El siguiente video de nuestro VIDEOBLOG es sobre el tema de las violaciones y abusos sexuales a mujeres cometidas por la policía en San Salvador Atenco, mostrando la hipocresía de Felipe Calderón, quien proclama apoyar a la mujer, pero luego con el caso Atenco pretende hacernos creer que nunca ocurrió diciendo que quiere pruebas--siendo que hay videos, testimonios, denuncias y acusaciones penales por la barbarie cometida por el gobierno federal para reprimir y vejar a la gente.
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Les pido por favor que reenvíen este video a todas las personas que puedan. Es muy importante que toda la gente sepa lo que el FASCISTA de Calderón representa.
Una razón más para votar por el peje y por el PRD para el congreso en el 2006.
UPDATE:
¿Quería Felipe Calderón pruebas de la brutalidad policiaca en Atenco? AQUÍ LAS TIENE:
30 DE 47 DETENIDAS EN ATENCO FUERON VIOLADAS
Presentan ante la PGR denuncia por violaciones
•Imputan a policías más abusos contra detenidas
•Narran en escrito "vejaciones y negligencia médica"
EMIR OLIVARES Y GUSTAVO CASTILLO
La Procuraduría General de la República (PGR) interviene ya en el caso de las violaciones de que fueron objeto mujeres detenidas tras los hechos de San Salvador Atenco. Fuentes oficiales indicaron que se presentó una denuncia formal ante la dependencia que dirige Daniel Cabeza de Vaca Hernández, en la que imputan a agentes policiacos maltrato, vejaciones, violaciones y abusos contra siete de ellas.
Al respecto, el representante legal de las ofendidas, Juan de Dios Hernández Monge, confirmó que las violaciones y los abusos sexuales que sufrieron 30 de las 47 detenidas "se han denunciado ante un representante de la PGR y cuatro visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos".
Según el abogado, la denuncia se presentó el viernes por la noche, y fuentes de la PGR indicaron que el caso podría quedar en manos de la Subprocuraduría de Derechos Humanos de esa dependencia, aunque la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra las Mujeres está en espera de que el expediente le sea turnado.
Hernández Monge señaló que de las 47 detenidas durante el asalto policiaco en Atenco, "al menos 30 tienen el problema de haber sido violadas por penetración de pene, con los dedos u otros objetos", aunque también -indicó- un hombre fue violado con un tolete.
De acuerdo con los funcionarios de la PGR, fueron siete las mujeres que formalizaron la denuncia ante el Ministerio Público Federal. Informaron que esta denuncia pudo haber quedado en la oficialía de partes de la dependencia, y en las próximas horas se haría oficial su envío a la Subprocuraduría de Derechos Humanos o a la Fiscalía para Mujeres.
En tanto, en una carta abierta a la opinión pública, las 47 mujeres capturadas por policías federales y del estado de México acusaron que no sólo fueron "insultadas, humilladas, golpeadas, torturadas, abusadas sexualmente y violadas, sino que ahora somos también presas y delincuentes".
Desde su reclusión dan cuenta de los excesos que cometieron con ellas los uniformados que participaron en el operativo del 4 de mayo: "Fuimos tocadas, pellizcadas, pateadas, golpeadas con puños, toletes, macanas y escudos en senos, nalgas y genitales. Mientras seguían amenazándonos, fuimos mordidas en senos, pezones, orejas, labios y lengua. Penetradas con dedos y objetos, algunas obligadas a hacer sexo oral mientras se burlaban de nuestra condición de mujeres".
Este escrito representa la primera denuncia pública que se da a conocer respecto a los abusos a los que fueron sometidas. En la carta, aseguran que ahora son víctimas de negligencia médica, debido a que no han sido atendidas por las agresiones sufridas y ahora padecen infecciones vaginales o en las heridas.
Además, señalan que continuarán con su huelga de hambre hasta lograr que se haga justicia para todos los detenidos del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra.
Formal prisión a otros tres detenidos
El juez segundo penal de Toluca, con sede en la prisión estatal de Santiaguito, Jaime Maldonado Salazar, dictó ayer auto de formal prisión contra Inés Rodolfo Cuéllar Rivera, Anastasio Arias Peralta y Miguel Arias Peralta, por considerar que existen elementos suficientes para procesarlos por ataques a las vías de comunicación, derivado de los bloqueos que realizó la población de Atenco el pasado 3 de mayo en la carretera Lechería-Texcoco.
