Hace rato me llegó el siguiente e-mail:
Copia de una carta enviada al columnista de PROCESO que escribe contra AMLO
omito acentos por cuestiones del teclado.
Don Carlos, no me siento ofendido por lo que escribe de AMLO ,siendo yo su simpatizante;pero como en muchas ocasiones los obradoristas salimos en defensa de nuestro Presidente,para mi mas que Legitimo, Verdadero ,por lo mismo,me tomo la confianza de puntualizar mis opiniones sobre su articulo.
El discurso de AMLO no esta desgastado, es muy distinto a tener un discurso consistente.A final de cuentas el le habla al pueblo y sabe ,o tiene en su mente,la vision de como debe guiarlo.Ya hay muchos que han externado su impaciencia, como Julio Hernandez de La Jornada u otros,pero si ya hubieremos actuado por nuestros impulsos,la historia seria otra. AMLO nos pidio tener paciencia y una fe inquebrantable en la CND pasada.
Otro punto,los datos que usted da de las empresas no es porque AMLO mienta, tiene su Secretario de Hacienda,Mario Di Costanzo,que es quien le aporta los datos, y es muy probable que se esten manejando los datos rasos obtenidos despues de la devolucion de impuestos que les hacen a esas empresas, como ya se ha demostrado en articulos de periodicos y un reporte de ASF ( http://www.jornada.unam.mx/2007/03/31/index.php?section=politica&article=005n1pol)
y probablemente tengan los datos para decir lo que dicen.
Este e-mail se refiere a una columna firmada por Carlos Acosta Córdova ( cgacosta@proceso.com.mx ) que aparece en la página de internet de Proceso en este link:
http://proceso.com.mx/analisis_int.html?an=49388
La que parece ser la parte central es la siguiente:
Me alargaría señalar toda la lista de verdades a medias o falsedades llanas. Pero no puedo dejar de abordar lo que más me inquietó. Cuando habló –y lo hizo de manera extensa-- de las cuestiones fiscales, incurrió en el denuesto simple, en el descalificativo sin argumento. Porque lo digo yo así es, fue el mensaje. Dijo: “Se ha llegado al extremo que, por ejemplo, Cemex, que tiene un margen de utilidad de 40 por ciento, sólo pagó 2.3 por ciento de impuestos sobre sus ventas en 2004; Telmex, con un margen operativo de utilidades de 50 por ciento, pagó de impuestos 8.9 por ciento; Kimberly Clark, 6.3; América Móvil o Telcel, 6.6; Femsa, es decir, la Coca-Cola, 2.1; Bimbo, 1.7; Grupo Alfa, 2.3; Grupo Carso, 2.7; IMMSA, 2.4; Grupo Maseca, 1.3, y Wal-Mart, 2.4 por ciento. Y todo esto sin considerar que las negociaciones multimillonarias que se hacen en la Bolsa Mexicana de Valores están exentas de impuestos. En contraste, un trabajador o un integrante de la clase media paga de 15 a 28 por ciento de impuesto sobre la renta, según sus ingresos.”
Cualquiera que haya escuchado o leído eso, diría: pinches empresas y empresarios, cerdos, explotadores, privilegiados, hijos de su… Ese efecto era el que se buscaba. Y me imagino que el aplauso fue unánime. Pero independientemente de lo mucho, muchísimo, que se les pueda criticar a las empresas y al gobierno que las protege, los números de López Obrador no resisten el mínimo análisis. Son falsos. O revelan una inquietante ignorancia o los expresó así sólo para buscar un efecto mediático, de repudio. El caso es que no puede expresarse el pago de impuestos como proporción de las ventas. El impuesto es sobre las utilidades. No por nada el ISR es “Impuesto sobre la Renta”. Cuando miré los números me alarmé. Yo también estuve tentado a decir: hijas de la chingada, cómo se joden al fisco, cómo explotan. Pero, periodista al fin, me di a la tarea de revisar los estados financieros de algunas de esas grandes empresas. Cualquiera lo puede hacer. Son documentos públicos. En la página web de la Bolsa Mexicana de Valores vienen todos. O en internet se pueden encontrar los informes anuales.
