2. Por eso se ha dicho con mucha razón: si quieres tener altos salarios para siempre, funda un partido o ingresa como dirigente en alguno registrado. La política que es el arte de hacer posible lo imposible, de poder hacer real la utopía, desde hace muchas décadas se ha convertido (al parecer) en un magnifico negocio para los más altos dirigentes de todos los partidos cuyos directivos se han dedicado a brincar de un cargo a otro. Lo que durante 50 años se criticó al PRI, de establecer una dictadura de algunos personajes en el poder, ahora lo realiza exactamente igual el PAN, el PRD y otros partidos. Hay más de 100 personajes en la llamada oposición que pueden sumar 25 años brincando de un cargo a otro: de diputado local a diputado federal y de aquí a senador para luego pasar a una presidencia municipal, a una gubernatura o a directivo del partido. 25 años ocupando cargos, impidiendo que los más jóvenes y críticos asciendan.
3. Pueden haber Frentes que aglutinan partidos, Movimientos que luego se convierten en partidos o partidos evidentes con otro nombre. La realidad es que los partidos, con sus nombres formales, llevan más de 150 años de existencia en el mundo, aunque antes hayan tenido otra designación, como las logias masónicas en México a principios del siglo XIX o los seguidores de caudillos políticos o militares. Los partidos son parte de un todo, nacieron para conquistar el poder o por lo menos ser parte del mismo. Poseen objetivos definidos, programas, estrategias y tácticas, siempre enfocados a la toma del poder. Así surgieron los partidos conservadores (para conservar el poder); los liberales, de proclamaban la libertad de comercio, de trabajo, etcétera; los laborista que proclaman la defensa del trabajo; los comunistas que luchaban por la propiedad y el bienestar común e igualitario o los socialcristianos que unían la doctrina cristiana con la política.
4. En México los partidos como tal surgen durante la dictadura porfiriana (1876/1911) Aunque antes a los conservadores, liberales, juaristas, iglesistas y lerditas se les haya antepuesto los nombres de partido, en realidad no funcionaban como tales, sino que eran seguidores de corrientes políticas o caudillos. Los anarquistas agrupados con Bakunin, que se confrontaron con Marx en la Primera Internacional, extendieron su influencia en varios países, entre ellos México. Así conocimos aquí a Plotino Rodhakanati que abrió escuelas anarquistas entre el campesinado, a Julio López Chávez que encabezó una rebelión campesina en Chalco contra Juárez y las leyes sobre tierras que despojaron a las comunidades y el mismo Flores Magón que desde fines del siglo XIX comenzó a difundir el periódico Regeneración y fundar círculos de obreros libres con los que logró organizar las huelgas obreras más importantes contra la dictadura porfiriana.
5. Los partidos que se registraron antes e inmediatamente después de la Revolución, respondieron a los intereses de caudillos revolucionarios. Por eso al fundarse el Partido Nacional Revolucionario (abuelo del PRI) tuvo como uno de sus objetivos principales unificar a los caudillos para establecer una dictadura “democrática” y “nacionalista” en el país. El Partido Acción Nacional nació 10 años después...
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