Panista anacrónico:
Emilio González contra el condón
Edgar González Ruiz
El pasado 5 de agosto, el gobernador de Jalisco declaró que al estado no le corresponde promover el uso del condón, porque hacerlo equivaldría a entregar ''un six de cerveza'' y ''un vale para el motel'', y con ello pagar ''la diversión de los jóvenes'', y añadió que su administración sólo tiene obligación de repartir preservativos entre ''la comunidad homosexual'', pues ésta se halla en ''alto riesgo de poder contraer el sida''.
Las declaraciones anteriores fueron precedidas del alegado despido del titular del Consejo Estatal del Sida (Coesida), Sergio Zúñiga, quien explicó en declaraciones a radios locales que fue cesado por el secretario de Salud de Jalisco, Alfonso Gutiérrez, por haber organizado una 'Feria del condón'.
Ante el alud de críticas que despertaron los pronunciamientos del católico mandatario, quien suele usar su cargo para promover sus creencias religiosas, González Márquez tuvo que rectificar sus palabras para garantizar el suministro de condones este año a los jóvenes, pero insistió en descalificar su valor preventivo, al reivindicar la abstinencia sexual y la fidelidad y señalar que “el sida se da por la promiscuidad, no se da por no usar condones”.
Con sus recientes declaraciones contra la estrategia de prevención del sida mediante el uso del condón, el gobernador de Jalisco, Emilio González, demuestra ser un panista ignorante y anacrónico, de esos que en los años 90 se hicieron famosos por fomentar las prohibiciones moralistas y por su identificación con la exacerbada sexofobia, que fue precisamente la tónica del pontificado de Juan Pablo II.
Incluso algunos panistas cuestionaron las actitudes retardatarias y la ignorancia del gobernador. Así, el coordinador de la bancada panista del Congreso local, Jorge Salinas Osornio, consideró que la visión personal y moral no debe mezclarse con las obligaciones del gobierno en materia de salud pública. ''Se debe actuar con el menor de los prejuicios posibles; se tiene que atender (el VIH/sida) como un problema que aqueja a los ciudadanos, nos guste o no', mientras que el alcalde de Guadalajara, el también panista Alfonso Petersen Farah, recordó que el condón no solamente sirve para protegerse del VIH, sino también de otras enfermedades de transmisión sexual, y que la mayoría de los infectados de enfermedades de este tipo son heterosexuales y no deben quedar fuera de los programas de prevención.
Panistas mojigatos
Cabe recordar, por ejemplo, que en 1995, en Guadalajara, luego de que el nuevo alcalde panista César Coll escandalizó a la opinión pública del país con la prohibición de las minifaldas, el 13 de agosto agentes de la policía forestal, dependiente del municipio, invadieron las oficinas de Ser Humano, institución dedicada a la lucha contra el sida, con "la finalidad de realizar una redada, puesto que se iban a reunir homosexuales en un curso sobre sexo protegido, en el cual seguramente se iban a realizar orgías".
Ese mismo año, en Monterrey y en Aguascalientes, los munícipes panistas prohibían los espectáculos y hasta las esculturas que mostraran algo del cuerpo humano, y aunque ese tipo de personajes siempre ha tenido arraigo en el blanquiazul, muchos de ellos han cobrado conciencia de que esas actitudes sólo les acarrean el descrédito público, y el ridículo hasta en las filas de su propio partido.
Dos años después, en su campaña a la jefatura de gobierno del DF, el extinto Carlos Castillo Peraza cometió el error de arremeter contra el uso del preservativo, alegando en forma hipócrita que debería restringirse por razones “ecológicas”, para evitar que el plástico tape las cañerías.
En abril de 1997, el gobierno de Jalisco fue acusado de distribuir el libro Creciendo en el Amor, de Jesús Kramsky, donde además de estigmatizar a los ateos y fiees de otras religiones que no sean la católica y a los homosexuales, se rechazaba el uso del condón y de los métodos anticonceptivos.
