PEPE ESCOBAR: EL CHE VIVE

Nota original en inglés publicada en Asia Times Online el 10 de octubre

Fue hace 40 años un 8 de octubre cuando fue ejecutado por un Ejército Boliviano sujeto a las órdenes de la CIA -salpicado con Rangers Bolivianos entrenados por instructores norteamericanos importados de Laos. Ernesto "Che" Guevara de la Serna pudo haber sido un austero, serio némesis del orden capitalista occidental. O también pudo haber sido sólo un solitario idealista, un vagabundo celestial. A los 39 años, capturado, herido, exhausto, atado, sufriendo con el asma, como un león enjaulado -en la sórdida habitación en una pequeña escuela de adobe en el diminuto pueblo de La Higuera- se levantó de una silla desvencijada para ponerse de pie y encarar la muerte.

Su ejecutor tembloroso, el soldado Mario Terán, más tarde recordó sus últimas palabras: "Tranquilo," dijo el Che, "y apunta bien. Estás a punto de matar a un hombre." Terán vio "un gran Che, enorme. Sus ojos centelleaban ...cuando me miró, me sentí mareado..." A la una de la tarde, con sus manos temblando, Terán lanzaría dos ráfagas de fuego de ametralladora en el pecho del Che (para aparentar que había caído en combate), solo para hundirse a sí mismo en una pesadilla interminable.

Entonces allí estaba el cuerpo sorprendentemente sonriente, con los ojos bien abiertos, traído como un trofeo de guerra por los soldados bolivianos a la lavandería del hospital en la colonial Vallegrande. Algunos lo compararon con la "Lección de Anatomía" de Rembrandt; más bien era la "Lamentación sobre Cristo muerto" del maestro del Renacimiento Mantegna, la obra maestra de 1490. La lavandería es hoy una capilla sagrada -sus muros cubiertos por miles de inscripciones de los peregrinos. La escuela en La Higuera es un museo donde los campesinos venden piezas de tierra impregnadas con la sangre del Che.

Así como Espartaco a través de la historia se convirtió en icono de todas las guerras en el globo peleadas por los esclavos contra sus amos, el Che en sólo cuatro décadas es el indiscutible icono mundial de todas las guerras peleadas por la gente rebelde que creen en la esperanza contra la injusticia y que creen que otro mundo, menos cruel, es posible.

Él no es solo "Che-sús" -más popular en una forma que ni John Lennon mismo pudo haberlo soñado. Él es reverenciado por los Bengalís en Kolkatta, palestinos en Gaza, abogados egipcios, disidentes usbekos, exiliados afganos, cargadores de kiwi, jugadores de fútbol soccer rusos, genios de la computación sirios, los Pumas (el equipo argentino de rugby), maestros del ajedrez cubanos, pandillas de motociclistas brasileños, francotiradores iraquíes. En su nombre, todo está permitido. La semana pasada las hijas del Che fueron invitadas por una universidad iraní sólo para enterarse que él estaba siendo aclamado como un líder religioso anticomunista. En Bolivia -donde en 1967 tenía la esperanza de guiar columnas guerrilleras hacia Perú y Argentina- es nada menos que San Che, o San Ernesto de La Higuera, y su historia, via crucis es transmitida por la sagrada tradición oral de campesino a campesino.

Un reporte secreto recientemente desclasificado por la Inteligencia Paraguaya dice cómo el Che, disfrazado como "Óscar Ferreira", estaba cruzando de Brasil a Paraguay en 1966. Esto demuestra cómo todas las dictaduras militares aprobadas por Estados Unidos en el cono sur estaban cercanamente sincronizadas en esa época, todas inclinándose a los dictados de la contrainsurgencia norteamericana. El problema es que en ese preciso momento el Che estaba peleando en el Congo.

El máximo del pop

El Che, con su boina con una única estrella roja portada casualmente sobre un espléndido cabello largo y negro, con ojos flameantes con decisión y mirando al infinito, es la imagen más icónica, reciclada y copiada imagen del siglo XX y lo que lleva del XXI. Alberto "Korda" Díaz, el fotógrafo oficial de Fidel Castro, ha descrito el ánimo del Che en la legendaria fotografía del 4 de marzo de 1960, definida como "Guerrillero Heroico", como "encabronado y doliente".

Pero más allá de este coraje y tristeza, de esa estética rockera de "muere joven, permanece hermoso", trascendiendo toda ideología, trascendiendo todos los perversos alcances del hipercapitalismo, el Che llegó a personificar la misma esencia de la rebelión y la resistencia, de la lucha antiimperialista con un aura romántica. Desde el Dios del fútbol soccer, Maradona, que lleva tatuado al Che en su hombro, a Osama bin Laden, que no pudo resistir posar para las masas islámicas como un Sheikh Guevara. Los estudiosos serios de la vida del Che han llegado a verlo no sólo como un símbolo de todas las cosas revolucionarias, sino de una compasión y sacrificio por una causa justa, casi Zen. Se ha convertido mucho más un héroe cultural que político. Eso explica su seducción definitiva sobre el colectivo inconsciente de la juventud global.

