Rubén Martín: El fracaso del grupo Jalisco
Es bastante desagradable hacer leña del árbol caído, aunque por desgracia es un deporte habitual en las páginas de los opinadores públicos. Digo esto con la seguridad de que ahora que Francisco Ramírez Acuña pasa sus peores momentos se incrementarán el número de sus críticos. Diré en mi descargo que, tratándose del ex gobernador de Jalisco, no soy crítico de temporal.
Hay muchas versiones sobre la salida de Ramírez Acuña de Gobernación, ninguna positiva. Todas coinciden que al político panista le quedó grande el cargo, que se le fueron de las manos asuntos que le interesaban a Felipe Calderón y su grupo compacto, como fue el manejo de las negociaciones de la reforma electoral. Adicionalmente se le critica que hizo rodear de un equipo de cuadros bastante pobre y que no dio los resultados esperados.
Para Calderón dejarlo trece meses en Gobernación fue suficiente pago por haberlo destapado el sábado 29 de mayo de 2004. El pago no era únicamente por destaparlo en un evento que recordó los mejores rituales de la época priista. Calderón estaba también en deuda porque con Ramírez Acuña puso a un grupo de operadores que llevaron y acarrearon votos en la elección interna del PAN en 2005 y por la cosecha de votos conseguida en la elección constitucional.
Calderón le debía, además, ayuda financiera que el entonces gobernador de Jalisco se encargó de gestionar ante empresarios locales. No eran los grandes montos que se recogen en las cenas con empresarios de Monterrey o la Ciudad de México, pero en el momento de la guerra electoral cualquier munición es buena.
Al despedirse del cargo Ramírez Acuña alegó dos hechos a su favor: que “recuperó” la figura presidencial en clara alusión al manejo campechano y vulgar que hizo Vicente Fox de esa institución; y que actuó “respetando los derechos humanos”, dijo en su segundo argumento. La frase deja entrever que a fin de cuentas al ex gobernador de Jalisco le pesa su fama como político de manos dura (la mayoría de los cartonistas del Distrito Federal lo dibujaron siempre como un cavernícola) y represor.
Él, que siempre desdeño las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos, terminó tratando de recuperar su imagen como alguien preocupado por las garantías individuales. Demasiado tarde. No creo que haya justicia divina, pero en este caso, la biografía política del personaje terminó imponiéndose a sus propios deseos. Las denuncias de represión nacionales e internacionales por el caso 28 de mayo son una loza que siempre cargará el ex gobernador de Jalisco.
Ahora regresa a su estado. Dicen que a tomarse unas vacaciones personales, pero también de la política activa. Al menos durante un tiempo. Le hace falta pues, ni falta decirlo, su salida de Gobernación cancela sus aspiraciones para convertirse en candidato presidencial.
La salida de Ramírez Acuña tiene otra consecuencia directa para políticos, empresarios, periodistas y académicos locales que le quemaron incienso cuando fue nominado titular de Gobernación. Entonces le destacaron sus dotes como político y su eficacia como operador. Todo esto ha sido puesto en duda.
Con la llegada de Ramírez Acuña y de Alberto Cárdenas Jiménez al gabinete calderonista hubo expresiones de júbilo entre algunos grupos de poder en el estado. Pensaron que la llegada de este grupo al gabinete representaba el momento estelar de los jaliscienses en las altas esferas de poder nacional. Y que este momento estelar (Alberto Cárdenas habló incluso que se habían “alineado las estrellas” para Jalisco), tendría impacto en el estado. No se pensaba en todos los jaliscienses, sino en el Jalisco que abarca el terreno de sus intereses y ambiciones.
Ahora el sueño de un “grupo Jalisco” influyente en el centro de las decisiones políticas y económicas es un mito. Los políticos pensaban que serían legiones los que se irían al gabinete federal, mientras que los empresarios pensaron en contratos y beneficios tangibles a corto plazo. Nada de esto se cumplió. En este sentido, las esperanzas que se confiaron en Ramírez Acuña representan el fracaso de una apuesta política de los grupos de poder locales. La caída de Ramírez Acuña se lleva entre las patas las ambiciones de un grupo dirigente en decadencia que no tiene ideas interesantes y creativas qué ofrecer a los grupos subordinados locales, y revela la estrechez de miras de un grupo que cree que sus intereses coinciden con los del conjunto de la sociedad. El fracaso del grupo Jalisco no es el fracaso de la sociedad jalisciense.