El juez los absolvió del cargo de delincuencia organizada que les imputó la procuraduría estatal, y a los hermanos Arias Peralta de secuestro equiparado, por lo que éstos podrán salir de la prisión estatal ubicada en este municipio, siempre que cubran la fianza de 14 mil 125 pesos que impuso Maldonado Salazar. En cambio, Cuéllar Rivera tendrá que permanecer en prisión, ya que se determinó que es presunto responsable de secuestro equiparado, por la retención de funcionarios estatales el 3 de mayo en Atenco, y al ser éste un delito grave, no alcanza el beneficio de la libertad bajo caución.
Con esta determinación suman 29 personas las que se quedarán encarceladas por estar acusadas de secuestro equiparado y 146 las que podrán enfrentar su proceso en libertad por ataques a las vías de comunicación. Hasta el momento, 80 de los 146 acusados de ese delito habían cubierto su fianza, y de éstos, 62 ya abandonaron el penal y el resto lo hará en las próximas horas.
CON INFORMACION DE ISRAEL DAVILA, CORRESPONSAL
VALENTINA PALMA SÍ FUE GOLPEADA:
La estudiante chilena Valentina Larissa Palma Novoa muestra hematomas producidos por la golpiza que le propinaron policías en Atenco Foto Pablo Palma Novoa
Informes médicos confirman que la policía vejó a extranjeros detenidos
"Un agente gritó: 'no es de aquí'; entonces comenzó el infierno", narra alemana
LAURA POY SOLANO
El examen físico de Valentina Larissa Palma Novoa es concluyente. Revela contusiones y hematomas en abdomen, región costal izquierda, hombro y mama derecha, así como en el pulgar y la pierna, lo que contradice la declaración del subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Lauro López Sánchez Acevedo, quien afirmó que ninguno de los cinco extranjeros detenidos en San Salvador Atenco -entre ellos cuatro mujeres- "fue golpeado por la policía federal".
El diagnóstico médico legal de las lesiones de otro de los extranjeros expulsados, Mario Alberto Aguirre Tomic, también confirma hematomas en el tórax, contusiones en el cuero cabelludo, lesiones en rodilla izquierda y erosión en la derecha, todas como resultado de una agresión.
Horas después de su llegada a Santiago de Chile, tras ser deportados por las autoridades migratorias mexicanas el pasado 5 de mayo, los estudiantes chilenos Palma Novoa y Aguirre Tomic acudieron al Hospital de Urgencias de Asistencia Pública para practicarse una revisión y evaluar la gravedad de sus lesiones.
Los informes médicos 2937 y 2938 señalan como "concordante" su relato, en el que afirman que los golpes fueron ocasionados al ser agredidos "por la policía mexicana durante una manifestación callejera".
De acuerdo con el diagnóstico médico legal de lesiones de los estudiantes chilenos, ambos presentan contusiones "leves", pero que ocasionan "enfermedad y/o incapacidad para el trabajo por siete días".
Asimismo, en su declaración ante José Octavio Pérez Nava, jefe del departamento de Localización y Presentación de Extranjeros del Instituto Nacional de Migración y encargado de la guardia de 5 del mayo en la estación migratoria de Iztapalapa, así como de la coordinación de control y verificación migratoria, la cual consta en el expediente 1766/2006 y en el acta 754/EM/2005, establece que "Valentina Larissa Palma Novoa, de nacionalidad chilena, sí presenta huellas de lesiones externas, como se corrobora en el certificado médico que se anexa a las presentes actuaciones".
Pese a ello, el pasado 11 de mayo, el subsecretario Lauro López insistió en que "no existe constancia ni indicio alguno" de que las cuatro mujeres expulsadas hayan sido violadas, e insistió en que la actuación de la policía y las autoridades migratorias se enmarcó "en total respeto a las leyes y los derechos humanos".
