LA MAFIA PRIISTA EN ACCION.

En esta nota del Universal, Salvador García Soto nos revela los prolegómenos de la mafia priísta para sacarle el bulto al "gober precioso" y evitar que comparezca ante la justicia por violentar los derechos constitucionales de la periodista Lidya Cacho:

El PRI protege a Marín

Pedir la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el caso del gobernador Mario Marín es, más que un deslinde, una táctica dilatoria y una salida segura que planearon maquiavélicamente en las cúpulas del PRI para proteger al madatario poblano.

Fue el sábado pasado, en el estado de México, donde Roberto Madrazo y los gobernadores priístas se reunieron para discutir cómo debía enfrentar su partido el escabroso episodio poblano.

Madrazo convocó de emergencia a los gobernadores y acudieron 16 de los 17 mandatarios priístas, incluido el propio Mario Marín . El único que no se presentó fue el sonorense Eduardo Bours , quien mandó representante. El candidato presidencial del PRI fue directo al grano : "Tenemos que evitar que el partido y mi campaña paguen el costo de este escándalo", dijo Madrazo al iniciar la reunión en el municipio de Chalco.

Y dirigiéndose a Marín, Roberto le soltó: "Yo creo, Mario, que deberías pedir licencia y parar el impacto negativo para el partido y para la campaña". La oferta de Madrazo incluía la posibilidad de que el gobernador decidiera el nombre de su sustituto.

Pero la propuesta de Madrazo no cayó nada bien entre los gobernadores. Antes de que Marín respondiera nada, el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, tomó la palabra y habló como "líder" de los mandatarios. "Yo no creo que esa sea una salida. No podemos seguir el juego de quienes buscan debilitarnos", dijo Peña Nieto.

Fidel Herrera lo secundó y, como si ya hubiera un acuerdo previo entre los gobernadores, todos se acuerparon contra la propuesta de Madrazo , bajo la lógica de que si permitían que fueran contra uno luego irían contra cualquiera de ellos.

La dupla Peña-Fidel propuso entonces que la posición del PRI fuera pedir la intervención de la Corte, algo aceptado de inmediato por Marín y respaldado por el resto de gobernadores priístas que se impusieron a Madrazo.

Por eso el "deslinde" que unas horas después hizo Madrazo: "Que intervenga la Suprema Corte". Por eso ayer los senadores del PRI, encabezados por Enrique Jackson, los mismos que el jueves pasado reventaron la sesión, cambiaron su posición y votaron por que la Corte tome cartas en el caso del gobernador de Puebla.

Y ahí está el truco. Si la Corte atrae las denuncias contra Mario Marín le iniciaría un procedimiento de juicio político que llevaría tiempo, posiblemente semanas o meses. De entrada Marín y el PRI ganarían tiempo y lograrían que el asunto bajara de intensidad y se diluyera la indignación y la presión mediática y social.

Pero además, el artículo 110 de la Constitución dice en su segundo párrafo:
"Los gobernadores de los estados, diputados locales (.) sólo podrán ser sujetos de juicio político en los términos de este título por violaciones graves a esta Constitución y a las leyes federales que de ella emanen, así como por el manejo indebido de fondos y recursos federales, pero en este caso la resolución será únicamente declarativa y se comunicara a las legislaturas locales para que, en ejercicio de sus atribuciones, procedan como corresponda".

Es decir, que aun cuando la Corte encontrara responsable a Mario Marín de violaciones graves a la Constitución, por haber violentado las garantías individuales de la periodista Lydia Cacho, su resolución "será únicamente declarativa", según dice el propio texto constitucional, y el Congreso local de Puebla tendría la decisión final.

Y por si queda alguna duda de la maniobra de protección del PRI que hay detrás, el lunes pasado el gobernador Mario Marín se reunió con la fracción de diputados priístas del Congreso poblano. "Tranquilos -les dijo-, todo está bajo control. Había un peligro que era la desaparición de poderes, pero ya hubo un acuerdo entre los gobernadores del partido y con Madrazo para que la única vía sea la Corte".

Así que Mario Marín, el hombre que vende la justicia en su estado, que persigue a periodistas y que protege a presuntos pederastas, sin contar las sospechas turbias que recaen sobre él mismo, se sabe protegido por los gobernadores de su partido y por Roberto Madrazo, quien pagará muy cara su debilidad en este asunto.

Es importante que los ciudadanos del Estado de México y del Estado de Veracruz, identifiquen bien que clase de gobernadores tienen, Peña Nieto y Herrera Beltrán, el primero encargado de limpiar toda la cloaca pestilente de Arturo Montiel y el segundo sirviendo de tapadera a los manejos turbios de Miguel Alemán por mas de 3500 millones de pesos.

Aparte de que el cinismo de todos los gobernadores príistas no tiene par: "Si permitimos que vayan sobre uno, luego irían sobre cualquiera de ellos". Eso se llama curarse en salud.

Esta es una razón mas para votar por AMLO.