Sólo menciono uno, para no alargarme y para que no se me acuse de ser pro empresarial, que estoy muy lejos de serlo. Pero resulta que al analizar los “estados consolidados de resultados” de Bimbo para 2004 y 2005, me encuentro que en el primer año la empresa pagó 900 millones de pesos de Impuesto sobre la Renta, equivalentes a casi 27% de sus utilidades, que fueron de 3,360 millones. Dentro de la ley. En el segundo año, pagó 1,468 millones de pesos por ISR, el 31.2% de sus utilidades, que fueron de 4,697 millones. Dentro de la ley. Si el pago de impuestos se hace contra las ventas totales, por supuesto que resulta un pago mínimo, pero no es correcto hacerlo así. Hasta el más pequeño de los empresarios sería enemigo de la patria.
Insisto: es mucho lo que se puede decir de las empresas, de sus privilegios, de las mil formas que tienen de eludir al fisco, de las ventajas que sacan de sus relaciones con el poder político, de las miserables condiciones laborales que imponen a sus trabajadores, de los bajísimos salarios, de mucho más. Pero no es correcto dar cifras que no se apegan a la realidad y sólo buscan un efecto político de repudio.
Lo que Carlos no dice, es que los porcentajes de pago de ISR PRECISAMENTE se basan en la cantidad de dinero que pagan LUEGO de eludir al fisco. De hecho la Auditoría Superior de la Federación dice textual en su reporte dado a conocer la semana pasada en la página 372 del volumen 1 del tomo 3:
Con objeto de dar una idea del efecto que en términos del pago neto de impuestos tienen la gran cantidad de disposiciones y facilidades que otorga la legislación, se solicitó al SAT una muestra aleatoria de 50 contribuyentes del ISR y otros 50 del IVA, con información sobre el monto pagado de impuestos, una vez deducidas las devoluciones se encontró que en la primera muestra los contribuyentes únicamente pagaron entre 1 y 74 pesos, mientras que en la segunda, el rango fue entre 1 y 67 pesos; es decir, estos Grandes Contribuyentes, cuyos ingresos brutos acumulados son superiores a 500 millones de pesos anuales, prácticamente no pagan impuestos, o están tributando montos poco significativos en relación con su nivel de ingresos.
Y eso no lo dijo el peje. Lo dijo la ASF.
Ahora bien, el reporte también indica que uno de los grandes evasores es una empresa "panificadora." Esto se da a concer en esta nota del Reforma:
"Estas 10 empresas se caracterizaron por estar ubicadas cinco de ellas en el sector automotriz, una cadena de tiendas departamentales o de autoservicios, una de productos fotográficos, una se encuentra en la industria de la panificación, otra más en la del hierro y el acero, y la última es una institución financiera".
¿Cuantas empresas consideradas como "grandes contribuyentes" se dedican a vender pan?
Nadamás una: BIMBO.
Ahora bien; el ISR, en efecto, se calcula en base a la ganancia neta luego de deducir costos de producción, gastos de la empresa, y otros deducibles. Pero resulta que entonces Bimbo estaría gastando el 98% de sus ingresos en producción. Esto es simple y sencillamente FALSO. NINGUNA empresa tan grande como Bimbo se conforma con un mísero 2% de ganancia.
Lo que sucede es que a Bimbo, como a otras empresas, les REGRESAN cantidades enormes de dinero que pagan de impuestos. ESA era la principal queja de la ASF. Que se le está regresando a los grandes contribuyentes DEMASIADO dinero, al grado que de plano (y cito textual) PRACTICAMENTE NO PAGAN IMPUESTOS.
Carlos Acosta, al parecer, simplemente se fijó en lo que paga Bimbo, pero no se fijó ni en las deducciones ni en las devoluciones. Por que de haberlo hecho hubiera llegado a la misma conclusión a la que llegó la ASF: que Bimbo practicamente NO PAGA IMPUESTOS.
Yo no se si Carlos Acosta hizo esto por error, por flojera para investigar, por mala leche, o por qué. Pero lo hizo. Y es ahora ÉL quien tiene que explicarnos por que la ASF no le está dando la razón a sus acusaciones y SÍ le está dando la razón a Mario di Costanzo, a Rogelio Ramírez de la O, y desde luego al peje. Habrá que escribirle a Carlos Acosta y preguntarle.
Una razón más para apoyar al peje en el 2007.
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