El funcionario rechazó que el gobierno haya violado los derechos de los cinco extranjeros, pues aseguró que fueron detenidos en San Salvador Atenco cuando realizaban actividades distintas a las autorizadas y "acompañaban a Sebastián Guillén (como llaman al subcomandante Marcos)".
ESTUDIANTE ALEMANA TAMBIÉN FUÉ VEJADA Y GOLPEADA POR LA POLICÍA
Samantha Dietmar analiza demandar al gobierno foxista
JESUS RAMIREZ CUEVAS
La alemana Samantha Dietmar, de 27 años, fue una de los cinco extranjeros expulsados de México tras ser detenidos durante la represión policiaca perpetrada en San Salvador Atenco el 4 de mayo.
Entrevistada por La Jornada, la estudiante de fotografía y diseño gráfico relata "el infierno" que le tocó vivir mientras estuvo en manos de la policía.
Estaba en México desde enero pasado, realizando un reportaje gráfico sobre México y su gente, como parte de sus estudios universitarios en Alemania.
Tras enterarse del enfrentamiento en Atenco del 3 de mayo, con un grupo de periodistas independientes llegó a la Universidad Chapingo. Estaba convocada al día siguiente una marcha pacífica de protesta. "Mi intención era hacer fotografías en el pueblo", aclara.
Por la noche llegaron al municipio. "En las calles -narra Samantha- se podía ver los restos de la batalla que habían sostenido los pobladores contra la policía: casquillos, cristales rotos, restos de bombas, autos quemados. Tomé algunas fotografías. En la plaza, la gente mostraba a los periodistas los proyectiles de las armas que los policías dispararon esa tarde, hablaban de la muerte de un niño..."
Con algunos periodistas, Samantha Dietmar decidió hospedarse en un hotelito a las afueras del pueblo.
"Como a las 6 de la mañana me despertaron las campanas de la iglesia y el estruendo de las bombas de gas lacrimógeno. El aire de la habitación se hizo irrespirable. Desesperada, me coloqué una toalla mojada en la cara y esperé en el baño unas dos horas. Bajé al lobby, donde había una televisión, en la cual vimos que la policía había entrado al pueblo con mucha violencia. Pensé en regresar a la ciudad de México tan pronto como fuera posible.
"El dueño del hotel pidió que nos retiráramos, pues no quería problemas. Cuando salimos a la calle no había policías; de pronto, entre una nube de gas, apareció un grupo de agentes que nos detuvo violentamente a los cuatro que íbamos caminando. Me empujaron contra la pared, me pidieron mi identificación. Les mostré mi carnet alemán de prensa internacional.
"Me preguntaron qué estaba haciendo allí. '¡No es de aquí!', gritó uno de ellos. Allí empezó el infierno. Me arrastraron del cabello hasta una camioneta donde ya había más personas apiladas. Todos estaban ensangrentados y se quejaban. Nos tiraron arriba de los demás. Los policías nos insultaban y escupían. Cuando la camioneta arrancó, pasaron por arriba de todos, insultándonos y pegándonos con las macanas en espaldas, cabezas y pies.
"Como estaba arriba de todos, los policías me empezaron a manosear, a pellizcar, me tocaron las nalgas y empezaron a subirme la blusa. Como traté de bajármela, me pegaron en la cara y empecé a sangrar por la nariz. Ya no pude pensar en nada. Soporté todo sin moverme.
"La camioneta se detuvo y a golpes y jalándonos de los cabellos nos obligaron a subir a un autobús. Allí había como 15 personas tiradas en el suelo, bañadas en sangre. Nos echaron encima de los otros. Siguieron los golpes, los pisotones y los insultos. Nos obligaban a mantener las cabezas en el suelo. La policía comenzó a pedir los nombres. Me arrebataron mi bolsa con mi pasaporte, dinero y la cámara. Me preguntaron mi nombre jalándome el cabello. Grité que era de Alemania. Me cubrieron la cabeza y me obligaron a sentarme en una banca. Me preguntaron qué hacía ahí, mientras seguían golpeando a los demás con toletes y armas. Escuchaba los quejidos. Era horrible. Me dio un miedo terrible.
