/tr>
LOS PRODUCTOS DEL BOICOT ¡NO LOS CONSUMAS!: Bimbo , Sabritas , Jumex , Pepsi, Gamesa , Televisa (televisión y revistas), TV Azteca , Milenio (Diario y Semanal), Banamex , Maseca , COPARMEX , Coca-Cola , Wal-Mart , Bachoco , Megacable , Farmacias Similares , M&M's , Kimberly Klark , Burger King , grupo ALSEA , Autobuses Estrella Blanca . Más en este link.

miércoles, mayo 31, 2006

Raíces de la CIA en México

Conservadores y tránsfugas
Raíces de la CIA en México
Edgar González Ruiz



Los extremos de agresión y oscurantismo a los que ha llegado George Bush Jr, vástago de una familia de tradición dentro de la CIA son un corolario de la historia de esa organización, que jugó un papel temible durante la guerra fría, y demostró una gran afinidad con las fuerzas más reaccionarias, lo mismo exnazis que grupos de la extrema derecha católica, como ocurrió en México y en otros países de América Latina.
En 1949, se encomendó a E. Howard Hunt establecer la primera estación de la CIA en México. Como ha señalado el propio Hunt en una extensa entrevista que circula en Internet (http://www.gwu.edu/~nsarchiv/coldwar/interviews/episode-18/hunt1.html), pronto dirigió su atención contra el gobierno guatemalteco de Jacobo Arbenz, para lo cual había enviado a un grupo de estudiantes a una reunión católica en la capital guatemalteca, quienes le dieron informes acerca de la “represión” del gobierno contra los creyentes.
En México, Hunt se reunió con disidentes guatemaltecos como el magistrado Juan Córdoba Serna, y se relacionó también con Manuel Idígoras Fuentes, quien en 1958 se convertiría en presidente de su país y permitiría el uso del territorio guatemalteco para adiestrar a las fuerzas que con patrocinio estadunidense desembarcaron en Playa Girón en 1961.
Asimismo, Hunt recurrió en Nueva York al cardenal Spellman para obtener el apoyo del clero guatemalteco en la campaña propagandística contra Arbenz. Refiriéndose al entonces arzobispo de Guatemala, Mariano Rossell y Arellano, quien en preparación del derrocamiento de Arbenz había lanzado una “cruzada nacional anticomunista”, el exfuncionario de la CIA dice: “ciertamente, tratamos de hacer de él una figura popular”.
A principios de los 50, uno de los hombres de la CIA en México fue el famoso escritor y periodista conservador William F. Buckley, de quien se ha afirmado reiteradamente que pertenece a los Caballeros de Malta.
Nacido en 1925 en Nueva York, fue el sexto de los diez hijos de un derechista empresario petrolero, William Frank Buckley Sr (1881-1958), quien vivió en México de 1908 a 21, fue consultor de empresas petroleras y estuvo profundamente involucrado en actividades políticas, al grado de ser expulsado de nuestro país con base en el artículo 33.
Por su parte, Buckley Jr. se graduó en 1950 por la Universidad de Yale, luego de lo cual trabajó un tiempo para la CIA.
En México, Buckley editó el libro de Eudocio Ravines titulado El Camino a Yenan, que pretende ser una descripción detallada de los designios comunistas para apoderarse del mundo.
Ravines había sido uno de los principales y más radicales dirigentes comunistas del Perú. Posteriormente, con el mismo radicalismo, pasó a militar en la extrema derecha. Se le ha mencionado como colaborador de la CIA y personaje cercano a grupos católicos conservadores.
Ravines sería también autor favorito del anticomunismo católico, que a mediados de los años 50 hizo surgir en la ciudad de Puebla el Frente Universitario Anticomunista, FUA.
Como consigna Alfonso Yáñez en su libro La manipulación de la Fe (Puebla, 2000), una y otra vez se acusó al FUA de estar relacionado con la CIA Por su parte, en junio de 1961, en su artículo “Puebla de los Angeles contra Puebla de Zaragoza” (publicado en Política), Carlos Fuentes identificaba al FUA como un grupo “sostenido por la embajada de Estados Unidos y el clero”.
Precisamente en 1961 comenzaría a prepararse la creación del MURO, Movimiento Universitario de Renovadora Orientación, en la Ciudad Universitaria y con el fin de expulsar de ella a las fuerzas “comunistas”. En el sitio Internet llamado Libre Opinión, ha circulado un interesante testimonio anónimo escrito ostensiblemente por un exmiembro de grupos derechistas. Se afirma allí que el MURO fue patrocinado por empresarios y por la CIA y se explican los extremos a los que llegaba el delirio anticomunista de hace varias décadas. Leemos en ese documento: “El MURO fue organizado y financiado por gente de la CIA y de los industriales. Su bandera era el anticomunismo declarado, salpicado de religión. Cuando se volvió incontrolable, los mismos industriales decidieron liquidarlo. Sus exdirigentes son ahora prohombres de negocios. Sólo los elementos fascistas fueron condenados a la miseria y al ostracismo”.
Ya sea conjuntamente o por separado, la CIA y el MURO coincidían en el objetivo de aniquilar el movimiento estudiantil de 1968. El entonces director de su estación en México, Winston Scott sostenía una estrecha relación personal con el presidente Díaz Ordaz. Según diversas investigaciones, la CIA colaboraba con su gobierno en la investigación de los sectores de la izquierda. De hecho, en el Diario de la CIA, de Philip Agee, exagente de ese cuerpo, se menciona a Díaz Ordaz como “estrecho colaborador de la estación de Ciudad de México” donde se le designaba con el criptónimo Litempo 8, mientras que Luis Echeverría era Litempo 14.
En su artículo “Traición contra Chile. Operación Centauro” (La Fogata Digital,19 de septiembre del 2003), Lisandro Otero menciona los nombres de algunos agentes de la CIA que participaron luego en el derrocamiento de Salvador Allende, entre ellos James E. Anderson, quien sirvió en la Fuerza Aérea, de 1953 a 1957. En 1962, ingresó en el Departamento de Estado y posiblemente en la CIA, y fue destinado a Monterrey, México. Un mes después de la invasión a la República Dominicana, comenzó a trabajar allí hasta 1966, en que fue destinado a Ciudad de México. Allí permaneció cuatro años y fue trasladado a Chile en enero de 1971, así como John B. Tipton, quien ingresó en el Departamento de Estado y en la CIA en 1958. Sirvió en México, Bolivia y Guatemala. Llegó a Chile en enero de 1972.

No hay comentarios.: