Fracasa la marcha contra las mujeres

América Latina - México
Fracasa la campaña antiabortista del clero
Apenas unas decenas de personas, incluyendo niños de escuelas religiosas, al igual que monjas y sacerdotes, acudieron al llamado del clero en la ciudad de México para promover el encarcelamiento de las mujeres que abortan.
Edgar González Ruíz (Para Kaos en la Red) [18.02.2008 08:02] - 84 lecturas - 6 comentarios

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Pederastia y fracaso clerical

El clero contra el estado laico:

Fracasan marchas antiabortistas

Edgar González Ruiz

El pasado domingo 17 de febrero, el arzobispado de México demostró la apabullante impopularidad de su reclamo antiabortista que busca encarcelar a las mujeres que aborten, a lo que le llama “la defensa de la vida”,

A pesar de que Norberto Rivera, con todas sus mañas,su poder económico y su influencia política estuvo promoviendo una concentración antiabortista en la ciudad de México, el evento fracasó totalmente ante la indiferencia de la sociedad hacia los reclamos inquisitoriales de la Iglesia.

La misma situación ocurrió en mayor o menor medida en otras ciudades de la República donde el clero se lanzó a la calle contra los derechos de las mujeres.

Pese a ello, la derecha en el poder, que es obediente a los dictados de la jerarquía católica, busca anular la despenalización del aborto en la ciudad de México, mediante una decisión impuesta por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pese a lo impopular que sea.

La Iglesia manipula niños

Con grandes expectativas, y con apoyos mediáticos y políticos, el clero estuvo promoviendo durante varias semanas la llamada Jornada Nacional por la Vida. La Familia y México, aprovechando que grupos conservadores, empresarios y el gobierno federal están promoviendo intensamente el llamado Día de la Familia, a principios de marzo.

El clero estuvo haciendo propaganda de ese evento en las parroquias, en algunos medios, en publicaciones clericales y en la Web (en sitios como la página www.derechosdelconcebido.org.mx).

Dicha Jornada se llevaría a cabo de las 11.30 a las 13 horas en la Glorieta del Angel de la Independencia, con la indicación de llevar a cabo actos similares en todas las ciudades de la República.

Sin embargo, a la hora indicada se presentaron sólo unas decenas de personas, cantidad que pasado el mediodía apenas llegaba a los trescientos participantes, ampliamente superados en número por los paseantes, turistas, comerciantes, policías y ciclistas que transitaban por sus actividades en esa parte de la ciudad.

Los pocos participantes, que vestían de blanco y rojo, incluían monjas y religiosos, algunos grupos parroquiales y organizaciones conservadoras como Caballeros de Colón, Vifac (Vida y Familia), grupo cercano a Provida y Comunión y Liberación, grupo internacional fundado en Italia..

Como ya es costumbre, por lo menos en la ciudad de México se abstienen de mostrarse en público en eventos de confrontación personajes tan desacreditados como Jorge Serrano Limón y su grupo Cultura de la Vida, antes próvida, que sin embargo, goza de un total apoyo por parte del gobierno y de la jerarquía católica.

En el evento circularon trípticos antiabortistas pagados por la diputada panista María de la Paz Quiñones, y en las pancartas se apeló a lemas religiosos, a las imágenes sangrientas de fetos destrozados, del estilo de Provida, y a las amenazas contra las mujeres, con las palabras “aprende a afrontar las consecuencias de tus actos”.

Ante su falta de convocatoria, el clero recurrió a la pederastia –política en este caso- al hacer uso de niños y niñas de primaria, quienes en grupo y uniformados asistieron a la marcha llevados por sus maestras, para pedir que encarcelen a las mujeres que aborten.

Para ocultar el fracaso clerical, la agencia gubernamental Notimex difundió una nota en defensa de la marcha, donde se alegaba que “el gobierno del DF” los había “saboteado” y “les había limitado sus permisos”,y que por eso finalmente desistieron, pero en realidad, la gente no acudió al llamado del clero, y el evento quedó como una pequeña mancha de intolerancia en una ciudad que ha aprendido a respetar las decisiones de los demás.

Es decir, el gobierno federal puso su servicio noticioso a disposición del clero, propagando una versión mentirosa de lo ocurrido el domingo, al grado de que menciona la cifra de dos mil participantes, varias veces superior al número real de quienes se presentaron al evento.

A través de Notimex, los manifestantes también le echaron la culpa de su fracaso ante la sociedad, a una protesta contra el alza del impuesto predial, evento al que acudían algunas señoras y señores de clase acomodada y simpatías panistas, que se subieron a las gradas del Angel, y que obviamente no buscaba restar simpatías a la marcha del clero, sino por el contrario generar más ataques contra el gobierno del DF.

Tan pequeña fue la concentración del clero que ni siquiera alteró las actividades dominicales de esa zona ni la gente que pasaba por el lugar se mostró interesada en apoyar la manifestación ultraderechista.