"De pronto fui la atracción. Llegaban policías preguntando por la muchacha alemana. Hurgaban mi cara, me tocaban los senos, me manoseaban. Yo no los podía ver. Llegaron otros detenidos y los amontonaron en el suelo. El miedo paralizó a todos, nadie se movía para evitar los golpes. Muchos estaban seriamente heridos.
"Me sentaron en una banca junto a los policías, que se dedicaron a querer ser buenos conmigo, pero seguían insultando y golpeando a los demás. Me descubrieron la cabeza, me ofrecieron agua. 'Si cooperas, no te va a pasar nada', me dijeron. Agarraban mechones de mi pelo, ya que me lo habían arrancado, y jugaban con ellos.
"En las dos horas y media que duró el trayecto a Toluca me tomaron fotos con sus celulares y se pasaban uno que tenía imágenes pornográficas. Me preguntaron qué pensaba de Marcos, del EZLN, de la ETA y de Hitler; a qué me dedicaba. Yo decía que no entendía nada, que no hablaba español.
"Uno me dijo '¿Quieres ser mi novia? Tienes ojos bonitos'. Repentinamente, golpeó a uno de los detenidos. Me puse a llorar. Los policías trataron de calmarme.
"Cuando llegamos al penal de Santiaguito, me cubrieron la cabeza. A todos los bajaban con golpes y patadas. En la fila de registro la policía siguió golpeándolos. Los heridos fueron llevados a la enfermería del penal y nos dieron agua y algo de comer.
"Me enviaron al doctor y después me juntaron con otros cuatro no mexicanos (Cristina, Valeria, Mario y María), que también habían sido maltratados. No dejaron que habláramos con un abogado o a nuestras embajadas.
"Tomaron nuestra declaración y después apareció alguien de derechos humanos y nos preguntó qué había ocurrido. Estábamos exhaustos, hacía mucho frío y nos quedamos dormidos en las bancas. Luego nos entregaron a Migración. En la madrugada nos trasladaron a la ciudad de México.
"En la tarde me llevaron escoltada por policías a la embajada, porque no tenía pasaporte. Me trasladaron al aeropuerto, donde ya estaban los otros cuatro esperando ser deportados ilegalmente, pues había un amparo judicial contra la expulsión.
"Nos separaron en distintos vuelos, acompañados por dos policías. En el aeropuerto de Frankfurt me entregaron a la policía alemana, que se sorprendió porque no les fue entregada ninguna documentación que justificara mi deportación."
Dietmar planea demandar al gobierno foxista por las arbitrariedades en su contra.
SE ENSAÑARON MÁS CON LOS PERIODISTAS POR "DECIR MAMADAS"
"Nos hicieron fila india para agredirnos y dijeron 'aquí vienen unos putitos de prensa'"
Acreditarse fue peor, porque los agentes se ensañaron más, señalan tres corresponsales
EMIR OLIVARES ALONSO
Las huellas de las golpizas aún se notan en sus cuerpos. Su andar es lento, como si desearan no moverse porque cualquier movimiento cala. Ken, Dierk y Nassir son tres jóvenes periodistas que al enterarse de lo que acontecía el 3 de mayo en San Salvador Atenco decidieron lanzarse a recabar opiniones, con el objetivo de entregar su reportaje a un canal de televisión colombiano, del cual son corresponsales.
Sin embargo, el destino les preparaba otra suerte, fueron apresados y acusados de diversos delitos "únicamente por estar ahí". Al igual que los demás detenidos, fueron agredidos, sobajados y golpeados durante su captura y trayecto al penal de Santiaguito.
A 10 días, Ken Lueders Monsiváis aún tiene los ojos rojos, sus pómulos hinchados y moretones en su rostro. El joven señala: "la gente no debe acostumbrarse a que la policía mate como acto de represión (...) Atenco es un 2 de octubre".
Los tres jóvenes salieron el jueves pasado por falta de pruebas en su contra, pero el Ministerio Público ha apelado de esa salida, por lo que el nerviosismo es evidente en su charla.
Ken y Dierk, de 22 y 24 años, respectivamente, son hermanos, ambos tuvieron que ser rapados en el hospital debido a las heridas que presentaban en la cabeza, y aunque el menor es el que más secuelas físicas tiene tras la golpiza, diversos estudios médicos que se han realizado ya en libertad han revelado que Dierk tiene un coágulo en la cabeza y daño en algunos órganos internos, inclusive le tuvieron que sacar muestras de la médula espinal para comprobar que no tuviera lesiones más serias, resultado que aún no le dan.
