¿QUIÉN ES JOSÉ MARÍA AZNAR?

Para los que no sepan quien es el nuevo patrocinador de fecal, vean este breve pero certero resumen del tipo de alimaña que es Aznar en el editorial del hoy de La Jornada:

AN: el beso envenenado de Aznar

José María Aznar, el responsable de haber arrastrado a su país a la guerra desastrosa y criminal contra Irak, anda de gira por América Latina, en campaña contra lo que él llama "populismo". En ese contexto, el todavía líder moral del Partido Popular (PP) se lanzó ayer en apoyo de Felipe Calderón Hinojosa, aspirante presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), y caracterizó la actual coyuntura mexicana como un momento de decisión "entre la estabilidad (Calderón) y la aventura (no dijo quién), entre la serenidad política y la demagogia; espero naturalmente que el PAN se vuelque con todos sus candidatos, para darle a todos esa gran oportunidad".

Por si no fuera suficiente con los espectáculos de degradación moral y política que se ofrecen desde el poder público panista y sus aliados priístas, ahora la ciudadanía del país tiene que escuchar las directrices de un político extranjero sobre cómo y por quién votar.

La torpeza, la falta de tacto y el cinismo exhibidos por el madrileño no deben causar sorpresa, porque difícilmente habría podido esperarse de él, habida cuenta de su trayectoria, un comportamiento menos grosero hacia el país anfitrión. Lo que resulta sorprendente, en cambio, es que el PAN y su candidato a la Presidencia hayan aceptado los oficios de este promotor electoral extranjero y hayan decidido identificarse con un político violento, mentiroso, belicista y autoritario, con lo que queda desmentida la imagen de moderación que se había pretendido construir para el propio Calderón.

Hay que acordarse: iniciado en la política como delfín del franquista Manuel Fraga Iribarne, Aznar llegó al poder en 1994, como participante en una conspiración en la que se recurrió a la corrupción, la manipulación de la justicia y los pagos al margen de la ley a testigos protegidos, como lo reveló recientemente el ex policía español José Amedo, integrante del escuadrón de la muerte Grupos Antiterroristas de Liberación (La Jornada, 11 de febrero de 2006). Ya en el poder, financió, con fondos públicos, a una organización dedicada a exaltar la memoria del fascista Francisco Franco, su abuelo ideológico innegable; ubicó al de España como el gobierno más homófobo de Europa, y en 2003 promovió, y participó activamente en la aventura ­esa sí­ de George W. Bush contra los iraquíes, una guerra criminal e ilegal que va costando ya muchas decenas de miles de muertos, entre ellos varios militares y cerca de 200 civiles españoles.

En lo interno, Aznar dio una de las más lamentables muestras de su insensibilidad ante el desastre del petrolero Prestige, cuyo naufragio causó gravísimos daños en las costas de Galicia. Ante la catástrofe, el entonces ocupante de La Moncloa respondió con una apatía y una ineptitud que prefiguraron las reacciones de su amigo Bush, dos años más tarde, ante la tragedia provocada en Nueva Orleáns y otras localidades por el huracán Katrina.

Pero el pecado más grave de Aznar fue su mendacidad tras los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid, en los que murieron unas 200 personas, entre ellas casi 20 latinoamericanas. Ante la inminencia de las elecciones, el presidente del gobierno ocultó pruebas, mintió descaradamente a la opinión pública y subyugó a los medios de comunicación para que desinformaran, a fin de hacer aparecer a ETA como la culpable de unos atentados que ­Aznar y los suyos lo sabían desde las horas inmediatamente posteriores­ habían sido obra de un grupo fundamentalista islámico. La ciudadanía española no le perdonó semejante especulación con el destino del país y con el dolor de los muertos y los heridos, y lo echó del poder tres días más tarde. Desde entonces, Aznar anda por el mundo recetando autoritarismos y regalando apoyos a las derechas de los países que visita.

Si Felipe Calderón y su partido han decidido recurrir al apoyo de esta clase de personajes será porque se sienten identificados con ellos y con sus maneras de gobernar y de hacer política. Es recomendable, entonces, que la ciudadanía mexicana recuerde quién es José María Aznar, y qué representa.

Esa es la clase de fichitas con las que el PAN quiere relacionarse; con franquistas fascistoides sin escrúpulos. Cachorros del imperio, pues.

Una razón más para votar por el peje en el 2006.