Como la representación de sueños y aspiraciones, no podía sino pertenecer a un panteón de vírgenes y santos. Como el santo definitivo, cruzó de la santidad popular a el arte popular. Por eso los preciados billetes cubanos firmados por el Che en los mercados al aire libre de Buenos Aires, los cigarros del Che en Perú, los bikinis del Che en Brasil, los relojes del Che en Kerala, el Che en camiones tailandeses, el Che en las carteras y encendedores en China, y en las camisetas usadas por el legislador radical de Hong Kong Leung "Cabellos largos" Kwok-hung, Che junto al Sheikh Nasrallah (líder de la guerrilla y partido político chiíta Hezbolá en Líbano), Che junto al Imán Hussein (máxima figura religiosa de los chiítas después de Mahoma) por todo el Medio Oriente.

En el camino con el Che

Doctor, lector serial, fumador serial, un amante del ajedrez, rugby y las motocicletas, economista amateur, y en una ocasión Ministro de Industria y Ministro de Finanzas en la Cuba revolucionaria, el comandante favorito de Fidel Castro, el más grande latinoamericano desde Simón Bolívar, el Che fue sobre todo, un humanista. Está en sus numerosos escritos -resaltando la importancia crucial de todo proceso cultural ligado a la transformación económica, un análisis que los marxistas ortodoxos nunca realizaron.

En un eco postmoderno del "Autobús Mágico" de Ken Kessey, que a principios de los 60's manejaba "más allá", introduciendo a los Estados Unidos a las pruebas de ácido, un autobús amarillo, "La Preferida" salió de Buenos Aires en una jornada de 36 horas hacia Santa Cruz de la Sierra, y entonces hacia los sitios sagrados de Vallegrande y La Higuera, transportando de todo, desde jóvenes militantes argentinos hasta líderes sindicales uruguayos, sin mencionar a los conductores bolivianos que mascan hojas de coca, todos escuchando al grupo de rock boliviano Atayo. ¿Qué tal eso para la integración sudamericana?

Ellos están ahora mezclándose con músicos de rock, ganadores del Premio Nobel, cubanos que lucharon al lado del Che en el Ejército de Liberación Nacional boliviano, hordas de estudiantes, campesinos, turistas europeos, soñadores de los 60's y diversos revolucionarios de sillón en la cúspide del Festival Mundial del Che, durante 5 días, bañados en música, películas, arte performance, peregrinaciones rituales e incluso una Copa de Fútbol soccer del Che.

Están ahora en el corazón de una Ruta del Che, aprobada por el gobierno, de 280 km de largo, en el centro-sur de Bolivia -la respuesta sudamericana a la Ruta Ho Chi Minh en Vietnam. Uno no puede dejar de imaginar cómo el Che -que recorrió estas entonces polvorientas rutas en los años 50's- habría contemplado la integración sudamericana vía el turismo revolucionario, completo con todo y hospedaje, desayuno y guías turísticos.

El embajador cubano en Bolivia, Rafael Dausa Céspedes, asegura que "esta tierra ha sido bendecida con la sangre del Che". Y por sus lecciones también, se podría agregar. Hay 2,180 doctores y 119 maestros de Cuba actualmente trabajando en Bolivia -a solicitud del presidente Evo Morales. El embajador recalca que Cuba no quiere petróleo o concesiones mineras de Bolivia -no como otros poderes mundiales. Aún los argentinos están cruzando la frontera para tener sus operaciones oculares realizadas por calificados médicos cubanos -para quienes la justicia poética es dulce a los oídos: antes de convertirse en un viajero revolucionario, el Che mismo era doctor.

El ex-soldado Mario Terán, el hombre que mató al Che, vive en Santa Cruz de la Sierra, anónimo y terriblemente pobre. Durante mucho tiempo estuvo ciego porque era incapaz de pagar una operación de cataratas. Doctores cubanos han operado unas 600,000 personas en 28 países, sin cargo alguno. Incluyendo a 110,000 bolivianos y a Terán. La historia completa de cómo fue curado por doctores enviados por Fidel Castro fue revelada a un diario boliviano hace un año por el hijo de Terán.

De la Patagonia al Río Bravo

La hija del Che, Aleida Guevara, ve a Latinoamérica hoy en un "momento especial" en la historia, recordando cómo su padre enfatizó la necesidad de los movimientos sociales de acumular fuerza, y de que todos deberían de darse cuenta que "todos somos una gran familia Latinoamericana", una "sola Patria, desde el Río Bravo hasta la Patagonia."