Por su parte, Nassir Sleman López, de 23 años, mexicano de ascendencia árabe, confirma que vivió un tormento en San Salvador Atenco: "yo pensé que ese sería el último día de mi vida". Destaca que después de las agresiones a las que fue sometido, ya no ve de la misma forma su vida. "Me siento extraño en la calle, es como un trauma, me siento inseguro. Veo a un policía y se me revuelve el estómago".
Recuerda que el traslado de Atenco hasta el penal de Santiaguito duró alrededor de seis horas, y que durante el trayecto los policías no sólo agredían a los detenidos, sino que "aplicaban tortura. Nos apilaban como caíamos en el centro del camión, y así aguantamos el camino sin movernos". Inclusive señala que en el camión en el que a ellos los transportaban también iba la ciudadana alemana Samantha Dietmar, "a quien acorralaron entre tres policías y la iban tocando, manoseando".
Acreditarse, "lo peor"
Ken Lueders subraya que los agentes sí iban armados. Asegura que ellos se refugiaron en una casa y cuando los policías entraron el primero llevaba una escopeta con la que amenazaba a todos los detenidos. Afirma que intentaron acreditarse como reporteros y "fue peor", porque los agentes se ensañaron más por ese hecho, debido a que les reprochaban: "ustedes son los hijos de la chingada que están diciendo mamadas".
Agrega que les destruyeron el equipo de telecomunicación que llevaban para su cobertura: una cámara dvc7, un minidvd, un minidisc y un micrófono Shure 47, así como sus acreditaciones de prensa, además de sus celulares y su dinero, todo con un valor de 30 mil pesos.
Dierk destaca que durante las seis horas de trayecto hasta el penal los policías los bajaron una última vez para continuar con la golpiza. Además de que al llegar al penal "nos hicieron fila india para continuar con las agresiones, y dijeron: 'aquí vienen unos putitos de prensa para que les den chido', entonces sí hubo una saña especial por el hecho de que somos periodistas".
Los jóvenes dicen que ya en el penal las autoridades mantenían a más de 16 personas en celdas de tres por tres metros. A los hermanos Lueders Monsiváis se les remitió junto con otras seis personas a la zona en la que se ubican los delincuentes peligrosos.
Siete días duró su encierro, jornadas que dejaron no sólo secuelas físicas. "Después de esto cambia todo, te sientes bien raro afuera, inclusive en mi caso cuando el doctor escribe (sobre su máquina) cuestiones sobre el expediente clínico, me remite a la toma de declaración. Además, eso de estar deletreando tu nombre a cada rato no es tan divertido", confiesa Dierk.
Nassir destaca que su nombre también fue objeto de burlas y agresiones. "Nos cuestionaban sobre nuestra nacionalidad y eso influía en un trato más violento. No somos vagos ni delincuentes, somos gente que trabaja desde hace tiempo".
"La policía salió a golpear a la gente como animales", señala Ken. Y agrega que por eso desea "hacer un llamado de conciencia" a la sociedad, porque "se debe dar cuenta cómo se está reprimiendo a la población. Nosotros no íbamos por las notas amarillas, íbamos a recabar opiniones". Sin embargo, nunca esperaron lo que en realidad obtuvieron.
COMENTO: Espero que estén tomando nota TODOS los medios del país por que esto que les hicieron a los periodistas es exactamente lo que quería Kamel Nacif que le hicieran a Lydia Cacho. Y con el mismo lenguaje de sus grabaciones "estos cabrones sacan mamadas y mamadas."
Y si no les queda claro el fascismo de Felipe Calderón, vean lo que dijo con más detalle--que, desde luego el Reforma NO reportó:
En Atenco yo habría actuado igual que Fox, dice Calderón
• Exige pruebas de las acusaciones contra la policía
• "Infundados", señalamientos de la CNDH sobre abusos
ANDRES T. MORALES CORRESPONSAL
Huatusco, Ver., 13 de mayo. La acusación de que las policías federal y del estado de México cometieron agresiones sexuales y otros abusos físicos contra los detenidos en San Salvador Atenco "es tan delicada que requiere elementos probatorios claros", retó hoy el candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, al justificar de nuevo la utilización de la fuerza pública.
