LA CORTE DE LOS ENANOS.

Calderón no crece.



Escrito por Eduardo Ibarra Aguirre
13-09-2006
Utopía

Cualquiera esperaría que tras el triunfo jurídico, que ni remotamente político, obtenido por Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa al ser declarado presidente electo, crecería en el plano de la política, sobre todo cuando el país está abismalmente confrontado y, por ello, urgido de hombres y mujeres capaces de tender puentes entre los 30 millones que sufragaron por el michoacano y por Andrés Manuel López Obrador.

Arquitectos de la política incluyente y el diálogo entre dos grandes bloques ciudadanos peligrosamente confrontados 72 días después de las elecciones, es lo que requiere México. Lo que sobran son los siempre oportunos detractores de las izquierdas como el ayer pensador marxista Roger Bartra. También los siempre oportunos trapecistas de la política como Jesús Reyes Heroles González Garza y Genaro Borrego Estrada.

Mucho menos coadyuva al diálogo y la negociación políticas sobre los grandes temas nacionales para afrontar la profunda fractura nacional --la crisis política que no quiere reconocer el grupo gobernante porque él la generó--, un presidente electo que esquizofrénicamente hace discursos lo mismo para seguir presentando a sus adversarios –la segunda fuerza política y electoral del país sin la cual es impensable que pueda gobernar la República-- como peligrosas amenazas para México, la paz y la tranquilidad sociales; que contados párrafos después los llama a dialogar, como sucedió en la Plaza México, donde con dificultades el panismo reunió a 30 mil ciudadanos, revisados con detectores de metales por agentes del Estado Mayor Presidencial y protegidos por un extraordinario dispositivo policiaco y militar.

A Calderón Hinojosa le está haciendo mucho daño el inmerecido obsequio que le hicieron los siete magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, bajo presiones de Vicente Fox Quesada y Mariano Azuela Güitrón, al decir de Porfirio Muñoz Ledo.

Felipe Calderón ni siquiera ha sido capaz de darle un mínimo de cohesión a la cúpula de Acción Nacional. Utilizó el primer acto masivo como presidente electo para ajustar cuentas con Manuel Espino Barrientos. El torneo de recriminaciones fue de tal magnitud que el egocentrismo del empequeñecido presidente electo lo condujo a presentar como personal su triunfo y, en menor medida, partidario; a mostrarse como “producto de la cultura del esfuerzo”.

El siempre duro y claridoso ex comandante policiaco en la capital de Durango, le recordó que su mentor político, Carlos Castillo Peraza, pregonaba el perdón como instrumento de la política. Ni Castillo mereció el aplauso del arrogante Calderón ni Espino el saludo.

Si el otrora singular promotor parlamentario del Fobapora no puede con su partido, mucho menos logrará “unir a los mexicanos”, como asegura que trabajará. Y menos aún con la visión autoritaria y maniquea de convertir en violentos a los 15 millones de ciudadanos que sufragaron por López Obrador y a uno de cada cuatro mexicanos que todavía aseguran que hubo fraude electoral, pese a la censura que ejerce el duopolio televisivo y el oligopolio radiofónico. La muestra más reciente fue el discurso de Amalia Dolores García Medina quien en nombre de los gobernadores perredistas le aclaró al autoritario orador: “Su discurso es inaceptable para quienes deseamos un México incluyente y plural”.

Censuras y servicios prestados por próceres del bien común como Elba Esther Gordillo Morales, Víctor Flores Morales y Elías Morales Hernández, que empiezan a convertirse en facturas a cobrar por los que hicieron posible el milagro calderonista y que costará espacios institucionales a la República y decenas de miles de millones de pesos al erario y los bolsillos de usted.

Estos pagos le restan capacidad de maniobra, sobre todo frente a los dueños de México y la autodenominada pareja presidencial.

Acuse de recibo
Lydia Cacho Ribeiro presentó ayer su novela Muérdele el corazón... Voz pública, el programa radiofónico conducido por Francisco (Paco) Huerta Hernández, arrancó el 13 de septiembre de 1976. Martha Elena Ramírez Ortiz informa que 30 años después “a pesar de la mordaza foxista el juicio del ciudadano se sigue difundiendo en Radio Bilingüe”... David Luna Hernández escribe: “Denunciamos la amenaza de muerte que recibió nuestro compañero Francisco Cerezo Contreras, defensor de derechos humanos e integrante del Comité Cerezo-DF. Dicha amenaza enviada el día 6 de septiembre proviene del gobierno federal ya que los datos que manejan los obtuvieron durante la detención de Héctor y Antonio Cerezo Contreras (presos en el penal del Altiplano 1, antes la Palma)”.

forum@forumenlinea.com
www.forumenlinea.com