MAS DE LA REUNIÓN AMLO-TELEVISA.

Como suele suceder es estos casos, cuando se manejan fuertes intereses creados, el hermetismo para que la ciudadanía se entere de lo que hablaron las partes involucradas, se maneja como si fuera secreto de estado. En el caso específico de la reunió a que convocó televisa hace mas de un mes, a los tres mas fuertes candidatos, reunión que se dió en privado con cada uno, nadie, ni los partidos, ni los candidatos, ni la propia televisa han informado a la opinión pública para que se reunieron.¿Sobre que temas hablaron?,¿A que acuerdos llegaron?. Nada. Lo único que hemos podido abrevar, ha sido una filtración aquí, otra por allá.

Es el caso en que hoy, Salvador García Soto, uno de los comentaristas políticos mejor informados del medio, escribe en su columna de el Universal, algo más tangible, de lo que ya en otra entrega nos deslizó, veamos:

El experimento de Televisa
El encuentro entre directivos y accionistas de Televisa y el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador , realizado el pasado 2 de febrero en Valle de Bravo, no fue, precisamente, miel sobre hojuelas .

Y no es que López Obrador no haya llegado de muy buen ánimo a la reunión, sobre todo, porque antes del encuentro lo recibió, en su casa, el presidente del emporio televisivo, Emilio Azcárraga Jean .
Pero hubo un detalle a su llegada al salón donde se realizaba la reunión anual de directivos y socios de Televisa que irritó al candidato presidencial y lo puso de mal humor casi todo el encuentro. En las primeras filas estaba sentado, nada menos que Roberto Hernández, el banquero y empresario que está en la lista negra de López Obrador y a quien el perredista tiene catalogado como uno de los empresarios que se ha beneficiado ilegalmente y ha gozado de privilegios indebidos.

Y si ya de entrada se veía tenso a Andrés Manuel y sus respuestas a las interrogantes de directivos de Televisa no eran, precisamente, las más tersas, el problema vino cuando al candidato le preguntó Roberto Hernández.

La tensión se sentía cuando el ex dueño de Banamex -el hombre que vendió a Citigroup su banco por 12 mil millones de dólares y que hizo el negocio de su vida cuando no tuvo que pagar impuestos al gobierno por esa operación- tomó el micrófono y se dirigió a López Obrador.
- Señor candidato- le dijo Roberto Hernández- yo quisiera preguntarle si tiene usted algún problema personal conmigo.
-Ningún problema, señor, solamente que pague usted sus impuestos- le respondió Andrés Manuel.
-Pero yo no hice nada ilegal, todo lo que hice fue legal- replicó el banquero.
-Yo no sé si fue legal o no, pero lo que usted hizo, obtener ganancias de ese tamaño y no pagar impuestos, es inmoral, ofende al pueblo.
- Pero yo le insisto si usted tiene algún problema de tipo personal.
-Ninguno, que pague usted sus impuestos... Y los va a tener que pagar en el 2007- insistió López Obrador antes de voltearse a otro lado y dejar con la palabra en la boca a Roberto Hernández.

Para entonces se podía cortar el aire en aquel salón donde Emilio Azcárraga, Bernardo Gómez, Leopoldo Gómez y demás directivos y accionistas de Televisa veían, entre asombrados y tensos, el peloteo entre López Obrador y Roberto Hernández.

La versión que dan cercanos al candidato perredista es que la presencia de Hernández no fue acordada ni se le había informado a López Obrador. De hecho, todavía hoy, a un mes de
distancia, en el equipo del perredista se preguntan cuál fue la intención de invitar al banquero a ese encuentro, a sabiendas de la confrontación entre ambos personajes.

¿Para qué invitaron a Roberto Hernández? ¿Para ver qué reacción tenía Andrés Manuel? ¿Para medir al candidato y su reacción? ¡Pues vaya que lo midieron!

La pregunta sería si el apuro, casi desesperación de Televisa por sacar a como dé lugar su ley de Radio y Televisión antes de las próximas elecciones, tiene algo que ver con lo que vieron y escucharon de Andrés Manuel en aquella reunión en Valle de Bravo.

Una cosa si es cierta, hagan lo que hagan los legisladores, así como también lo que dejen de hacer, la ciudadanía primero se los cobrará en las urnas este 2 de Julio, y después con AMLO en la presidencia, el pueblo les demandará ante la ley, el pago de la sanción en que hayan incurrido en la no observancia de sus deberes como legisladores de la nación.

Televisa y los grandes corruptores de esta país, podrán tener prisa en sacar "ilegalmente" acuerdos y contratos leoninos que les beneficien ahorita, pero solo será pan para un día, pues en llegando AMLO a la presidencia todos esos entuertos tendrán que enderezarse.

Una razón de mucho peso y pe$o$ para votar por AMLO y la mayoría perredista en el Congreso.