EL "LIDERAZGO" AZUL.

Líder en tolerancia a los pederastas

sábado, 27 de enero de 2007

Por María Teresa Jardí El mundo anda mal, ya se sabe, pero eso no idiotiza por igual a todos los gobernantes del mundo. La educación no está en manos de la Gordillo ni en Berlín ni en Davos y ni siquiera en Arizona. A nadie engaña el dictadorzuelo mexicano, ofreciendo, por la puerta de atrás, entreguismo, por orden del imperio yanqui. Si el Poder Legislativo representase al pueblo mexicano, Calderón no recibiría el permiso de salir a ningún lado, incluso porque Calderón no es aceptado por treinta millones de mexicanos como Presidente legítimo. Pero sobre todo, no se le otorgaría el permiso de salir al gobernante ilegítimo, por amor a México, porque sólo puede ir a hacer el ridículo quien es fiel sirviente del gobierno yanqui. Cualquier ser pensante sabe que las escaleras se barren de arriba hacia abajo y también sabe que para subir hay que hacerlo empezando por abajo. Haití tiene hoy más posibilidades de convertirse en líder, a las que tiene México de volver a serlo. Cuando se cae, como ha caído México, la subida se torna imposible. Es muy fácil adquirir prestigio. Pero cuando el prestigio se pierde es casi imposible recuperarlo. México fue. Hoy son otros y van a seguir siendo otros los países líderes de América Latina y esos se encuentran en el Sur de Continente, aunque a la derecha mexicana, tan profundamente inculta, le cueste entenderlo. La homogenización de las ideologías partidarias no son buenas nuevas para nadie. El fin de las oposiciones trae aparejada la corrupción a la mexicana. Los policías violan personas detenidas en las dictaduras. Y no necesariamente la dictadura trae aparejada la permanencia de la misma persona como cabeza del sistema impuesto contra el pueblo al que no se deja elegir cuando el fraude se legaliza. El mundo sabe lo que ocurre en México. En el mundo se pitorrean, el resto de gobernantes, de la "democracia" mexicana. En las democracias se gana con un voto, sí, pero un voto que no cuestionan treinta millones de ciudadanos. En las democracias los votos se cuentan las veces que sea necesario contarlos para que no queden dudas sobre el triunfo legítimo de quien no jura "cumplir con lo que manda la Constitución" en un búnker, rodeado de militares y sin cumplir ni siquiera con el pase de lista de los legisladores. Calderón no engaña a nadie. Pero el pueblo mexicano se podría ahorrar el bochorno del espurio perseguido, por sus propios fantasmas, si impidieran los legisladores, al usurpador, la salida del país, que no lo merece tener una dictadura aunque sea tan a la mexicana. Líder en corrupción es México. Líder en la legación del fraude y de atracos al pueblo como el Fobaproa. Líder en mujeres impunemente asesinadas y líder en impunes ejecuciones. Líder en desapariciones forzadas y con presos políticos en las cárceles de alta seguridad mexicanas. Líder en atroces torturas y violaciones sexuales policíacas contra los opositores. Líder en tolerancia a los pederastas. Qué bonitos liderazgos los del actual gobierno mexicano. Por la puerta de atrás y acosado por los fantasmas por él creados seguirá paseando Calderón por el mundo, mientras la familia de la Gordillo se enriquece con la SEP y la familia de la mujer de Calderón desde donde pueda, al fin que todo se vale en un país donde tres veces los ciudadanos habríamos votado en contra del PAN, luego de Fox, y no por Calderón, como sí hicieron, por Chávez, los venezolanos.