A fines de mayo del 97, en Ciudad Juárez, Chihuahua, agentes de Seguridad Pública del municipio detuvieron a cuatro promotoras de la Federación Mexicana de Asociaciones de protección (Fempa), que pegaban carteles para prevenir el sida. Según el subjefe operativo de la Dirección de Seguridad Pública, Rubén Garduño, los carteles eran "ofensivos para la población". El funcionario declaró haber recibido instrucciones "muy claras" del alcalde Ramón Galindo Noriega "para que no se colocara en la calle información obscena"
En febrero de 1998, en Coahuila, los integrantes del Grupo Parlamentario Manuel Gómez Morín, del PAN, reprobaron la distribución de folletos de Conasida entre "los diferentes sectores de la población". Según los diputados panistas, esos materiales para prevención del sida deben repartirse sólo a los homosexuales o a las personas que "tienen varios compañeros sexuales", evitando a la vez "que grupos distintos .tengan libre acceso a la información contenida en el mencionado folleto".El folleto en cuestión contenía información sobre el uso adecuado del condón.
Pero con los años, las actitudes de muchos panistas ha ido cambiando, de tal suerte que en el debate sobre la despenalización del aborto en la ciudad de México, en marzo y abril del año pasado, algunos de ellos pugnaban en pancartas y en declaraciones que se debía promover el condón y los anticonceptivos en lugar de despenalizar el aborto. Es decir, es contradictorio oponerse al aborto y a la vez al uso de los métodos anticonceptivos, como el preservativo.
Papólatras trasnochados
A la fecha, ni el PAN gobierna en varios de los municipios mencionados, ni la línea del Vaticano es la misma de Juan Pablo II, pues si bien el clero sigue sustentado la prohibición total del aborto, así como una moral conservadora en el terreno sexual, asuntos como los anticonceptivos y el condón no son ostensiblemente las principales preocupaciones de Ratzinger, como lo eran de Juan Pablo II.
Pero no sólo es anacrónica la postura de Emilio González, sino incongruente y perjudicial para la sociedad tapatía. Resulta que el mentado gobernador que da dinero a manos llenas a Televisa y al Arzobispado, por sumas que hace unos meses ascendieron conjuntamente a millones de pesos, el mismo que propicia el enriquecimiento de sus parientes y amigos a costa del erario (véase Quehacer Político, número 12, del 24 al 30 de junio de 2007) se niega, por razón de sus propios prejuicios, a otorgar fondos para la prevención del sida, siendo Jalisco la quinta entidad de la República con mayor número de enfermos, que suman casi 9.600 personas, la mayoría heterosexuales, de acuerdo con las cifras oficiales del Coesida.
Para justificar su rechazo a brindar apoyo a la prevención del sida, Emilio González recurre a una argumentación burda, inspirada en la propaganda de los grupos latinoamericanos y estadounidenses de la extrema derecha, quienes afirman que “sólo” la abstinencia y no el condón protegen del sida.
Se trata de un sofisma, pues evidentemente quien nunca tiene relaciones sexuales o sólo las ha tenido con una persona en su vida, y esta nunca le ha sido infiel, seguramente no se contagiará, pero todas las personas que tengan o hayan tenido una vida sexual más activa, sí necesitan de medidas de protección, que igual que la abstinencia evitarán el contagio, de la misma manera que la higiene y no la abstinencia nos libra de enfermedades derivadas de la alimentación.
Además, el condón es un método anticonceptivo, que como tal contribuye a evitar los embarazos no deseados y por tanto los abortos, lo cual no menciona el católico gobernador de Jalisco.
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viernes, agosto 10, 2007
Panista contra el condón
Publicadas por Edgar González Ruiz a la/s 1:43 a.m.
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1 comentario:
Excelente crónica de la intolerancia panista-católica. La unión de los homófobos, misóginos, mochos e hipócritas.
Amén.
Bien hecho Edgar!
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