrentamos al
grupo de potentados, nacionales y extranjeros, que cínicamente y con
actitudes que no se fundamentan sino en la mentira, pretenden con el
petróleo, que es de todos los mexicanos, un jugoso negocio privado.
Aunque ya hemos explicado el por qué del rechazo a la llamada reforma
energética, no está por demás recapitular sobre nuestros argumentos:
Nos oponemos a la privatización porque sería reabrir la puerta a las
compañías petroleras extranjeras, en menoscabo de la soberanía y del
patrimonio nacional y estaríamos condenados a dejar de ser un país y
convertirnos en colonia.
Nos oponemos a la privatización, porque reformar la ley reglamentaria del
artículo 27, para permitir la celebración de los llamados contratos
riesgo, contratos de servicios múltiples y la asociación con empresas
extranjeras, significaría aceptar sumisamente la violación impune de
nuestra Constitución Política.
Nos oponemos a la privatización, porque detrás de las mentiras de la falta
de dinero y de tecnología para modernizar a Pemex, y de la publicidad tan
boba como manipuladora de las aguas profundas, del supuesto tesoro
escondido y de la urgencia de asociarnos, está realmente la ambición del
grupo Calderón-Mouriño y sus acuerdos inconfesables con las empresas
extranjeras para montarse en el negocio del petróleo.
Nos oponemos a la privatización, porque mientras el petróleo sea propiedad
de la nación, los mexicanos tendremos la esperanza de convertirlo en
palanca del desarrollo nacional para industrializar el país, crear
empleos, fortalecer el mercado interno, reducir los precios del gas, la
luz y las gasolinas y garantizar el bienestar del pueblo.
Y nos oponemos a la privatización, porque arrebatar jamás trae nada bueno.
El despojo del petróleo creará un ambiente de insatisfacción y farsa, que
nos mantendrá en constante riesgo de confrontación y habrá más
inestabilidad política.
En suma, de consumarse la privatización del petróleo, dejaríamos de ser un
país libre y soberano, se rompería el orden constitucional; se elevaría a
rango supremo la corrupción; nos quedaríamos sin la posibilidad de
transitar por un camino propio, con un modelo de desarrollo que concilie
el crecimiento con el bienestar; y si perdemos la soberanía, como sueñan
los entreguistas, será muy difícil, por razones geopolíticas, recuperar el
dominio de la nación sobre nuestros recursos energéticos. Y se daría lugar
a constantes fricciones, desacuerdos y conflictos.
Por todas estas razones, y en función de esta causa, hemos decidido
organizarnos y movilizarnos para detener este terrible agravio a la
nación.
El martes pasado, convocamos a esta asamblea para estar atentos por si hoy
se presenta la iniciativa de reforma en la Cámara de Diputados o de
Senadores. Aunque al parecer, hasta ahora, las cúpulas del PRI y del PAN
no han propuesto nada, es obvio que no han desistido y sólo aguardan el
momento oportuno.
Seguramente creen que con el conflicto al interior del PRD y la campaña en
los medios de comunicación para agigantarlo, podrán eclipsar nuestro
movimiento y desgastar nuestras razones.
Están profundamente equivocados, porque aunque deseamos con toda el alma
el fin de los problemas internos en el PRD, más allá de nuestro partido y
de cualquier otro asunto, está el interés de la nación.
Que quede claro, la patria es primero; porque la patria es el ámbito de
inclusión donde lo que se defiende es la continuidad del proyecto
democrático.
Todas nuestras acciones van orientadas hacia la resistencia civil
pacífica, pero en el entendido de que esta estrategia es más eficaz
cuando, además de resistir y protestar, se logra avanzar en el objetivo
superior que perseguimos de transformar la vida pública de México.
Es decir, abolir el régimen de opresión, corrupción y privilegios y
establecer una nueva República, más digna, más humana, más justa y más
igualitaria.
Para lograr que la resistencia civil pase de ser un acto de protesta
testimonial y siga siendo una opción renovadora de nuestra vida pública,
debemos organizarnos, darle forma cotidiana a la disciplina y
comprometernos a informarnos y tener presencia activa, sin lo cual no hay
una auténtica movilización popular y ciudadana.
En este marco, informo a ustedes, que en los últimos días hemos avanzado
considerablemente en la construcción de las bases organizativas del
movimiento para la resistencia civil pacífica.
