¿Cómo ven?

De machismo y cosas peores

Paz Fernández Cueto
1 Feb. 08

"El desprestigio que se ha ganado a pulso la clase política mexicana despuntó al alza incrementando abundantemente sus bonos, ante la mirada atónita del ciudadano común entretenido por el espectáculo semanal. Resulta que la reunión a puerta cerrada que Ruth Zavaleta, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara e Diputados, entabló con el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, ha dado mucho de que hablar, por los comentarios tan fuera de lugar que López Obrador hiciera en alusión a este encuentro privado. ¿A qué viene al caso decir en conferencia que, "Mouriño anda de afanosito, agarrándole la pierna a quien se deje"? Viéndolo bien, no es la primera vez que Andrés Manuel se ve traicionado por su lengua tras una descarga de adrenalina, sin disimular, por otra parte, su aversión contra una compañera de partido que ha tenido la valentía de nadar contra corriente, reconociendo públicamente a Felipe Calderón como Presidente electo, pese las presiones encabezadas por el ex candidato perredista y secundadas por el ala radical de su partido. López Obrador se muestra una vez más como es: impositivo, intolerante, vulgar y desagradablemente machista.

Aquí habría varias cosas que analizar. En primer lugar queda claro que el respeto a la mujer no se establece por decreto, ni queda garantizado de facto por más que el partido que abandera la izquierda se diga defender los derechos de las mujeres exigiendo un trato equitativo y respetuoso que, lejos de permanecer en el discurso, debería traducirse en la práctica, también en el terreno de la política. ¿No quedamos que tanto la mujer como el hombre son igualmente competentes? ¿A qué viene esta alusión alburera tan corriente en boca de quien se pronunciara por la equidad e igualdad de los mexicanos y las mexicanas? ¿Creerá realmente el señor López Obrador que es tanta la limitación a que se ve sujeta la mujer, que para negociar en política no le queda otro recurso que la pierna? ¿A tal grado llega su visión deformada y misógina de la realidad?

Respetar a la mujer no es simplemente garantizar cuotas de poder para guardar las apariencias en relación con un trato equitativo que garantice igualdad de oportunidades a ambos sexos. Es traducir el dicho al hecho, llevar la teoría a la práctica.

De acuerdo que hay que legislar contra el acoso sexual imponiendo el castigo para quien abuse físicamente de ella. Pero habría que precisar en la legislación actualmente vigente en el Distrito Federal que existen distintas formas de acoso y que, quizá, debería añadirse a sus variantes el acoso verbal traducido en burla despectiva y lanzado al aire sin más. Este tipo de acoso puede causar más daño en la fama e integridad de las mujeres que otros percances que sufren en la calle o en el Metro que ya están tipificados.

Llama la atención que en este caso el ala feminista haya reaccionado con discreción, guardando un silencio tolerante contra lo que en otro caso hubiera sido descalificado sin atenuantes. Quizá esta reacción se deba a lo desprestigiante que resulta esta postura en un líder de cierta representatividad, que a falta de ideas brillantes lanza ocurrencias desatinadas.

Ruth Zavaleta merece mi reconocimiento y admiración. Pese a no coincidir personalmente con ella en algunos puntos específicos que defiende su partido, ha procedido hasta ahora con seriedad y profesionalismo en su calidad de presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, respetando la pluralidad y representando con dignidad a los integrantes de los distintos partidos. La diputada ha ido adquiriendo cada vez mayor altura en su desempeño, a pesar de los insultos de algunos de sus compañeros misóginos a quienes frecuentemente les traiciona, como a AMLO, un subconsciente arcaico, ordinario y machista. Creo que deberían dar a su profesión mayor altura profesional.

Me parecieron acertadas las declaraciones de Zavaleta cuando en entrevista se manifestó desilusionada por quien lejos de mantener un status de estadista, como hubiera sido de esperar, se rebajó a la condición de buscapleitos de taberna, por no decir de provocador de cantina, exigiendo, cual debe, el respeto que se merece.

También habría que plantear aquí el respeto que se merece el secretario de Gobernación, como cualquier otra persona. Rebajar la función del secretario sugiriendo en su comportamiento prácticas vulgares, sólo porque a Andrés Manuel se le ocurrió en el momento, es caer en difamación. O fue quizá porque el león cree que todos son de su condición. En todo caso denota además de mala educación, mal gusto".

Correo electrónico: pazcueto@avantel.net

UNA RAZON MAS PARA APOYAR A ÁNDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR.