Miguel Ángel Granados Chapa.
La presidenta y el presidente.
El ex consejero electoral Emilio Zebadúa, ya como diputado federal denunció la maniobra de Gordillo para integrar el actual consejo general del IFE. Ahora dirige la Fundación SNTE para la Cultura del Maestro Mexicano.
Asistimos a la presentación de una modalidad nueva de la pareja presidencial. La que antes habitó Los Pinos, formada por Marta Sahagún y Vicente Fox, surgió del matrimonio civil. La que ahora ejerce el cogobierno de la República, integrada por Elba Esther Gordillo y Felipe Calderón, expresa un connubio político. Vimos esta semana el despliegue de esa alianza, gracias a la cual la acumulación de poder de la presidenta del sindicato nacional del magisterio es inversamente proporcional a la calidad de la educación.
El martes la presidenta Gordillo cumplió años y festejó su aniversario en Los Pinos, donde recibió la felicitación del presidente Calderón. Nacida en Comitán el 6 de febrero de 1945, Gordillo hizo en las tres últimas décadas una carrera sindical, parlamentaria y política que le permitió ser factor fundamental en la victoria de Calderón el año pasado.
Fue dirigente delegacional y seccional del sindicato de trabajadores de la educación, en cuyo comité nacional ocupó cargos de relevancia creciente hasta que en 1989 el presidente Carlos Salinas le encargó dirigir la agrupación magisterial.
Como secretaria general primero, como cabeza del comité político después y como presidenta actualmente ha controlado desde entonces al sindicato más poderoso de la esfera laboral mexicana, territorio en que ha ampliado su presencia a partir de una inicial división en la federación burocrática priista y la construcción de otra cúpula, alterna, que gana espacios en la representación de los empleados públicos.
Aliada con el presidente Fox, quizá aportante de los votos que lo hicieron ganar, estableció con el primer gobierno panista una liga que le permitió influir decisivamente en el desempeño administrativo y político del guanajuatense, no obstante que ella era entonces secretaria general del PRI, el partido derrotado por Fox en 2000.
Se frustró, sin embargo, el propósito conjunto de realizar una reforma fiscal cuando ella coordinaba a los diputados priistas, proyecto nacido de un encuentro en que estuvieron presentes Carlos Salinas, Roberto Madrazo, el secretario de Hacienda Francisco Gil, la propia Gordillo y otros diputados.
La defenestración de la lideresa parlamentaria aceleró su disputa con Madrazo, a cuya candidatura presidencial se opuso mientras permaneció en el partido antaño gubernamental y cuando aceptó la maternidad del Partido Nueva Alianza.
Durante el pasado proceso electoral, ese partido y el SNTE pusieron votos y trampas al servicio de Calderón. Es probable que casi millón y medio de personas, que votaron por los candidatos a legisladores del Panal pero no por su candidato presidencial, orientaran su sufragio hacia el aspirante panista.
En la zona oscura del proceso, cuadros magisteriales especialmente entrenados al efecto, y en combinación con funcionarios del IFE (el director ejecutivo de Organización de ese instituto se formó en la tradición de las argucias electorales practicadas por profesores), proveyeron el otro insumo necesario: la manipulación de los votos en las urnas y las actas.
De allí que una parte del gobierno haya sido entregada a Gordillo. A su parcela pertenecen el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y la Lotería Nacional. Sus titulares actuales son Miguel Ángel Yunes, a quien Gordillo había antes incorporado a la Secretaría de Seguridad Pública federal, y Francisco Yáñez Herrera.
El antecesor de Yunes en el ISSSTE, Benjamín González Roaro, había representado a Gordillo en la SEP, como subsecretario de Servicios Educativos en el DF, antes había organizado y dirigido el fondo de vivienda del magisterio, munífica fuente de ingresos para la dirigente, y ahora forma parte de la bancada panista en San Lázaro, otra forma de colaboración entre el gordillismo y el PAN.
Yáñez Herrera, antiguo director del citado fondo de vivienda magisterial, reemplazó en la Lotería a Tomás Ruiz, pupilo también de Gordillo y tan de su confianza que ahora encabeza Nueva Alianza. El candidato presidencial de ese partido, Roberto Campa Cifrián, es ahora el secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
A la reunión del martes, aunque se la hubiera presentado de ese modo, no acudió la presidenta Gordillo sólo como lideresa magisterial, sino como cogobernante, cabeza de una fuerza política propia. Lo evidenció así la presencia de Miguel Ángel Jiménez, diputado federal y ex presidente del Panal, y la de Emilio Zebadúa, el antiguo consejero electoral que como diputado federal denunció la maniobra de Gordillo para integrar el actual consejo general del IFE. Frustrada su intención de ser candidato perredista al gobierno de Chiapas, lo fue del Panal hasta que en los hechos declinó en favor del candidato priista. Al concluir esa peripecia es ahora director de la Fundación del SNTE para la Cultura del Maestro Mexicano.
En el encuentro del martes, del que la Presidencia no ofreció información oficial, Gordillo invitó a Calderón a estar presente en el cuarto congreso nacional de la educación, a celebrarse en abril próximo, y, en un plano más inmediato, convino con él en que su comité nacional se reuniría con los miembros del gabinete a partir de esa misma fecha. En efecto, esa noche la cúpula magisterial fue recibida por el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, probablemente para abordar los montos de la rezonificación salarial -la demanda que hizo estallar la crisis oaxaqueña-, acordada por Gordillo con Fox y Calderón según informó ella misma.
Al día siguiente, Gordillo fue recibida por la secretaria de Educación Josefina Vázquez Mota y el de Gobernación Francisco Ramírez Acuña. El encuentro con la primera fue el anticipo de la instalación, que ocurrirá mañana lunes, de la comisión mixta que elaborará el Programa Nacional de Educación.
En la víspera, Gordillo había expuesto ante Calderón las líneas básicas que espera sean recogidas en ese documento: que la educación no sirva al régimen político, sino a los ciudadanos; que no haya educación de primera y de segunda clase; que se vertebre todo el sistema educativo, desde preescolar hasta superior; que se aborde la educación de manera integral; que en la era del conocimiento la educación no pasa sólo por la escuela; que las escuelas se "empoderen" más allá de la burocracia; que haya procesos correctos de evaluación; y que se provean a la educación los recursos fiscales necesarios (Reforma, 7 de febrero).
Según el boletín de Gobernación, "ante más de un centenar de miembros de la dirigencia nacional y de los secretarios generales de los comités ejecutivos estatales (sic, por seccionales) el encargado de la política interior del país reconoció el liderazgo de la maestra Elba Esther Gordillo y destacó que la democracia demanda organizaciones como el SNTE, con cohesión y unidad interna, que garanticen alcanzar sus objetivos por la vía del diálogo, del trabajo responsable y serio".
Aun si fuera cierto que la democracia demanda organizaciones como el SNTE, quizá no lo es respecto de la educación. Al menos esa es la percepción del Banco Interamericano de Desarrollo que en un documento de prospección, "Un sexenio de oportunidad educativa. México 2007-2012", consideró como "el mayor obstáculo que enfrenta actualmente el sistema educativo mexicano" el papel del sindicato, pues su presencia "preponderante... en la gerencia del recurso docente ha politizado y dificultado la introducción de reformas necesarias para introducir parámetros modernos, equitativos y transparentes de gestión que permitan elevar el profesionalismo de la carrera docente y, por ende, su calidad".
Abunda el informe: "El desproporcionado incremento de los docentes en educación básica refleja un sistema de administración de recursos humanos en el que los intereses gremiales son tanto o más altos que el objetivo de mejorar los niveles de calidad educativa".Pese a que su cogobierno con Gordillo impedirá afectar esos intereses gremiales en beneficio de la educación, Calderón parece satisfecho con esa alianza y no necesitar otras interlocuciones.
Así lo evidenció la desaprensión con que convocó por vía telefónica, como si fueran subordinados suyos, a los legisladores que integran las comisiones de Educación de las Cámaras federales, para un desayuno en Los Pinos el jueves 8. El resultado fue que de 43 invitados sólo acudieron 13.
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domingo, febrero 11, 2007
GRANADOS CHAPA EN EL REFORMA.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 1:11 p.m.
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