Les hago saber que, a partir de la propuesta que el martes pasado presentó
Claudia Sheinbaum, se han organizado e integrado, veinte grupos de 10 mil
brigadistas mujeres, aquí presentes.
¡Vivan las mujeres de pie y en lucha en la defensa del petróleo! Por
nosotros, por nuestros hijos y por la nación.
De igual modo, siguiendo el ejemplo de las compañeras, se han organizado y
adherido, en 36 agrupamientos, 18 mil brigadistas, en su mayoría hombres.
También aquí presentes.
Así mismo, les informo que se ha constituido un Comité de Intelectuales en
Defensa del Petróleo con hombres y mujeres que además de ser grandes
escritores, son buenos ciudadanos mexicanos.
Este comité está integrado por Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Carlos
Monsiváis, Elenita Poniatowska, Fernando Del Paso, Margo Glantz, Enrique
González Pedrero, José María Pérez Gay, Lorenzo Meyer y Arnaldo Córdova.
Cada uno, de los 56 grupos de mujeres y de hombres, están estructurados
con igual número de coordinadores generales y con 280 coordinadoras y
coordinadores de brigadas.
Voy a dar los nombres de las coordinadoras y coordinadores, para que las
compañeras y compañeros, aún no inscritos, lo hagan en las mesas que se
han instalado, aquí en el zócalo, con este propósito.
Quien lo desee puede adherirse, de acuerdo al territorio donde vive, al
lugar donde trabaja o estudia, o a su afinidad con las coordinadoras o
coordinadores.
Las coordinadoras generales son: Claudia Sheinbaum Pardo, Alejandra
Barrales Magdaleno, Laura Itzel Castillo Juárez, Jesusa Rodríguez, Martha
Pérez Bejarano, Iliana Almazán, Lucía Martínez, Karen Quiroga Anguiano,
Carmen Lilia Chavira, Guadalupe González Rivas, Clementina Facundo, Lenia
Batres Guadarrama, Leticia Quezada, Beatriz Rojas, Verónica Alemán,
Patricia Ruiz Anchondo, Martha López López, Virginia Jaramillo Flores,
Yolanda Torres Tello y Araceli Vázquez.
Los coordinadores generales son los compañeros: Eduardo Cervantes, Froylán
Yescas Cedillo, Benito Bahena Lome, Agustín Guerrero Castillo, Alfredo
Pergástegui Pontaza, Avelino Méndez, Carlos Candelaria, Carlos Reyes
Gámiz, Erika Claudia Rojas Paz, David Cervantes Peredo, Edgar Doroteo
García, Edgar Torres Baltazar, Marco Guijosa Mora, Francisco García
Flores, Hugo Castro Galicia, Martín Ponce López, Guillermo Rocha Vázquez,
Juan Ricardo García, Julio Colín Arriaga, Adrián Bejerano, Manuel Otero
Casas, Melesio Ventura González, Miguel Sosa Tan, Felipe Barragán Pérez,
Raúl Correa Martiñon, Roberto Rico Ramírez, Rodolfo Pichardo, Rodrigo
Chávez Contreras, Rosendo Marín Díaz, Rubén Escamilla Salinas, Rufino
Ramírez Francisco, Sergio Ávila, Sergio Gallegos Nieto, Víctor Hugo Lobo,
Arturo Chávez y Octavio Martínez Cid.
También quiero decir que entre más organización y más disciplina, mejores
serán los resultados y más seguridad tendremos de no caer en ninguna
provocación y mantener todas nuestras acciones en el marco de la no
violencia.
Por esta razón, hemos tomado la decisión de no reconocer a ninguna brigada
que no esté registrada y encausada en este esquema de organización. Es
lógico que tendremos muchas más brigadas, pero queremos que sea un proceso
ordenado y cuidadoso.
No queremos que el CISEN, los espías del gobierno usurpador, o cualquier
otra organización del régimen o de la derecha, formen sus brigadas o nos
infiltren para provocar violencia y afectar nuestro movimiento.
También de esta forma, hemos empezado a organizarnos en todo el país. Con
este propósito, he decidido suspender temporalmente mis giras por los
municipios, para llevar a cabo reuniones en cada uno de los estados con
los comités de defensa del petróleo y proceder a organizar brigadas en
todas las regiones de México.
Por la importancia que tiene, reitero: este es un movimiento pacífico.
Vamos a triunfar con la gente, con la organización y porque nos asiste la
razón.
En cambio, nuestros adversarios no han podido convencer a la mayoría de
los mexicanos. Y estemos seguros que por más que hagan, no podrán ocultar
que privatizar el petróleo es sinónimo de saqueo de la riqueza de la
nación.
De todas maneras, ellos apuestan a imponerse con el aparato, con los
medios de comunicación y, desde luego, están a la espera de que nosotros
cometamos errores o nos desgastemos. Por eso debemos evitar el desparpajo,
los protagonismos innecesarios y el extremismo.
Aquí repito que sólo tienen representatividad para informar de nuestros
actos, los presidentes del PRD, del PT y del partido Convergencia, así
como los Coordinadores Parlamentarios del Frente Amplio Progresista, los
miembros de la Comisión Nacional para la Defensa del Petróleo y, en el
caso de las brigadas, Claudia Sheinbaum y Ricardo Ruiz.
Las acciones de resistencia civil, comenzarán a partir del momento en que
se presente la iniciativa de reforma para privatizar el petróleo, en la
Cámara de Diputados o de Senadores.
En el plan de acción se contempla lo que harán nuestros legisladores al
interior de los recintos parlamentarios y lo que haremos nosotros en la
calle. Este plan se llevará a cabo de acuerdo con las circunstancias y de
conformidad con lo que más convenga a nuestro movimiento.
Es muy importante que estemos muy pendientes y dispuestos a correr la voz,
a comunicarnos. La coordinación del movimiento, buscará la forma de avisar
sobre el inicio de las acciones a través del teléfono, el internet, de
volantes y en medios de comunicación no controlados por la derecha.
Amigas y amigos:
Enfrentemos el más grande de todos los desafíos que nos haya tocado vivir.
Hagámoslo con la firme convicción de que actuamos en beneficio de todos.
Seguramente vamos a ser mal vistos por los potentados y usurpadores,
podemos, incluso, resultar incomprendidos por quienes, aunque pertenecen
al pueblo y sufren por el mal gobierno, carecen de información o
sencillamente piensan distinto a nosotros. Pero tengamos nuestra
conciencia tranquila porque estamos actuando con propósitos más elevados
que nuestras propias aspiraciones personales.
Nos mueven ideas y convicciones, no meros intereses políticos. Aquí
repito: no importa que al final de esta jornada patriótica nos desgastemos
políticamente. Lo verdaderamente importante es que logremos mantener bajo
el dominio de la nación nuestros recursos naturales.
Amigas y amigos:
La resistencia civil se inicia con la acción de reaccionar en voz alta y,
como ya dijimos, no sólo es protesta, es avanzar hacia la transformación
de la vida pública y en el proceso mismo ir creando una nueva corriente de
pensamiento que se arraigue y permanezca en la conciencia y en la vida
cotidiana del pueblo.
Debemos enseñar, con nuestra manera de pensar y de actuar, de que la vida
pública no puede estar desprovista de moralidad.
Que la política motivada por la mera búsqueda de intereses, carece de
contenido humanitario.
Que no sólo se debe luchar en pos de cosas materiales, sino también para
fortalecer nuestros valores morales, culturales y espirituales.
Que ante el engaño, la corrupción y la decadencia, debemos procurar vivir
de acuerdo a la verdad y hacer de nuestras vidas una línea recta.
Intentemos crear un modelo para las generaciones futuras, aspiremos a
vivir en una sociedad mejor, donde el dinero no triunfe sobre la dignidad
del pueblo y el ser humano valga por su trabajo, su rectitud y su
generosidad.
Y seamos felices, cuando el día de mañana, jamás nadie pueda decir que
hemos sido incongruentes o que hemos fallado a un compromiso o traicionado
una causa justa.
Amigas y amigos:
Vivimos tiempos definitorios, que ponen a prueba la autenticidad y
fortaleza de nuestras convicciones.
Sé que todo esto implica sacrificios, pero debemos asumir nuestra
responsabilidad histórica.
Como lo dijo coloquialmente un hombre sabio, el liberal guerrerense, don
Juan Álvarez, cuando había que enfrentar al tirano Antonio López de Santa
Anna: "¡carajo, de veras que esta ancheta es muy estrecha. No hay ni pa'
donde hacerse!".
De modo que adelante y buen camino.
¡Viva la resistencia civil pacífica!
¡Viva la soberanía nacional!
¡Viva México!
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