EL MIEDO Y EL REGRESO DEL PRI

El PAN cometió un grave error al usar el miedo como estrategia electoral.

Ahora, ante su debacle política, el PRI ha retomado esta estrategia--con el completo aplauso y complicidad del PAN--para tratar de detener la caída de gobiernos estatales priistas en el país. Fue con una campaña de miedo como pretendió el PRI ganar las elecciones en Chiapas. No lo lograron. Fue con miedo como el PRI ha pretendido evitar la caida de Ulises Ruiz en Oaxaca. Ha resultado contraproducente. Y fue con autentico TERRORISMO (guerra sucia, secuestros, tortura, golpizas, amenazas) como el gobierno priista de Tabasco llevó a cabo el fraude electoral con el que pretenden imponer a Andrés Granier en la gobernatura tabasqueña. Todo esto con la complicidad del PAN ya sea por medio de spots de guerra sucia anunciando que Raúl Ojeda es un "peligro para Tabasco" o bien haciéndose de la vista gorda ante las arbitrariedades del gobierno de Manuel Andrade (a quien la gente ha empezado a llamar "la marrana") en contra de los perredistas.

Pero ahora la estrateguia del miedo se ha salido de control y ha llegado a un punto en el que, al perder la propaganda mediática su efectividad, se ha empezado a aplicar de directamente a la ciudadanía.

Me refiero en específico al caso de Baja California. No hace más de un més de Baja California las principales quejas que se escuchaban eran los altos precios de la electricidad y la violencia del narco--ambos problemas sin solución desde 1989 que el PAN tomó la gobernatura del estado.

Pero repentinamente las cosas cambiaron. Los empresarios de Baja California protestaron contra el gobierno panista del estado encabezado por Eugenio Elorduy, y exigieron que se resolviera de una vez por todas el problema de la inseguridad. Y con toda justificación. Las principales víctimas de secuestro en Baja California son los empresarios ricachones. Es decir, los que tienen con que pagar rescates millonarios.

Pero de repente algo sucede en Baja California que nunca había sucedido: extorsión por teléfono. Los que viven en el centro de México ya conocen esta historia. Una llamada telefónica argumentando que se tiene secuestrado o que se va a secuestrar a un familiar y que se deposite tanto dinero en tal cuenta bancaria para soltarlo o para no secuestrarlo. Las llamadas se hacen desde la cárcel usando un celular. Para darle solución a este problema en el DF, el gobierno del DF instaló un sistema de bloqueo de llamadas por celular en las cárceles de la capital. Se trata en realidad de un problema con solución.

Pero ahora aparece este problema en Baja California. Especificamente en Mexicali, en donde las llamadas también se hacen desde la cárcel. Se le engaña a la gente diciéndoles que si no pagan cantidades relativamente pequeñas de dinero (hasta 2 mil dólares) se secuestrará a un familiar. Algunos pagan, algunos no.

¿Por qué aparece de manera tan repentina este problema en Mexicali? ¿Y por qué aparece de tal manera la cantidad de dinero que se pide es irrelevante? ¿Cometer un delito de ese tamaño por 20 mil pesos cuando los verdaderos peces gordos son los empresarios de Baja California y no tienen en realidad la manera de evitar ser extorsionados? ¿Y cometerlo además sabiendo que en cualquier momento se les podría poner un bloqueador de llamadas en la cárcel?

No cuadra. El narco en Baja California es mucho más inteligente que eso y no estaría desperdiciando el tiempo en algo tan poco redituable. Y un secuestrador que de verdad quiera hacer dinero no estaría haciendo llamadas para ver quien cae y desembolsa de 2 mil a 10 mil dólares.

Y MENOS cuadra el hecho de que esto aparezca de manera tan repentina en Baja California. ¿Qué ha pasado en Baja California en los últimos meses que indique que la gente tiene más dinero o el suficiente dinero como para sea redituable la extorsión? NADA.

Lo único que ha ocurrido a nivel nacional es que el PRIAN se ha dado cuenta de que el miedo les ha funcionado más o menos bien como arma para hacer fraudes electorales. Para poder hacer un fraude electoral y que la gente se lo trague--por lo menos la gente que se deja engatuzar por los medios--hay que darle primero a la gente una razón para creer que la gente sí votó por el partido que hizo el fraude. En el caso de las elecciones presidenciales y en Tabasco fué usando la estrategia del miedo: el PRD es un "peligro para México."

