EL VERDADERO ROSTRO DEL PAN EN JALISCO; FORO SOCIEDAD Y CLASE POLÍTICA EN JALISCO

JORGE GÓMEZ NAREDO: EL ZAPOPAN DE JUAN SÁNCHEZ ALDANA

El viernes pasado, Juan Sánchez Aldana dio su primer informe de gobierno en consonancia con el optimismo panista a nivel federal: adujo que la ex villa maicera iba bien gracias a su administración, a su tesón y su esfuerzo. Se jactó de los grandes logros: inversión por todos lados, orden por dondequiera, diálogo con los inconformes, beneficio para decenas de colonias, obra pública en todas partes. Y los derechos humanos (¡no podían faltar!) se respetan como nunca, porque él, Sánchez Aldana, es un político ejemplar que se preocupa por el bienestar de todos los gobernados.

La visión del actual alcalde zapopano es de mieles y triunfos: “Zapopan es competitivo porque en el transcurso de este año alcanzamos una inversión privada de mil 308 millones de dólares y estamos considerados como uno de los municipios con mejor ranking nacional”. Según el primer edil, los zapopanos deberían aglutinarse en masivas manifestaciones para agradecerle a él, el presidente municipal, los muchos logros obtenidos, el bien que ha traído a estas tierras.

Sin embargo, la realidad, la terca realidad, contradice en muchos aspectos al panista. Zapopan es uno de los municipios con mayor número de escándalos en el estado. Solamente lo aventaja Tonalá, donde su alcalde, Jorge Vizcarra, parece un ínclito personaje de novela policiaca.

Juan Sánchez Aldana se ha acostumbrado a los puestos de gobierno. De 1995 a 1997 fue director del Sistema del Tren Eléctrico Urbano (Siteur), después pasó a la dirección del Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS), cargo que dejó en 2000 para integrarse como director general de administración del Ayuntamiento de Guadalajara. Y de ahí, a la presidencia de Zapopan. No se puede justificar su ineficacia por falta de “experiencia”, como hacían los primeros panistas que accedieron al poder en Jalisco.

El actual alcalde de Zapopan es ingeniero industrial por el ITESO y maestro en administración de empresas por el Tec: no ha pasado por una universidad pública. Tiene cursos que dicen mucho de su interés por gobernar: Planeación estratégica, Liderazgo situacional e Introducción a las técnicas de Dirección. Se ha educado para ser un “líder” que dirija los destinos de cientos de miles de personas. Quizá por eso ha planteado, desde el principio de su administración, la necesidad de que se le pague bien, porque él se merece más, porque él no puede vivir con 30 mil pesos al mes, necesita más, mucho más. Y puso las cosas en su lugar: se aumentó el sueldo y el de los altos funcionarios en más del 60 por ciento.

Sánchez Aldana sabe cómo tratar a los inconformes. El miércoles pasado se demostró su delicado tacto para con los adversarios cuando se refirió al Sindicato de Organismos Públicos Descentralizados del municipio: “sindicato intransigente, violento y mafioso”. Sí, Sánchez Aldana el conciliador. Conoce, además, cómo lidiar con manifestaciones: para llevar a cabo su primer informe de gobierno cercó buena parte del centro de Zapopan. Pero no por miedo a que se le gritaran algo o a algún conato de bronca, no, él lo había explicado antes: “no podrán entrar [los inconformes] porque no van a caber y la idea es que podamos tener un evento con comodidad todos, pero si hay manifestantes, lo que nosotros debemos de garantizar es el libre acceso de los invitados”. Y dentro de la lista de los invitados no se encuentra el pueblo de Zapopan, ¡lástima! Todo sea por la comodidad de los distinguidos asistentes.

