Me escribe Eduardo de Swaan y me dice respecto al mensaje anterior:
Difiero un poco de tu post en lo referente a el patrón que le envía un email a sus empleados. Me parece que el señor tiene el mismo derecho que yo para hacer proselitismo, falta que sus empleados le hagan caso. En ese tenor, es que me sacan ámpulas las diferentes Cámaras y Confederaciones de Hombres de Negocio aunados a gente como Fernandez Meléndez que tiene la arrogancia de exigirle a AMLO que se presente con ellos para explicar su plan de gobierno. Creo firmemente que mi voto vale tanto como el de Claudio X Gonzalez ( u otro hombre de negocios) y creo también que a pesar de todo, ellos pueden informarse en muchas partes acerca de los planes del Peje, ¿ con que derecho se creen para reclamarle a un candidato que les explique personalmente? Creo que yo soy solamente un voto más al igual que la persona que mandó el mail, pero yo soy también libre de tratar de convencer a mi prójimo, a ver quien tiene más saliva. Lo que no me atrevo a hacer es exigirle a cualquier candidato que venga a mi casa a explicarme.
Como individuo, un empresario puede hacer el proselitismo que se le pegue la gana. Pero como EMPRESARIO no le puede decir a sus empleados que convenzan hasta a los clientes de que voten por X partido. Eso sería equiparable a darle apoyos directos a un partido, lo cual está prohibido por el IFE.
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