En Reforma, con total indiferencia hacia las normas que pregona el clero, paseaban algunas parejas de lesbianas o de homosexuales, que disfrutaban del respeto que ahora les garantizan las leyes.

Desde luego, el Arzobispado ha contado con la complicidad de muchos medios que han omitido referirse a los hechos, para hacer invisible su fracaso y de otros que simplemente transcriben la versión mentirosa de Notimex.

Los participantes de la marcha arribaron minutos antes de las seis de la tarde a la Catedral, en donde oficia una misa el cardenal Juan Sandoval Íñiguez.

En Jalisco, que se considera la región por excelencia de influencia clerical, tampoco la Jornada tuvo una respuesta significativa, a pesar de que personajes del gobierno panista apoyaron directamente la marcha.

Minutos antes de las cinco de la tarde, dio inicio la marcha, que convocó el Arzobispado de Guadalajara y en la que en total participaron cerca de 3 mil 500 personas, es decir, más de diez veces el número de las que asistieron en la ciudad de México, ilustrando la diferencia ideológica que existe entre las dos capitales.

Entre los participantes en la marcha estuvo Imelda Guzmán, esposa del gobernador de Jalisco y la contralora del gobierno del Estado María del Carmen Mendoza, quienes llegaron minutos antes de las seis de la tarde a la Catedral, en donde el cardenal Juan Sandoval Íñiguez inició una misa a las 6:15 y pidió que abrieran todas las puertas del lugar para que no se quedara la gente afuera.

Como un sangriento sarcasmo, en la Catedral de Guadalajara se estuvo promoviendo la marcha como una supuesta “defensa de la vida”, pero a la vez, como de costumbre, se promovía la imagen de los cristeros, glorificando sus crímenes y asesinatos.

En Durango, algunas personas pertenecientes a asociaciones ligadas con las iglesia católica, marcharon por las principales calles del centro, para pedirle a la Suprema Corte de Justicia declarar inconstitucional la ley aprobada en el Distrito Federal, que permite el aborto.

Es decir, su protesta fue para encarcelar a mujeres que ni siquiera viven en esa ciudad ni en ese estado.

Niños, mujeres, hombres, algunas monjas y un sacerdote, fueron parte del contingente de aproximadamente 500 personas, que se pronunció “por la defensa de la vida”.

Con pancartas y grandes mantas, en las cuales podía leerse: “que levante la mano quien no ha sido feto”, “no te combiertas (sic) en asesino”, “mi vida vale, la tuya también, ¿y la de ellos”, “el amor es creación de dios”, marcharon los católicos ataviados en su mayoría con playeras blancas y pantalones de mezclilla.

Dentro de los marchistas, se encontraba un grupo de cinco mujeres, que rezaban el rosario.

Los manifestantes que tras la manifestación por las calles, realizaron un mitin encabezado por el arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, quien admitió que el número de personas congregadas era mínimo, pero que ello no incide para no poder crear conciencia a favor de la vida.

Debate filosófico

El fracaso clerical contra el aborto se ha dado también en el medio de los estudiosos de la filosofía.

Carlos Abascal y otros derechistas, así como la jerarquía católica, han querido apelar a sofismas filosóficos para defender el encarcelamiento de las mujeres que abortan, pero varios filósofos mexicanos que trabajan en diferentes universidades. Han estado difundiendo una carta en apoyo a la despenalización y contra los recursos de inconstitucionalidad presentados por la CNDH y por la PGR.

El escrito de los filósofos, que será entregado a la SCJN, puede verse en la página

http://www.filosoficas.unam.mx/~gmom/abortofilosofos.pdf>http://www.filosoficas.unam.mx/~gmom/abortofilosofos.pdf, cuestiona los dogmas en que el clero y los derechistas basan sus argumentaciones y califica como inmoral la ley que castigue el aborto.

“Una ley que es ineficaz porque no logra cumplir su objetivo y que tiene más consecuencias negativas que positivas es una mala ley. Si las consecuencias, además, son graves para el bienestar de la comunidad, será una ley inmoral. La ley que penaliza el aborto tiene más consecuencias negativas que positivas: en la mujer que quiere abortar, en la criatura no deseada y en la sociedad en genera”.

“La penalización no impide que se sigan realizando abortos, simplemente orilla a las mujeres a la clandestinidad y tiene consecuencias graves para su salud….la penalización del aborto no reduce el número de abortos, en cambio, la experiencia de países como Holanda, Suecia, Dinamarca o Italia muestra que la despenalización contribuye a una reducción de abortos, dado que posibilita programas y políticas públicas de orientación a las mujeres que deciden abortar. Por ello, creemos que un modo de reducir el número de abortos que se realizan en el país es suprimir las leyes que lo criminalizan”.

Cabe añadir que gracias a la despenalización del aborto en la ciudad de México, desde hace casi un año, muchas mujeres han podido librarse de situaciones dramáticas, como es la elección entre ir a la cárcel o practicarse un aborto en condiciones riesgosas.