Sánchez Aldana se ha caracterizado por declaraciones que muestran su incapacidad para pensar en los sectores desfavorecidos, en los humildes. Es el símbolo actual de la falta de tacto con los pobres, de la carencia de interés en la justicia y la igualdad. Su gestión ha sido de dispendio en los altos mandos y cerrazón a mejorar las condiciones de vida de los de abajo, de las bases que sobreviven con poco más del salario mínimo. Es, sin duda, un ejemplo de cómo gobierna la derecha panista. Y claro, la justificación sigue siendo la de siempre: las cosas estaban mal antes, ahora hemos venido a mejorarlas. Seguramente Sánchez Aldana piensa que el pueblo le debe agradecer. Vaya representantes populares que tenemos en estas tierras. Nuevamente surge la pregunta, ¿por qué en Jalisco se sigue votando por el PAN?

Para analizar varios temas relativos a la clase política jalisciense y a las luchas sociales en el estado, se celebrará el próximo jueves 13 de diciembre a las 19 horas, en el café-bar La Coronilla (Andador La Coronilla núm. 6, entre Morelos e Hidalgo, en el Centro Histórico de Guadalajara), el foro Sociedad y clase política en Jalisco, en el cual participarán varios articulistas y periodistas, entre los cuales se encuentran Mónica Pérez Taylor, Rubén Martín y Juan Manuel Negrete, además de quien escribe estas líneas. Ojalá los lectores de esta columna puedan asistir.
Del Proceso Jalisco:

GUSTAVO GARCÍA HERNÁNDEZ: PANISTAS INSACIABLES

Empezaron donde el PRI terminó: desde que llegaron al poder en el estado y en sus municipios, los políticos de Acción Nacional se adueñaron de todos los puestos con altos salarios y pagaron sus deudas políticas con plazas laborales. Entre tanto, denuncian dirigentes sindicales, el nivel de vida de los trabajadores de base continúa decayendo hasta niveles inadmisibles.

Mientras los trabajadores viven en la miseria, el gobierno panista de la entidad incrementa la plantilla de funcionarios con altos sueldos, viola los derechos laborales básicos y organiza sindicatos a modo para que los empresarios evadan sus obligaciones.

Dirigentes gremiales confirman que mientras los trabajadores al servicio del Estado, en particular los de base, tienen sueldos entre 3 mil y 6 mil pesos, los altos funcionarios reciben de 70 mil a 140 mil pesos, además de generosos bonos de fin de año. Las prestaciones son dispares en la misma proporción.
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RAFAEL SANDOVAL ÁLVAREZ: GOBIERNO SIN CONSENSO

Los acontecimientos relevantes de los primeros meses de gobierno de Emilio González Márquez –quien asumió el cargo el pasado 1 de marzo– sólo los entiende la clase gobernante pues, sin distingo de partido e ideología, tiene una misma forma de hacer política.

Así mismo, este incipiente sexenio se enmarca en la alternancia gubernamental inaugurada por el panista Alberto Cárdenas Jiménez en 1995 y sus políticas públicas corresponden a las de un gobierno autoritario y represivo que despliega una estrategia de colonización y explotación de territorios y comunidades aun en el siglo XXI.

Si bien los analistas centran sus observaciones en el entorno inmediato al mandatario, o lo que sucede en el seno del partido gobernante y los partidos de oposición –que al fin de cuentas sólo han sido comparsas–, si miramos desde abajo tendremos una perspectiva diferente.

Así, podemos mencionar la paciente lucha anticolonialista de los comuneros de Mezcala, en el municipio de Poncitlán, quienes resisten a los caciques políticos y a las trasnacionales promotoras de la privatización y devastación de los bosques; a los ejidatarios y comuneros de Manantlán que no ceden en la lucha por sus derechos a pesar de los asesinatos y el acoso de la trasnacional minera Peña Colorada y el gobierno de Jalisco; a los indígenas wirraritaris que en la sierra huichola no transigen en la recuperación de sus tierras; a los miles de migrantes indígenas que viven en la zona metropolitana de Guadalajara conservando su identidad y dignidad rebelde.
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GLORIA REZA M.: DISPUTAS EN TESISTÁN

El presidente municipal de Zapopan, el panista Juan Sánchez Aldana, insiste en que cumplirá sus promesas de campaña a como dé lugar, para lo cual cuenta con la ayuda de sus amigos, entre ellos el comisario ejidal de Tesistán, Francisco Sánchez Casillas.

