Se Organizan Obreros de Gamesa

En Gamesa ha iniciado una batalla más entre obreros y patrones. Los dueños de la empresa buscan, por todos los medios, que los obreros trabajemos más por menores salarios con el fin de tener más ganancias a costa de la explotación de todos los que laboramos en la empresa. No podemos permitir que se ataquen más nuestros derechos, tenemos que unirnos y detener de una vez por todas a la patronal.

En primer lugar las autoridades, desde hace ya varios años, han aumentado la jornada laboral a 12 horas cuando dentro de nuestro contrato Colectivo de Trabajo esta estipulado que la jornada de trabajo debe ser de 8 horas, encima de esto no se nos pagan las horas extras y la patronal no ha querido pagar los días festivos que laboramos como lo marca la ley; el reparto de utilidades es una burla y ahora vemos que a los compañeros nuevos, aunque laboren más de seis meses, no les dan la planta de base, además de esto ahora han aumentado la velocidad de las máquinas para que produzcamos más en menos tiempo.

Todas estas artimañas de la patronal lo único que buscan es sacar más riqueza a costa de la explotación de nosotros. Solo por poner un ejemplo, en una línea de producción de galletas donde laboran más o menos 120 trabajadores, se producen hasta 80 toneladas en dos turnos; el valor de esa mercancía equivale a 1 millón 360 mil pesos, al mes serian 40 millones 800 mil pesos. Si el promedio de un salario es de 3 mil 500 pesos al mes, por 120 trabajadores, el dinero destinado a salarios sería de 420 mil pesos, es decir que ellos, los empresarios, se embolsan al mes ¡¡¡40 millones 380 mil pesos, sólo de una línea de producción!!! Con esa cantidad podríamos tener mejores salarios o trabajar muchísima más gente menos horas de trabajo sin reducción salarial. ¡Y encima de esto quieren aumentar el ritmo para que produzcamos 10 toneladas más! Lo mismo ocurre en todas las fábricas.

La patronal esta temerosa de un movimiento organizado de los trabajadores, ahora han puesto policías dentro y fuera de las fabricas para vigilarnos e incluso abren indiscriminadamente los casilleros de los trabajadores en busca de propaganda; algunos compañeros como en el caso de Hugo Ortega y Ubaldo Gutiérrez, han sido despedidos por luchar en contra de estas arbitrariedades, no podemos permitir que sigan despidiendo al que se quiere defender, un ataque a uno es un ataque a todos.

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