La Casada Infiel, version del primer damo Mouriño

Adaptación de La Casada Infiel, del inmortal Federico García Lorca y leída por el primer damo Mouriño:

(musica de una guitarra y castañuelas a manera de fondo, ¡ole!, y lease ceceando las eses)

Y que yo me lo follé en Los Pinos

Creyendo que era mozuelo

Pero Jelipe estaba aguado.

Fue la noche del fraude

Y casi por algoritmo

Se rezagaron los votos

Y se encendieron los chuckys.

En las últimas casillas

Toque sus nalgas aguadas

Y se me abrieron de pronto

Como ramos de jacinto.

El lustre de su pelona

Me brillaba en la pupila

Como bola de billar

Caramboleando en diez hoyos.

Con luz de plata en sus bolsas

Los jueces han decidido

Y un horizonte de taravisos

Ladra muy lejos del río.

Pasadas las elecciones

Los plantones y los pujidos

Entre sus nalgas aguadas,

Deje su culo ardido.

Yo me quite el pasaporte

El se quito la banda

Yo el cinturón con buttplug

El sus cuatro pefepos.

Ni la Chucky ni López Doriga

Tienen un culo tan fino,

En la pelona la luna

Relumbra con mucho brillo.

Sus muslos se me escapaban
Como peces sorprendidos,
La mitad llenos de lumbre,
La mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
El mejor de los caminos,
Montado en enano de nácar
Sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
Las cosas que el me dijo.
La luz del entendimiento
Me hace ser muy comedido.
Sucio de besos y mecos
Yo me lo llevé a Los Pinos.
Con el aire se batían
Las espadas de los lirios.

Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé una silla

Grande forrada raso pajizo,
Y no quise enamorarme
Porque estando aguado,

Me dijo que era mozuelo
Cuando lo follaba en Los Pinos.