Hora de terminar |
sábado, 30 de diciembre de 2006 | |
Dra. Sandra Peniche Quintal Deseo que mi deseo les alcance y motive. Mi deseo nace de mi profunda convicción de que al actuar con verdad, con genuinidad, con el tamizaje ético, adicionado con voluntad, fuerza interior, eficiencia y eficacia, es posible y muy probable, lograr lo que nos propongamos. Estoy convencida que no hay mal que sea perenne, que la población posee un sentido de supervivencia y bondad, que la ciudadanía tiene una fuerza que puede cambiar el rumbo y que es necesario que aprenda a elegir con objetividad y no a partir del engaño.
Así se comportó durante toda su vida política, en particular en la gubernatura de Guanajuato. Sin embargo, quienes votaron por él, se sintieron identificados con esa parte gamberra de Vicente Fox, que la mercadotecnia ungió como un nuevo valor: el de la venganza de los pobres de espíritu y carentes de valor cívico. Ahora ya no está Vicho, ahora está el ilegítimo de Felipe Calderón quien fue impuesto mediante una exacerbación de los odios, las diferencias enconadas y la promesa de una nueva venganza, ahora no sólo contra los priístas, sino contra los Vichos. De todas esas personas que decidieron no oír, no ver, no saber, y no prever, que votaron por Vicente Fox en las pasadas elecciones federales, no votaron por Felipe Calderón porque ahora si no avalaron otro error, porque muy probablemente sintieron muy de cerca las consecuencias desfavorables de la debacle de Fox y de los mega robos que demasiados integrantes de la élite del Partido Acción Nacional en cargos públicos, hicieron a vista de todo México y el mundo. Ahora deseo que miren a Yucatán. En los últimos seis años hemos padecido a una clase gobernante que delinque y es impune, y me refiero a los tres poderes y a las cúpulas de casi cualquier tipo, porque para mantenerse, necesaria e indispensablemente tuvieron que llegar a pingües acuerdos. No se vaya a pensar que solamente los panistas han hecho todo esto, la participación de las jerarquías políticas, económicas y demás, son igualmente responsables de lo que en Yucatán viene sucediendo desde que se realizó la primera concertacesión cuando Ana Rosa Payán arribó a la Presidencia de Mérida. Y aclaro: son las cúpulas, las jerarquías. Sin embargo, las bases de cada partido tienen su parte de responsabilidad porque no han sido capaces de exigirles que les rindan cuentas. Y no me refiero a las cuentas de cantinas y prostíbulos, o de los viajes a Hawai. La rendición de cuentas va desde todos y cada uno de los procesos y resultados en la toma de decisiones, en los programas, en la vida interna de cada partido, sindicato, cámaras, etc. Por otra parte, la ciudadanía no organizada ha mantenido una enfermiza distancia con la vida social y política de Yucatán. Prefieren comprar melate, rumiar sus miedos, posponer sus deseos y ponerse de tapiz, esperando que el dedo los toque y de la noche a la mañana ya puedan gozar de máximas prebendas, que por demás está decir que son ilegales o fraudulentas. Las organizaciones de la sociedad civil no nos salvamos; las hay vinculadas a los partidos políticos, al poder religioso, a los emporios económicos, y fácilmente las puede detectar porque solamente actúan a "solicitud de parte" como algunos mercenarios/as de la academia. Las menos, en las que me ubico, no nos damos abasto tanto por tener que participar como auténticas "bomberas" para evitar más daño, como por las tareas inherentes a cada ONG que realizamos TODOS los días, aún sea en época electoral o navideña. Incluso, y aquí hago un paréntesis, les cuento el ataque más reciente, porque no sé si sea el último del año. El día 20 de diciembre por la noche, salí como todos los miércoles, bastante cansada, ya que ese día lo dedicamos a la realización de papanicolaous y colposcopías, campaña de la que en otra ocasión hablaré. En la puerta del consultorio estaba ya la bolsa de basura que todos los días se saca a la puerta en espera del servicio de recoja de basura. Media hora después, salió todo el personal y cuál sería su sorpresa, que se encontraron con un charco de sangre, y no era mía porque afortunadamente ni tengo hemorragias ni reglo. La sorpresa no fue por la sangre, sino de observar la burda maniobra de querer dar la apariencia de que de la bolsa de basura salía la sangre. Craso error. Nunca, nunca encontrarán en nuestra basura semejante cantidad de sangre, primero porque no somos filiales del rastro. En SHSSR no matamos ni descuartizamos a nadie y no tenemos ningún nexo con sicarios ni con este gobierno. La sangre que pueden encontrar es la de una torunda de algodón con una gotita de sangre posterior a una aplicación de inyectable, o una gasa manchada con sangre cuando ponemos o quitamos un dispositivo intrauterino, o alguien que presenta un sangrado transvaginal por diversas patologías. Desde luego que esa cantidad de sangre vertida encima de la bolsa de basura, va con dedicatoria por las interrupciones legales del embarazo que el o la ejecutora imaginan. Pues le diré, que nadie necesita ir a ningún lado a interrumpir un embarazo, eso se hace desde la comodidad y seguridad de su hogar. Al menos lo hubieran hecho el 28 de diciembre, pero bueno, tampoco ésta les funcionó. Aprovecho para decirles que nuestra organización estará aplicando para ser certificada como un centro de vasectomías, con la calidad y trato inmejorable, que es nuestra característica. (Continuará) |
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