Para continuar con la entrevista que Samuel Romero Valle concedió a Rubén Martín en el programa Cosa Pública el pasado viernes, va la nota en la que Rubén menciona la citada entrevista y la respuesta que no se hizo esperar de Enrique Alfaro, coordinador en el estado de la campaña de Alejandro Encinas a la presidencia del PRD:
Bejarano, eje del conflicto del PRD
Es bastante desagradable hacer leña del árbol caído, aunque por desgracia es un deporte habitual en las páginas de los opinadores públicos. Digo esto con la seguridad de que ahora que Francisco Ramírez Acuña pasa sus peores momentos se incrementarán el número de sus críticos. Diré en mi descargo que, tratándose del ex gobernador de Jalisco, no soy crítico de temporal.
Hay muchas versiones sobre la salida de Ramírez Acuña de Gobernación, ninguna positiva. Todas coinciden que al político panista le quedó grande el cargo, que se le fueron de las manos asuntos que le interesaban a Felipe Calderón y su grupo compacto, como fue el manejo de las negociaciones de la reforma electoral. Adicionalmente se le critica que hizo rodear de un equipo de cuadros bastante pobre y que no dio los resultados esperados.
Para Calderón dejarlo trece meses en Gobernación fue suficiente pago por haberlo destapado el sábado 29 de mayo de 2004. El pago no era únicamente por destaparlo en un evento que recordó los mejores rituales de la época priista. Calderón estaba también en deuda porque con Ramírez Acuña puso a un grupo de operadores que llevaron y acarrearon votos en la elección interna del PAN en 2005 y por la cosecha de votos conseguida en la elección constitucional.
Calderón le debía, además, ayuda financiera que el entonces gobernador de Jalisco se encargó de gestionar ante empresarios locales. No eran los grandes montos que se recogen en las cenas con empresarios de Monterrey o la Ciudad de México, pero en el momento de la guerra electoral cualquier munición es buena.
Al despedirse del cargo Ramírez Acuña alegó dos hechos a su favor: que “recuperó” la figura presidencial en clara alusión al manejo campechano y vulgar que hizo Vicente Fox de esa institución; y que actuó “respetando los derechos humanos”, dijo en su segundo argumento. La frase deja entrever que a fin de cuentas al ex gobernador de Jalisco le pesa su fama como político de manos dura (la mayoría de los cartonistas del Distrito Federal lo dibujaron siempre como un cavernícola) y represor.
Él, que siempre desdeño las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos, terminó tratando de recuperar su imagen como alguien preocupado por las garantías individuales. Demasiado tarde. No creo que haya justicia divina, pero en este caso, la biografía política del personaje terminó imponiéndose a sus propios deseos. Las denuncias de represión nacionales e internacionales por el caso 28 de mayo son una loza que siempre cargará el ex gobernador de Jalisco.
Ahora regresa a su estado. Dicen que a tomarse unas vacaciones personales, pero también de la política activa. Al menos durante un tiempo. Le hace falta pues, ni falta decirlo, su salida de Gobernación cancela sus aspiraciones para convertirse en candidato presidencial.
La salida de Ramírez Acuña tiene otra consecuencia directa para políticos, empresarios, periodistas y académicos locales que le quemaron incienso cuando fue nominado titular de Gobernación. Entonces le destacaron sus dotes como político y su eficacia como operador. Todo esto ha sido puesto en duda.
Con la llegada de Ramírez Acuña y de Alberto Cárdenas Jiménez al gabinete calderonista hubo expresiones de júbilo entre algunos grupos de poder en el estado. Pensaron que la llegada de este grupo al gabinete representaba el momento estelar de los jaliscienses en las altas esferas de poder nacional. Y que este momento estelar (Alberto Cárdenas habló incluso que se habían “alineado las estrellas” para Jalisco), tendría impacto en el estado. No se pensaba en todos los jaliscienses, sino en el Jalisco que abarca el terreno de sus intereses y ambiciones.
Ahora el sueño de un “grupo Jalisco” influyente en el centro de las decisiones políticas y económicas es un mito. Los políticos pensaban que serían legiones los que se irían al gabinete federal, mientras que los empresarios pensaron en contratos y beneficios tangibles a corto plazo. Nada de esto se cumplió. En este sentido, las esperanzas que se confiaron en Ramírez Acuña representan el fracaso de una apuesta política de los grupos de poder locales. La caída de Ramírez Acuña se lleva entre las patas las ambiciones de un grupo dirigente en decadencia que no tiene ideas interesantes y creativas qué ofrecer a los grupos subordinados locales, y revela la estrechez de miras de un grupo que cree que sus intereses coinciden con los del conjunto de la sociedad. El fracaso del grupo Jalisco no es el fracaso de la sociedad jalisciense.
