A lo largo de la historia, y de manera más acentuada en América Latina, el principal coadyuvante de las derrotas de los movimientos de izquierda ha sido la propia izquierda. Monsiváis comenta en PROCESO que, por dar algunos ejemplos, Lenin odiaba más a la melcheviques que a los fascistas, y en el caso particulara de México, la derecho poco o casi nada ha tenido que hacer (con las excepciones de 1968, 1971 y 1988) para mantener a raya a la izquierda, la cual por sí misma ha sido capaz de dividirse hasta prácticamente desaparecer.
¿Que es actualmente la izquierda? ¿Qué la representa?
Muchos opinan que la izquierda debe de ser radical, y de pronto nos encontramos a chamacos caguenges hablando de comunismo y anarquía, como si tales palabras tuvieran vigencia social bajo los términos en que se dejaron.
Uno de los grandes "triunfos" (sic) del neoliberalismo, se dió cuando se tira el muro de Berlín, que junto con las pendejadas de Gorvachov con la perestroyka, le dieron casi el tiro de gracia a la política social, y a las luchas obrero-campesinas. Pero no sólo fué eso: La mercadotecnia se encargó de vendernos una "libertad", al más puro estilo del american güey of laif, y bajo esa idea, apoyada por los ideólogos de la derecha y la cultura del mercado, dieron con el talón de aquiles de las izquierdas: la división.
Así, de pronto nos encontramos con algo nuevo: el centro. Y el centro no es otra cosa sino la indefinición misma, el trato amable, el pensar con las encuestas, los acuerdos en lo oscurito "nomás por la causa", y en pocas palabras, el disfraz de izquierda de la derecha y viceversa.
De pronto, esa indefinición crea corrientes que representan a la extrema derecha de la izquierda o a la extrama izquierda de la derecha: en otras palabras, la izquierda debilitada.
Si, ya sé que este choro mareador parece tener poco o nada que ver con la finalidad de este blog, pero no es así. El PRD, un viejo PRI nacionalista y reformado, logra aliarse con los movimientos de izquierda de México, pero no puede llegar a acuerdos con ella. Crea redes ciudadanas, pero no las reconoce, no las hace pertícipes de su proyecto de nación, y mucho menos la incluye en los puestos de elecion popular.
Los actuales distanciamientos entre Marcos, Cárdenas y otras corrientes perredistas con el peje, son producto de este basto vagaje sociocultural. No tiene un origen nacional, y es dificil interpretarlo... simplemente sigue la misma lógica de la izquierda.
Muy particularmente, Marcos me desconcierta: no solo es distinto al no formar parte de la clase política, sino que tampoco intenta un acercamiento con el candidato que sería más fácil logar avances en materia de derechos indígenas. Si bien mucho de lo que dijo Marcos es verídico, tambien sé que muchos simpatizantes del EZLN están con Andrés Manuel. Marcos no es pendejo... lo anterior lo sabe perfectamente, al grado de que los propios integrantes de "la otra campaña" lo han manifestado públicamente.
De pronto me horrorizo al pensar que, ojalá no, Marcos termine siendo para muchos de nosotros, otra desilución óptica, movida tambien por intereses turbios.
Queda pendiente la izquierda... antes de que nos la conviertan en una puta.
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viernes, agosto 26, 2005
Las indefiniciones de la izquierda.
Publicadas por Unknown a la/s 7:01 p.m.
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