LA DISPUTA POR LA LIMPIEZA DEL PROCESO ELECTORAL.

Sergio Aguayo Quezada, denuncia en el Reforma:

Sergio Aguayo Quezada.

Los promotores.
La elección presidencial podría definirse con el voto pobre que ya cortejan los promotores, uno de los cuales, Vicente Fox culmina su sexenio haciendo campaña por el candidato de su partido para lo cual manosea, como antes, los programas sociales.

Finalmente se publicó el informe "Monitoreo de programas sociales en contextos electorales", elaborado a petición del Consejo Consultivo de la Secretaría de Desarrollo Social. La investigación permite observar de cerca ese tianguis de la pobreza en el que resalta lo paupérrimo de la cultura política.

Hace casi seis años, el 2 de julio del 2000, parecía que la ciudadanía había interiorizado lo sagrado del voto; ahora sabemos que los más pobres -dicen las encuestas levantadas en el trabajo arriba mencionado- siguen distinguiéndose por su pasividad, desencanto y cinismo ante gobernantes, partidos y urnas. Mejoró su ingesta de proteínas; continúa su ayuno de civismo.

En las próximas semanas los partidos con recursos se acercarán a los más pobres para ofrecerles regalos o la promesa de que serán inscritos en programas sociales federales, estatales o municipales. Entrarán en acción las "promotoras" (aunque hay hombres, en esta actividad destacan las mujeres) que serán el nexo entre los candidatos y esa parte de la sociedad.

Los fragmentos de la entrevista a una promotora mexiquense sintetizan método y lógica: "a mí me hablan y me dicen 'yo quiero que tú me consigas 500 gentes y tú te vas a ganar tanto y les vamos a dar despensas, arena, cemento' [o la inscripción en un programa social]... yo lo voy a hacer porque es para mi comunidad y mi comunidad va a creer en mí porque va a ver hechos, ¿sí? Yo no les voy a mentir, yo le aclaro a mi gente que a cambio quiero apoyo para el candidato que requiere de nuestro voto, y de nuestra firma". (Esto último se traduce en la extendida petición de una fotocopia de la credencial de elector).

A estas alturas de la campaña resulta imposible eliminar del todo los mil y un recursos utilizados por los promotores de los diferentes partidos; forman parte integral de la campaña terrestre enraizada en una cultura política que mantiene su fortaleza porque las élites políticas se han desentendido de la miseria de la cultura democrática.

Durante la elaboración del informe antes citado pude observar, desde el Consejo Consultivo de la Sedesol, la mezcla tan heterogénea de los funcionarios que dirigen y manejan los programas sociales. Los comprometidos con la imparcialidad y la apertura comparten espacio o tarea con los desconfiados, taimados y opacos que de manera sigilosa respaldan la pepena del voto en favor de tal o cual candidato. Se trata de un revoltijo inevitable en un sexenio que Vicente Fox definió, en los albores de su gobierno, como de transición.

La interrogante está en el efecto que tendrá sobre ellos la metamorfosis vivida por el Presidente.En el 2006 Vicente Fox se transformó en promotor de lujo de Felipe Calderón y hay indicios de una utilización intencionada de programas sociales como el de adultos mayores y el Seguro Popular. En lo que va del año se han registrado 350 mil pobres de la tercera edad, y aumentarán a un millón en los próximos meses durante los cuales, Fox ya lo dijo, también crecerá hasta "cinco millones" el número de "Familias Oportunidades [con] póliza del Seguro Popular".

Esas acciones, como el mismo Fox reconoce, están dirigidas a las "familias más pobres y de menos ingresos del país"; es decir, al sector asediado con regalos o promesas de incorporación a programas sociales.

Los programas son en sí mismos positivos, pero Fox los está contaminando al recorrer el país pronunciando un discurso en esencia idéntico: a) elogia las bondades de tal o cual programa y la disciplina presupuestaria de su gobierno; b) condena a los populistas que manejan irresponsablemente los recursos públicos y lanzan promesas que equipara con el "canto de las sirenas", y c) llama a que se "cambi[e] de jinete", pero se deje al "caballo [que] va caminando bien".

Igualmente revelador es el silencio que guarda sobre la necesidad de preservar la autonomía de los programas sociales -el último número de la revista Eme-equis hace una útil recopilación de los discursos de Vicente Fox que luego compara con lo expresado por el aspirante panista: son idénticos.

Ignoro qué vaya a pasar en las próximas semanas; es posible asegurar que Vicente Fox y Felipe Calderón podrían estar abonando el terreno para que las promotoras, bien provistas de dinero, se acerquen a las ciudades perdidas y a los poblados marginales con regalos y promesas de inscripción en alguno de los programas sociales federales que están teniendo un crecimiento espectacular.

El Consejo Consultivo de la Sedesol se caracteriza por la pluralidad y por su compromiso con la tesis de que todos los programas sociales deben estar al margen de la disputa partidista. Dicho Consejo acaba de emitir una serie de recomendaciones al gobierno federal entre los que destaca la petición de que interrumpa, hasta después de las elecciones, la inscripción de nuevos beneficiarios en los programas sociales.

Aunque limitada, se trata de una medida concreta y fácilmente verificable que podría ser retomada por el Instituto Federal Electoral para impulsar un embargo en la inscripción de beneficiarios a todos los programas estatales y municipales.

En el ambiente de confrontación que se vive, es probable que los candidatos y sus partidos también compitan en la compra del voto en cuyo caso la franja será ganada por quien tenga más efectivo; por lo cerrado de la elección el voto comprado puede definir el resultado.

El problema, que trasciende las preferencias partidistas, podría regresar al país a la disputa de algo tan elemental como la limpieza del proceso. Así acabamos.

La Miscelánea.
Este martes el Instituto Electoral de Chihuahua recibió del "Frente Ciudadano por Juárez" 54 mil firmas ciudadanas; ése era el requisito que les faltaba para exigir un referéndum que permitirá hacer una consulta sobre el Plan Parcial San Jerónimo. El procedimiento es terriblemente tortuoso pero fue el único camino para una ciudadanía decidida a combatir la conocidísima historia de un "desarrollo" inmobiliario -en este caso gigantesco- que las autoridades aprobaron con una celeridad sospechosa e indiferente a las opiniones de la sociedad.


Una de las consignas mas comunes del perredismo en tiempos electorales es:"Agarra lo que te den, pero vota por nuestros candidatos". AMLO a menudo dice, y tiene fe en ello, que la gente de México, ya cambió, que no es facil que se le pueda engañar. Sin embargo vemos como un hecho inevitable que la compra de votos, como lo denuncia el estudio que hizo la comisión que presidió Aguayo Quezada, auspiciada por el propio presidente de la república y su inmensa red de empleados incondicionales de Sedesol.

Yo desde aquí hago un llamado a la ciudadanía ancestralmente marginada, que no sea ese "ayuno de civismo" del que habla el autor del artículo el arma mortal que destruya las posibilidades de reivindicación de millones de mexicanos que aspiramos a un México con diginidad y con justicia para todos.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.