El 9 de diciembre de 1964, el Che pronunció un discurso profético en las Naciones Unidas en Nueva York sobre la liberación de Latinoamérica. Fue su última aparición pública antes de marchar a el Congo. Recientemente, un Aymara (miembro de una etnia indígena que habita las regiones montañosas alrededor del lago Titicaca en Bolivia, así como en Perú) también lo hizo. Fue el presidente boliviano Evo Morales, durante la Asamblea General de la ONU. Jugó fútbol soccer, platicó con trabajadores sindicalizados sobre Abraham Lincoln, asombró a Jon Stewart y a la audiencia de The Daily Show con su sinceridad, integridad y su muy gentil carisma.

Así como la tenebrosa y racista élite blanca boliviana llama a Evo "indio de mierda", la administración Bush negó visas a los miembros mestizos del gabinete de Evo. El Che habría visto inmediatamente qué es lo que Evo provoca en bolivianos blancos, exiliados blancos cubanos, americanos prejuiciosos, o en el escritor de primera clase y político mediocre, el peruano Mario Vargas Llosa:
Miedo.

Evo está haciendo ahora lo que el Che quiso hacer hace 40 años -y va mas allá de una revolución marxista. No sorprende que un retrato del Che penda en la oficina presidencial de Evo en La Paz. Evo es verdaderamente un hijo indígena de su tierra. Su masiva base de apoyo no es sólo boliviana, alcanza a través de Latinoamérica. Está forzando a las élites blancas que conservan todavía una mentalidad conquistadora a confrontar su patético récord en términos de explotación, humillación y saqueo de las riquezas de la población indígena de Sudamérica. Y las élites blancas explotadoras, están por supuesto aterrorizadas de encarar una lenta pero inevitable redistribución de la riqueza.

Evo incluso montó una especie de cuerpo gubernamental de descolonización para ayudar a la gente a lidiar con los efectos del hipercapitalismo occidental. Si hay algún "ismo" en esta revolución, es el humanismo. Y la inspiración tenía que venir del Che.

El Che podría sonreír inmediatamente, fumando su pipa, al ver cómo Evo y Hugo Chávez de Venezuela están siendo demonizados hasta el final de los tiempos por nacionalizar el petróleo y el gas y utilizar el dinero extra para inversiones muy necesarias en salud y educación y para acelerar la temida redistribución de riqueza. ¿Quién gana? En vez de la América corporativa, o la Europa corporativa, son los "indios de mierda" despreciados por los racistas -la gente pobre indígena y mestiza de Venezuela y Bolivia.

Y Ecuador también está encaminado. El Che vive en el Ecuador -donde el economista parcialmente educado en Estados Unidos y presidente Rafael Correa recientemente obtuvo la mayoría de los escaños en la Asamblea Constitucional que escribirá una nueva constitución que recalcará la soberanía nacional y que los bienes nacionales estarán en manos ecuatorianas, no en las manos de corporaciones extranjeras. Así como Bolivia fue hundida por los gobiernos peleles y clientes de Estados Unidos al estado de ser el país más pobre de Sudamérica, Ecuador también tiene retraso; aunque es el quinto exportador de petróleo de Latinoamérica, su nivel de analfabetismo es del 65% y su deuda externa hacia el FMI es proporcionalmente una de las más altas del mundo.

Correa no sólo no firmará ningún TLC con Washington, no será atado a ningún Plan Colombia diseñado en USA, y va renegociar definitivamente la deuda nacional. Lo que el Che quiso hace 40 años es lo que muchos países sudamericanos están buscando ahora: una integración regional aumentada y mejorada, no TLC's impuestos por Estados Unidos. Siete países sudamericanos están ahora uniéndose al nuevo Banco del Sur, con sus oficinas centrales en Caracas. Adiós al FMI y sus "ajustes estructurales" generadores de pobreza.

Así que lo que el Che simboliza ahora, predominantemente en Latinoamérica pero también en el atribulado Medio Oriente, es la esencia pura de los sueños de cambio radical de los 60's. Y es aún más irresistible cuando está salpicado con un toque de estilo. El hombre era un amante de la poesía. Un nuevo libro lanzado en Argentina, "El cuaderno verde del Che" es una antología de 69 poemas por, entre otros, Pablo Neruda, Nicolás Guillén y César Vallejo, copiados por el Che en la jungla boliviana. El libro fue descubierto por tres oficiales bolivianos y un agente de la CIA en la mochila del Che, unas cuantas horas antes de que fuera asesinado.

Cuando se tiene inteligencia, buena apariencia, verdadera compasión y estilo el único camino es hacia arriba -hacia una superioridad moral y política de escala mundial. Porque para todos los jóvenes de corazón del mundo, el Che vive por siempre, así como vive su ejemplo. La lucha por la justicia social es una llama eterna.

Hasta la victoria, siempre.