Para continuar con la entrevista que Samuel Romero Valle concedió a Rubén Martín en el programa Cosa Pública el pasado viernes, va la nota en la que Rubén menciona la citada entrevista y la respuesta que no se hizo esperar de Enrique Alfaro, coordinador en el estado de la campaña de Alejandro Encinas a la presidencia del PRD:
Bejarano, eje del conflicto del PRD
- Romero Valle dice que financia a grupos adversos al grupo UdeG
- Romero aseveró que la candidatura de Jasso es financiada por Bejarano.
19-Enero-08
René Bejarano, conocido como el Señor de las Ligas gracias a la exhibición de los videos en los que aparece embutiéndose pacas de dinero del empresario Carlos Ahumada, se ha convertido en el centro de la disputa de las corrientes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Jalisco.
Al salir al paso a las críticas que se han lanzado a su actuación como diputado, el coordinador de los legisladores locales del PRD, Samuel Romero Valle, descalificó a sus adversarios al señalar que se trata de las corrientes locales ligadas a Gerardo Fernández Noroña y René Bejarano.
Marco Jasso Romo, candidato a la presidencia estatal apoyado por los grupos que se oponen al control del grupo UdeG en el PRD, dijo que Romero actúa como defensor de oficio de Emilio González. Esto respondió el aludido: “Es una forma de estos grupos violentos de descalificar a quienes asumimos una actitud responsable. No me opongo a todo, me opongo a lo que es inconveniente y lo que es conveniente lo apoyo, aunque venga del gobernador”.
Romero aseveró que la candidatura de Jasso es financiada por Bejarano. “Bejarano ha estado en Jalisco en visitas periódicas apoyando a estas personas, pero les pide que no aparezca, les da vergüenza que los vean con él. Él es el que los está apoyando, él es el que los está financiando, hay fotografías y testigos”.
Luego, lamentó la actitud “desleal e ingrata” del diputado Enrique Alfaro Ramírez, quien declaró que el ciclo del liderazgo del grupo UdeG en el PRD había llegado a su fin. “Una actitud que incluso me parece desleal e ingrata, porque recordaría que quien hizo diputado a Alfaro fue el grupo Universidad”.
Ayer mismo, Alfaro respondió. Admitió que llegó al Congreso del Estado con la bendición de Raúl Padilla López, jefe del grupo Universidad. “Tuve el apoyo de Raúl Padilla, lo digo sin empacho; estoy agradecido con él por el gesto que tuvo, pero cuando hablé de ese tema con él jamás mencionó que el costo era convertirme en lacayo de Samuel Romero o traicionar a López Obrador”. Alfaro dijo que respeta a su coordinador parlamentario, pero que jamás actuará en contra de sus principios o los del PRD, como sí lo han hecho Romero Valle y Carlos Orozco.
Rechazó tajantemente que tengan relación con Bejarano y menos que reciban financiamiento de él. La corriente de Bejarano en Jalisco, representada por Oswaldo Palacios, no apoya a Marco Jasso, aseveró.
Romero Valle repite palabra por palabra los "argumentos" de los panistas y sus plumas vendidas para denostar al PRD. Interesantemente, las fotografías que menciona no han salido a la luz pública. Esto se ve como la campaña de Nueva Izquierda para denostar a todos sus detractores tachándolos de bejaranistas, ¿y quién se va a poner a defender al principal personaje perredista que ayudó de manera involuntaria al esfuerzo panista-salinista de destruir a AMLO? A Fernández Noroña lo menciona porque sabe que en Jalisco ha tenido muchísimo éxito la campaña de linchamiento a Noroña; repite el mismo error que muchos políticos de Nueva Izquierda que creen que si se comportan como panistas, lograrán conseguir más votos.
También Romero Valle, tendría que mencionar específicamente qué grandes propuestas ha dado Emilio González Márquez dignas de su apoyo, y si considera que es congruente con la austeridad republicana que predica el PRD su propuesta de adquisición de camionetas de lujo nuevas para los coordinadores de bancada en el Congreso del Estado (sin olvidar al único diputado del PT que se coordinará a sí mismo para gozar del vehículo nuevo). El hecho es que lo menciona Jasso es una descripción bastante acertada de la realidad, y el PRD no podrá tomar ventaja del enorme descontento que existe en el estado en contra de Emilio González Márquez y los demás gobernantes panistas si se mantiene en la misma actitud pusilánime y entreguista con la que se ha comportado hasta ahora.