Esas "graves acusaciones" deberán ser sustentadas con pruebas, pues "no basta con el decir", advirtió, y descartó que la medida utilizada por el gobierno de Vicente Fox en esa región mexiquense vaya a generar consecuencias negativas para su campaña electoral.
El panista se lanzó contra José Luis Soberanes, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quien señaló que el gobierno de Vicente Fox se manchó las manos de sangre por los hechos de Michoacán y Atenco, además de cuestionar la participación de México en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU luego de ambos antecedentes. "Es hablar mal del país y discrepo totalmente de él, porque sus afirmaciones son infundadas", apuntó molesto. "Ni en Lázaro Cárdenas ni en Atenco usaron armas de fuego los elementos federales, está demostrado, por lo que carece de fundamento la afirmación de esta persona", dijo.
Luego de varios días de negarse a tocar el tema, Calderón fue cuestionado sobre el caso de los detenidos de San Salvador Atenco y las denuncias por violaciones a las garantías individuales.
Refirió que el Estado tiene la potestad de utilizar la fuerza pública para salvaguardar el orden y la seguridad física de los pobladores, pese a que "debe ser la última de las medidas adoptadas".
En el caso de San Salvador Atenco, dijo que el envío de las fuerzas policiacas federales se justificó por "el secuestro y la golpiza brutal a agentes, las alteraciones del orden y las interrupciones en las vías de comunicación, que son delitos castigados en la ley y obligan al Estado a intervenir".
No obstante, dijo que "el hecho de que el Estado tenga la responsabilidad del ejercicio de la fuerza pública no implica que ésta se ejerza en actos violatorios a las garantías individuales". Sin embargo, insistió también en la responsabilidad de los integrantes del Frente de Pueblos en Defensa por la Tierra.
"El ejercicio negligente, irresponsable y abusivo de la fuerza pública es tan malo como el uso de la violencia por ciudadanos contra las autoridades", reiteró.
A insistencia de los reporteros sobre las denuncias de personas detenidas el 3 de mayo en Atenco, entre ellas estudiantes extranjeras que dijeron haber sido víctimas de abuso sexual, Calderón salió en defensa de los policías señalados.
"Por supuesto que los hechos de abusos de la fuerza pública deben ser reprobados, aunque algunas veces esas afirmaciones (de agresiones sexuales) son tan graves que primero deben ser probadas."
Afirmó que si él fuera gobierno habría tomado la misma decisión de utilizar la fuerza pública en un contexto similar. "Si cualquiera de ustedes está secuestrado, no duden que utilizaría todas las medidas legales para liberarlos".
Por la mañana, en conferencia de prensa desmintió una vez más y tildó de "absolutamente falsas" las versiones que ligan a su cuñado Diego Heriberto Zavala Gómez con el manejo de base de datos de los programas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), los cuales se estarían utilizando por la estructura de su campaña electoral.
-Se menciona que Josefina Vázquez Mota -ex titular de la Sedeso- está implicada en el manejo de padrones oficiales en favor de su campaña.
-Se mencionan muchas cosas totalmente falsas.
En Córdoba, donde esperaban una asistencia de 8 mil personas al mitin, un fuerte aguacero dispersó a los asistentes cuando apenas había unos 2 mil 500. En Tezonapa, comunidad enclavada en la sierra limítrofe con Oaxaca y donde apenas se reunieron unas 2 mil de las 6 mil personas esperadas, Calderón señaló que hay al menos ocho estados que el PAN tiene considerados como focos rojos, debido a que los gobernadores de extracción priísta operarían para "robarse" la elección del 2 de julio.
COMENTO: O sea que además de avalar la brutalidad, las vejaciones, las violaciones, los abusos sexuales y la barabarie de la policía, para fecal hasta la Comisión Nacional de Derechos Humanos está mintiendo. No les quede la menor duda: FeCal es un FASCISTA.
Una razón más para votar por el peje y por el PRD para el congreso en el 2006.
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