DEL PROCESO.

Ejército, escepticismo
jorge carrasco araizaga México, D.F., (apro).-

Una de las principales deudas del Estado mexicano con los derechos humanos se encuentra en el Ejército.

Aunque en distintos momentos de la historia reciente del país el Ejército ha intervenido en crisis políticas y sociales por órdenes del poder político, los excesos cometidos por militares en contra de la dignidad humana no han sido siquiera investigados.

La fiscalía para delitos del pasado, de triste memoria, evitó a toda costa indagar y consignar a los efectivos militares –oficiales y tropa– que participaron en violaciones a los derechos humanos durante la llamada “guerra sucia” en México, sobre todo en Guerrero.

Más que por compromisos con el PRI para no enjuiciar a los jefes políticos –presidentes o secretarios de estado–, el gobierno de Vicente Fox soslayó el tema para no confrontar a los militares.

Felipe Calderón tiene todavía mayores razones para detener cualquier acción encaminada a evidenciar el pasado de graves violaciones a los derechos humanos del Ejército.

Las Fuerzas Armadas, de las cuales el Ejército es su principal componente, pues supera en efectivos a la Marina, constituyen el pilar del combate al narcotráfico, que se ha convertido en la principal política de Calderón.

El encargado del Ejecutivo federal no hará nada que vaya en contra de la imagen de sus principales aliados políticos, los militares. A lo más, cubrirá las formas en los casos de las violaciones a la dignidad humana que hasta ahora han cometido miembros del Ejército en el combate al narcotráfico. Pero los agravios siguen sin castigarse.

Sin embargo, tarde o temprano tendrá que hacer frente a los compromisos internacionales asumidos por el Estado mexicanos en materia de derechos humanos, en particular los delitos ocurridos el pasado.

La próxima semana estará en México la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, y en vísperas de su llegada, la oficina de la PGR que asumió las funciones de la fiscalía del pasado habrá realizado una diligencia para investigar si hay restos humanos en lo que fue el Campo Militar en Atoyac de Álvarez, Guerrero.

En ese lugar tuvo lugar el mayor número de detenciones y desapariciones de personas que presuntamente fueron víctimas de ejecuciones extrajudiciales.



La diligencia, que nunca fue realizada por la fiscalía, se hará a pocos días de que Arbour vaya a Guerrero. Vaya casualidad.

Detrás de esa acción hay todavía una razón de mayor peso. En la actualidad, el Ejército mexicano es investigado en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la desaparición de Rosendo Radilla, precisamente en Atoyac durante la “guerra sucia”.

La maniobra es clara: el gobierno de Calderón quiere decir a la comunidad internacional que está trabajando para esclarecer las violaciones del pasado.

La retórica del respeto a los derechos humanos estará seguramente en los discursos oficiales en este mes en que el Ejército toma posiciones públicamente. Primero, el día 13 celebrará “la marcha de la lealtad”, y luego el 19 conmemorará su día.

Serán días de grandilocuencia discursiva sobre la lealtad institucional del Ejército. Y por casi un siglo así ha sido, a pesar de la alternancia en el Ejecutivo federal.

Pero ese mérito ha tenido un alto costo social: la impunidad. (1 de febrero de 2008)

Insta Encinas a rescatar a la izquierda mexicana

rosalía vergara

* Hay mucho en juego en la elección del PRD, advierte.

México, D.F., 1 de febrero (apro).- Alejandro Encinas, candidato a la presidencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), convocó a sus simpatizantes a “rescatar a la izquierda” mexicana y a este instituto político para que recupere sus principios y valores.

El exjefe de Gobierno del Distrito Federal realizó un acto campaña en el Polyforum Cultural Sequeiros, donde aseguró que la transformación de su partido deberá convertirlo en la espina dorsal de la Convención Nacional Democrática (CND).

Acompañado de senadores, diputados locales y luchadores sociales como Teresa Juárez del Castillo, dijo que durante su recorrido por todo el país, a excepción de Guanajuato, a donde irá los próximos días, la militancia perredista mostró la misma exigencia:

“Rescatar al partido” para definir “el rumbo de la izquierda”, pues está en juego quién gobernará este país en el 2012 cuando se renueve la Presidencia de la República.

Previó que el proceso de renovación de dirigencia del partido atraviesa un momento “de enormes dificultades”, pues el país está gobernado “por un presidente de facto, ilegal e ilegítimo que no respetó la voluntad popular en el 2006”. Por eso, consideró que hay mucho en juego en la elección interna del PRD y “no caben las dudas”.

Sin mencionar su nombre, pero aludiendo a la corriente Nueva Izquierda (NI) que promueve a su oponente Jesús Ortega, Encinas sostuvo que la negociación no es concesión para sacar adelante proyectos legislativos o iniciativas que impliquen la correlación de fuerzas.

“Los principios no se negocian, mucho menos con delincuentes”, sostuvo entre aplausos de decenas de simpatizantes, así como del investigador René Drucker, el exdiputado Pablo Franco y su compañera de fórmula Hortensia Aguilar, de Foro Nuevo Sol, candidata a la secretaría general.

Afirmó que es un tiempo de definición de los representantes de la izquierda, y fincó en el “gobierno legítimo” y la Convención Nacional Democrática la responsabilidad de articular un gran frente que impida la privatización del petróleo.

“Se debe crear un gran frente amplio y la construcción de un partido de izquierda vinculado al movimiento y las causas sociales” para democratizar la vida del país.

“A ellos les digo que se equivocan. Somos parte del mismo proyecto político. El movimiento de López Obrador tiene enormes retos. Asumiré la responsabilidad, actos y obligaciones que lleven a buen puerto el proyecto del gobierno legítimo, la CND y el PRD”, expresó y prometió hacer valer la presencia de las mujeres en el partido.

Con anterioridad, la candidata al PRD capitalino, Alejandra Barrales manifestó el apoyo total del PRD capitalino a la lucha de López Obrador. A su lado estaba el actual dirigente Ricardo Ruiz y Dolores Padierna, secretaria de Planeación del PRD y dirigente de Izquierda Democrática Nacional.

Barrales consideró necesario “quitarles la máscara a quienes disfrazados de una nueva izquierda quieren cambiar al partido”, en alusión a sus contrincantes Jesús Zambrano y Jesús Ortega, Los Chuchos.

“Que se confundan nuestros adversarios es normal, lo que no es normal es que se confundan desde adentro del partido”, arengó. “No queremos legisladores con amnesia política. No queremos más políticos con máscaras en el partido”, criticó.

Gobierno de EU indaga a casas de cambio mexicanas
de la redacción

* Desmanteló una flotilla de narco-aviones que operaba en Venezuela y México

México, D.F., 1 de febrero (apro).- El gobierno estadunidense investiga el presunto nexo con el narcotráfico de varias casas de cambio mexicanas, según reveló el diario The New Herald en su edición de este viernes.

Asegura que la indagatoria se inició después de que las agencias estadunidenses desmantelaron una flotilla de aviones de narcotraficantes con matrícula americana ‘N’ que operaban en Venezuela y México.

En su edición electrónica, el periódico reportó que la investigación incluye a las Casas de Cambio Puebla, Nuevo León y “B and B”, las cuales estarían siendo utilizadas para lavar dinero del narcotráfico.Leer más...