25-07-2007
En los permanentemente renovados esquemas de seguridad nacional de Estados Unidos, la manipulación informativa se ha convertido en el arma más poderosa que antecede al disparo de los misiles y a los bombardeos.
Ahora la palabra mata, oculta crímenes brutales bajo envolturas de mensajes muy bien preparados, en diseños de guerras reales y cibernéticas, con comandos especializados, con criminales atípicos, que no llevan armas sino discursos mediáticos tan destructivos como un misil.
Porque el periodismo actual debe entender que si la palabra mata, o sirve a los más brutales diseños de genocidio o exterminios masivos-cuyo mejor y trágico ejemplo es hoy Irak- el que dispara esa palabra que matará, es tan criminal como el que deja caer la bomba asesina, sobre todo aquellos que está bajo fuego del terrorismo de Estado mundial.
Los nuevos diseños de seguridad nacional estadounidense, trazados mucho antes de los atentados que desplomaron las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 extienden las fronteras seguras del poder hegemónico a todo el mundo, sin consideración alguna de legalidad, soberanía, o razones humanitarias o morales. Ese hecho fue absolutamente funcional para las necesidades geoestratégicas de poner en marcha los trazados de Guerras de Baja, Mediana y Alta Intensidad remozados en los años 90.
En su momento, Adolf Hitler, bajo los enunciados de la doctrina de “fronteras seguras” como modelo de la expansión nazi avanzó sobre todo lo que lo rodeaba o lo que consideraba debía controlar en nombre de la seguridad de Alemania.
Ahora con la misma concepción nazi, Estados Unidos y sus asociados definen una guerra infinita, sin fronteras, sin leyes, sin control, que abarca a todo el mundo, convertido en su también “infinita” frontera de seguridad.
Y detrás- lo dicen también abiertamente como en estos días lo reconoció el gobierno de Australia, participante del genocidio iraquí- están las necesidades cada vez más acuciantes de recursos naturales, que el capitalismo en su perverso esplendor dilapida sin control.Leer más...
MENTIRAS Y MEDIOS.
25-07-2007Los balseros del aire. El País titula así un reportaje sobre los “miles de venezolanos que huyen del país ante la inseguridad y la incertidumbre política”. Balseros del aire, eso sí que es una metáfora agresiva. Sin embargo, el único dato objetivo que permite volar al titular es el padrón español. Dice El País que el número de venezolanos empadronados en España “se ha multiplicado por seis desde que gobierna Chávez”. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), han pasado desde los 9.482 del año 1999 a 52.178 en 2006. No es poco, pero ¿de verdad este aumento de la inmigración está relacionado con “la incertidumbre política”? ¿“Huyen” los venezolanos más que en otros países de su entorno? Veamos otros ejemplos sacados de la web del INE.
La credibilidad de El País cuando informa sobre Venezuela ¿por cuánto se divide?
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