Y con esto regreso al punto inicial: de como el PAN abrió la caja de Pandora del miedo y de como ahora el PRI lo lleva al extremo con el propósito de intentar recuperar el poder político que perdió en las elecciones federales y que está en constante peligro de perder a nivel estatal en varias partes del país.

Por que resulta que las próximas elecciones estatales importantes serán las de Baja California. En 2007 se vota para elegir gobernador, alcaldías y congreso en Baja California. En 2004 el PAN perdió 2 alcaldías importantes en BC: Tijuana y Mexicali, que fueron ganadas por el PRI. El caso de Mexicali es de particular interés ya que el triunfo del PRI en Mexicali se debió a una impugnación del PRI en la que el tribunal electoral de BC anuló votos para PRI y PAN pero, al final, la suma de los votos le dió la ventaja al PRI. Esto le causó un enojo enorme al gobernador panista de BC, Elorduy, quien, en represalia, le retiró al Tribunal Electoral de BC el presupuesto, condenando al TEBC a la virtual desaparición por falta de recursos. La apuesta de Elorduy, obviamente, era que no hubiera un TEBC que pudiera revertir un fraude panista en el 2007 para la gobernatura y para las alcaldías de BC .

El PRI, mientras tanto, arrinconado por la fulminante debacle que sufrió luego del 2 de Julio (gracias a Elba Esther Gordillo), no está dispuesto a seguir perdiendo poder político y, por el contrario, ahora está haciendo gala de todas sus trapacerías para ganar gobernaturas así sea torturando y secuestrando contrincantes--como sucedió en Tabasco.

Y aquí es donde encaja la estrategia del miedo. El PAN en Baja California ha perdido el apoyo del empresariado de una manera muy repentina. Los mismos empresarios que apoyaron al fraude electoral del 2 de Julio, son ahora los que desconocen al gobierno panista por que, alegan, la inseguridad en BC ya es insoportable.

Pero no sólo hay que amedrentar a los empresarios para ganar las elecciones. Hay que amedrentar al pueblo entero. ¿Con quéamedrentar al pueblo de BC? ¿Diciendo que el PRD es un peligro para Baja California? Imposible. El PRD en BC no ha podido dar auténtica pelea a nivel estatal--si votaron masivamente en BC por el PRD no fue por el PRD sino por AMLO. Y ni modo que el PRI diga que el PAN es un peligro para BC. El PAN se las aplicaría igual y no se llegaría a ningún lado. Forzosamente se tiene que inyectar el miedo por otra parte.

Esa otra parte es la inseguridad pública. Y si para algo se pintan sólos en el PRI es para el crimen.

¿Qué tan difícil sería para el PRI poner a alguien en las cárceles de BC a hacer extorsión por teléfono para crear un clima de pánico que forzara a la gente a no volver a votar por el PAN ante su incapacidad o de plano complicidad con el crimen organizado en BC? No muy difícil. Y menos a unos meses de que empiecen las campañas electorales en BC.

Lo cual trae dos problemas importantes:

1. Que el PAN fácilmente podría contraatacar desatando una ola de crimen en los municipios priistas de BC y así acusar a los gobiernos municipales priistas de ser blandengues ante el crimen.

2. Que al desatar ambos partidos un clima de inseguridad, este se les podría salir de las manos y llegar a un punto en el que de plano no podría tener solución.


Pero la desesperación del PRIAN por seguir encaramados en el poder es tanta, que de esto y más son capaces.

Todos los que votaron por el PAN o por el PRI deben de estar ahora muy contentos por el resultado de lo que hicieron. Se han convertido en cómplices de olas de violencia, secuestros y demás linduras que el PRIAN an desatado en el país para tener a la gente amedrentada y, en teoría, controlada para que les acepten sus cochinadas sin hacer gestos.

Y luego se dicen los PRIANistas adalides del estado de derecho.

¿La solución a todo esto? No volver a votar JAMÁS ni por el PRI ni por el PAN. Punto.


Una razón más para apoyar al peje en el 2006.