VARIAS DE MARÍN

Tres escenas de Carlos Marín:

1.- Cuando salió Julio Sherer de la dirección del semanario Proceso, un grupo presumía y celebraba por anticipado que el sucesor iba a ser Marín. El chaparrito estaba totalmente cierto que ya hasta preparaba maletas para cambiarse de oficina en el primer piso del inmueble ubicado en Fresas No. 13, en la céntrica Colonia Del Valle de la Ciudad de México. Por un designio del Consejo de Administración fue nombrado Rafael Rodríguez Castañeda como director de dicha revista. Marín totalmente fuera de si mentó madres a todos los trabajadores de la publicación que le dio de tragar durante años y se convirtió en uno de sus principales críticos. Todo por haber quedado fuera en un proceso d-e-m-o-c-r-á-t-i-c-o. Habló de fraude, de que la cargada se le fue encima; no fue un buen perdedor.

2.- Totalmente inseguro de si mismo, ya como miembro del grupo Milenio, intentó aparecer en televisión pensando que su imagen y presencia era la mejor. Comenzó, en Televisa, un proyecto llamado Milenio Televisión. La idea era tener un programa a la semana; no funcionó. Un programa a la quincena; no funcionó. ¡¡¡Un programa al mes; tampoco funcionó!!! y por supuesto salió del aire de inmediato. Después, a la salida de Federico Arreola de Milenio, por fin pudieron venderse, nuevamente a Televisa con varias promesas, las cuales, en su mayoría, no se han cumplido.

3.- De todas formas Carlos Marín va a tener un espacio en la historia del periodismo en México; no por sus grandes aportes, sino por la forma en cómo le responde a quienes tienen el valor de enviarle un correo electrónico a su buzón. Ya un compañero del blog colocó textual su respuesta. Lo mismo pasó cuando Paola Ojeda, hija del ex candidato del PRD al Gobierno de Tabasco, Raúl Ojeda, le envió un correo desmintiendo un pasaje que se publicó en la sección "Trascendió...". Patán, sin duda.

PD: Marín, ¿¿¿Aún te gustan las tortas de frijol con huevo???

Ahí nomás...