El funcionario pretende abrir una avenida, así como construir un puente, un hospital y una preparatoria en un predio de tres hectáreas que no le pertenece y que está rodeado por un conjunto de fraccionamientos que aún con cuentan con ese tipo de servicios.

Irma Casillas González, quien junto con sus tres hermanos heredó el 12 de junio de 1991 de su padre el predio donde Sánchez Aldana pretende erigir sus obras, asegura a esta reportera que el pasado 21 de junio estalló el problema. Ese día, relata, se presentaron en la zona el subdirector y el jefe de la Sindicatura de Zapopan, Ricardo Cortés Muñoz y Luis Alfonso Aguilera Montes, respectivamente, acompañados por el asesor de zona de la Dirección General de Desarrollo Social, José Cruz Guerrero Durán, dos patrullas (la Z-423 y la Z-429) y 60 vecinos de la colonia Estrada. Su propósito era derrumbar una cerca en la calle López Mateos e introducirse en el terreno.

La ejidataria dice que al preguntarle a Ricardo Cortés el motivo de su presencia, el funcionario le respondió que iba de parte del alcalde. Incluso “nos dijo que si no acreditábamos con escrituras la propiedad iban a romper los alambres y a sacarnos con la fuerza pública”. Irma Casillas asegura que el funcionario quiso intimidarla al decir que dejaría una patrulla en ese sitio para vigilar el terreno las 24 horas.

“Le mostré a Cortés mi certificado parcelario y él me contestó que no era válido, que el único propietario de esos terrenos era Jorge Ignacio Casillas Garabito (sobrino del comisario Francisco Sánchez Casillas). Según el funcionario, Jorge Ignacio sí era propietario pues presentó un certificado expedido en 2000 por Ángel Arriaga en su calidad de presidente del comisariado, pero ese no es cierto”, asegura Irma Casillas.

E insiste en que “el ayuntamiento no puede despojarla de su propiedad ni empedrar la calle López Mateos” ni tumbar el alambrado para hacer un puente sobre su terreno ni abrir una avenida de 30 metros para comunicar al fraccionamiento Haciendas de Zapopan.

Al no obtener apoyo, (Irma) Casillas acudió a un Miércoles Ciudadano con el presidente municipal Sánchez Aldana. “Cuando le dije lo que habían hecho sus funcionarios se le querían salir los ojos azules. Me quería tragar el viejo. Él ya sabía del problema, porque gente de la colonia Estrada contó que durante su campaña le pidieron que abriera la avenida Guadalajara, y él se comprometió a atender la petición”.

Y cuando la ejidataria acudió a la Sindicatura para acusar a Cortés Muñoz y a Aguilera Montes ante su jefe, Ricardo Anguiano Apodaca, se enteró que Francisco Sánchez Casillas, quien había sido regidor durante la administración pasada, también estaba involucrado en el despojo de su propiedad.

“Ahí –dice– me mostraron un escrito que presentó Francisco Sánchez Casillas a Teresa Brito, secretaria del ayuntamiento, en el que decía que él había autorizado abrir sobre la parcela (de Irma) la avenida Guadalajara, así como la construcción de un puente.”

Según la entrevistada, “(Francisco) Sánchez Casillas hizo eso porque, como lo ha dicho en reiteradas ocasiones a los reporteros, él quiere ser presidente municipal. No toman en cuenta que yo tengo papeles y que el terreno es mío. Si quieren yo les vendo a 2 mil pesos el metro”.

Como tampoco obtuvo respuesta, dice, el 22 de agosto presentó una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la número 1668/07-I. También lo hizo ante el síndico municipal, Ricardo Alberto Anguiano Apodaca, en la que le exige a éste “el resarcimiento de los daños físicos, psicológicos, morales y económicos ocasionados por sus funcionarios”. Su reclamo quedó registrado en el expediente RPA 20/2007.
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Pues así son los panistas encumbrados de hipócritas y rateros. Y todavía se atreven a decir que otros son el peligro para México.