01-11-2007
Luego ellos, los de nadie, acuden a los panteones a visitar a sus muertos, porque la memoria traiciona en días como éstos. A pesar de los meses de divagación, olvido y frio, sus muertos siempre regresan y obligan a llorar por ellos |
Estuvo parado largo rato frente a la Iglesia de San Francisco y no le importó que para esas horas de la mañana, el frío calara mucho más. Lo alumbraba el farol, que aún prendido, se encuentra en la esquina con la avenida Hidalgo, justo frente a una cafetería que iba abriendo sus cortinas. Eran las siete y media de la mañana, y al sonar la hora en las bocinas de la tienda que mantenía sintonizada una estación de radio de la ciudad, el indigente plantó bandera sobre el poste de luz y se dedico a desayunar su pobreza, el tiempo y leche directa de la caja.
Para este jueves que las novias y sus novios se pasean con su pose y su blof por los decadentes centros comerciales y sus cines son sólo horror ficticio y jalouin, en la calle no hay más que Día de Muertos. No del amor, no de la amistad. Aca se proyectan largometrajes dramáticos, escritos, actuados y dirigidos por quienes desde el otro lado de la vitrina, inclinan la cabeza para recoger una lata de aluminio. De banqueta a banqueta todo es diversión, “son pobres porque quieren”, diría aquel funcionario multipartidista.Leer más...
01-11-2007
Ya estoy más viejo que joven. La aclaratoria es urgente para ofender menos, o nada. Lo digo porque la tendencia de los viejos es emigrar hacia la derecha. Esta es la tesis, no la central, sino la secundaria, pero la estoy mencionando primero y eso también hay que aclararlo.
Saramago −sentencioso, pero bien hablado−, establece que cuando los izquierdistas van hacia el centro, es porque caminan, en realidad, hacia la derecha. Que alguien considere que ir hacia la derecha es síntoma de evolución o de retroceso, de involución o progreso; que sea más o menos despreciable, dignificante o envilecedor, pues ya eso es otra cosa y en los gustos −como dice Sergio Ramírez en Adiós muchachos−, también se manifiesta la libertad. En los gustos y en la imaginación, acierta el escritor nicaragüense.
Yo soy de izquierda. Siempre lo he sido. Por convicción, por formación y hasta por uso electoral. La primera vez que voté −en 1988, cuando el eslogan más publicitado decía: "El gocho pal 88"−, lo hice por la Liga Socialista. David Nieves era el candidato de izquierda con más proyección. Por lo menos eso creía yo, aunque también sabía que no iba a ganar y, supongo, el propio Nieves estaba convencido de ello. En todo caso, fui uno de los 10.073 venezolanos (0,14%) que votaron por él, de poco más de siete millones de votantes.Leer más...
01-11-2007
En el año 1876 Federico Engels presentaba su ensayo "El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre". Explicaba ahí cómo el trabajo cumple la histórica misión de ir creando un ser cualitativamente nuevo a partir de una especie anterior. Es decir: el trabajo como actividad creadora comenzaba a transformar la naturaleza y abría un capítulo novedoso en la historia. Nunca hasta ese entonces –dos millones y medio de años atrás según lo que hoy día las ciencias arqueológicas pueden establecer– un animal había modificado conciente y productivamente su entorno. La actividad de las hormigas, de las abejas o de los castores, grandes "ingenieros" por cierto, no puede ser considerada una acción laboral en sentido estricto. Todas estas especies repiten desde tiempos inmemoriales su carga genética, no inventan nada nuevo, no se "desarrollan" y jamás, desde hace millones de años, evolucionaron en la forma de realizar su producción (los hormigueros o los panales son iguales desde siempre). Fue cuando nuestros ancestros descendieron de los árboles y comenzaron a tallar la primera piedra cuando puede decirse que hay "trabajo" en sentido humano, como actividad creadora, como práctica que transforma el mundo natural y va transformando al mismo tiempo a quien la lleva a cabo. Y desde que arrancó esa primera actividad con el primer homo habilis –en África, en lo que hoy es el norte de Tanzania– la evolución ha sido continua y a velocidades cada vez más aceleradas. En esa perspectiva, entonces, el papel del trabajo –como lo afirmara Engels– ha sido fundamental: fue la instancia que "creó" al ser humano. Pasamos de monos a seres humanos por el trabajo.
Pero la historia no está terminada.
Estas últimas décadas fueron de retroceso para los trabajadores, ello es evidente. Pero la lucha sigue. Nadie dijo que la lucha fuera fácil. Si miramos la historia queda claro que sólo con enormes sacrificios se van cambiando las cosas. Y sin dudas, aunque hoy pareciera que nos acercamos más al mono debido a estos retrocesos sufridos, de nosotros, de nuestras luchas depende recuperar el terreno perdido y seguir avanzando más aún como trabajadores, y como especie en definitiva. Recordemos las palabras de Neruda: "podrán cortar todas las flores, pero no detendrán la primavera".Leer más...
01-11-2007El agua embotellada Dasani “no es otra cosa que agua de grifo”, dijo la organización y criticó la política de comercialización de “comida chatarra” de Kellog’s. Consumers Internacional nominó a los llamados Premios Internacionales a los Malos Productos, a cuatro principales finalistas, entre los que incluye el peor de ellos. Estos son, en orden de importancia: Matel, en el renglón de “malos juguetes”; Coca-cola, con “reenvase de agua corriente”; Kellogg´s, “mal alimento” (comercialización de comida chatarra dirigida a los niños); Takeda Pharmaceuticals, “mala promoción de medicamentos”.Leer más...
01-11-2007
"Hasta ahora, los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo; se trata de cambiarlo." Los dos enunciados de la célebre "Tesis Feuerbach" de Karl Marx inspiraron a los historiadores marxistas. La mayoría de los intelectuales que adhirieron al marxismo a partir de la década de 1880 -entre ellos los historiadores marxistas- lo hicieron porque querían cambiar el mundo, junto con los movimientos obreros y socialistas; movimientos que se convertirían, en gran parte bajo la influencia del marxismo, en fuerzas políticas de masas. Esa cooperación orientó naturalmente a los historiadores que querían cambiar el mundo hacia ciertos campos de estudio -fundamentalmente, la historia del pueblo o de la población obrera- los que, si bien atraían naturalmente a las personas de izquierda, no tenían originalmente ninguna relación particular con una interpretación marxista. A la inversa, cuando a partir de la década de 1890 esos intelectuales dejaron de ser revolucionarios sociales, a menudo también dejaron de ser marxistas. Leer más...
01-11-2007
Ignacio Ramonet, director de la publicación Le Monde Diplomatique, ha sido durante décadas una de las voces más elocuentes y más claramente identificadas en los medios internacionales con la izquierda. Y su último libro, "Cien horas con Fidel", es tan polémico como los anteriores.
Ramonet respondió a las preguntas de los lectores sobre su libro, su defensa del mandatario venezolano, Hugo Chávez, y el motivo de su identificación temprana con la izquierda.
Uno de los fundadores del Foro Social Mundial y creador de la frase "otro mundo es posible", asegura además que "no podemos seguir viviendo en un mundo donde más de la mitad de la humanidad vive en la miseria".
Ramonet estuvo en Londres invitado por el Instituto de Estudios sobre Cuba de la Universidad Metropolitana.
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