Para escuchar el programa Cosa Pública:
Programas Notisistema
Podcast iTunes
Podcast Genérico
René Bejarano, conocido como el Señor de las Ligas gracias a la exhibición de los videos en los que aparece embutiéndose pacas de dinero del empresario Carlos Ahumada, se ha convertido en el centro de la disputa de las corrientes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Jalisco.
Al salir al paso a las críticas que se han lanzado a su actuación como diputado, el coordinador de los legisladores locales del PRD, Samuel Romero Valle, descalificó a sus adversarios al señalar que se trata de las corrientes locales ligadas a Gerardo Fernández Noroña y René Bejarano.
Marco Jasso Romo, candidato a la presidencia estatal apoyado por los grupos que se oponen al control del grupo UdeG en el PRD, dijo que Romero actúa como defensor de oficio de Emilio González. Esto respondió el aludido: “Es una forma de estos grupos violentos de descalificar a quienes asumimos una actitud responsable. No me opongo a todo, me opongo a lo que es inconveniente y lo que es conveniente lo apoyo, aunque venga del gobernador”.
Romero aseveró que la candidatura de Jasso es financiada por Bejarano. “Bejarano ha estado en Jalisco en visitas periódicas apoyando a estas personas, pero les pide que no aparezca, les da vergüenza que los vean con él. Él es el que los está apoyando, él es el que los está financiando, hay fotografías y testigos”.
Luego, lamentó la actitud “desleal e ingrata” del diputado Enrique Alfaro Ramírez, quien declaró que el ciclo del liderazgo del grupo UdeG en el PRD había llegado a su fin. “Una actitud que incluso me parece desleal e ingrata, porque recordaría que quien hizo diputado a Alfaro fue el grupo Universidad”.
Ayer mismo, Alfaro respondió. Admitió que llegó al Congreso del Estado con la bendición de Raúl Padilla López, jefe del grupo Universidad. “Tuve el apoyo de Raúl Padilla, lo digo sin empacho; estoy agradecido con él por el gesto que tuvo, pero cuando hablé de ese tema con él jamás mencionó que el costo era convertirme en lacayo de Samuel Romero o traicionar a López Obrador”. Alfaro dijo que respeta a su coordinador parlamentario, pero que jamás actuará en contra de sus principios o los del PRD, como sí lo han hecho Romero Valle y Carlos Orozco.
Rechazó tajantemente que tengan relación con Bejarano y menos que reciban financiamiento de él. La corriente de Bejarano en Jalisco, representada por Oswaldo Palacios, no apoya a Marco Jasso, aseveró.
Romero Valle repite palabra por palabra los "argumentos" de los panistas y sus plumas vendidas para denostar al PRD. Interesantemente, las fotografías que menciona no han salido a la luz pública. Esto se ve como la campaña de Nueva Izquierda para denostar a todos sus detractores tachándolos de bejaranistas, ¿y quién se va a poner a defender al principal personaje perredista que ayudó de manera involuntaria al esfuerzo panista-salinista de destruir a AMLO? A Fernández Noroña lo menciona porque sabe que en Jalisco ha tenido muchísimo éxito la campaña de linchamiento a Noroña; repite el mismo error que muchos políticos de Nueva Izquierda que creen que si se comportan como panistas, lograrán conseguir más votos.
También Romero Valle, tendría que mencionar específicamente qué grandes propuestas ha dado Emilio González Márquez dignas de su apoyo, y si considera que es congruente con la austeridad republicana que predica el PRD su propuesta de adquisición de camionetas de lujo nuevas para los coordinadores de bancada en el Congreso del Estado (sin olvidar al único diputado del PT que se coordinará a sí mismo para gozar del vehículo nuevo). El hecho es que lo menciona Jasso es una descripción bastante acertada de la realidad, y el PRD no podrá tomar ventaja del enorme descontento que existe en el estado en contra de Emilio González Márquez y los demás gobernantes panistas si se mantiene en la misma actitud pusilánime y entreguista con la que se ha comportado hasta ahora.
Para escuchar el programa Cosa Pública:
Programas Notisistema
Podcast iTunes
Podcast Genérico
No hay comentarios.:
Publicar un comentario